Uno de cada tres empleados de Lenovo es mujer. Un porcentaje, superior al que marca el sector TIC, y que le permite a Patricia Núñez, directora de canal comercial de Lenovo España, a animar a que muchas más mujeres se incorporen a este baremo, para equiparar la tasa de hombres y mujeres al máximo. “Contar con personas de diferente género mejora la productividad y la competitividad de las empresas, así como las condiciones de trabajo”, asegura.
Su vocación, como ingeniera de telecomunicaciones, es claramente tecnológica. A su juicio, para elevar el porcentaje de vocaciones femeninas, “hay que actuar desde edades más tempranas, acercando la tecnología a los colegios”. Optimista, está convencida de que ya se está haciendo. “Seguro que dará sus frutos”. Hay que aumentar las acciones en las que se refuerce la confianza y dar formación de género a los estudiantes, para que llegue el día “en el que el género no sea un aspecto a valorar a la hora de realizar un proceso de selección”.
Según un reciente estudio publicado en “Psychological Science”, los países con mayor igualdad de género tienen una proporción menor de mujeres que cursan estudios STEM (que identifica a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) que aquellos países en los que se considera que no hay igualdad de género. ¿Qué valoración hace de esta realidad? ¿Cuáles cree que son las causas que la explican?
Hace un tiempo los hombres eran mayoría en este sector pero afortunadamente esto ya está cambiando y cada vez son más las mujeres que se dedican a esta industria gracias a las iniciativas que se están llevando a cabo a favor de la igualdad empresarial. La realidad, de todas formas, es que históricamente las mujeres se han incorporado al mercado laboral más tarde que los hombres, y por esa razón, el porcentaje de mujeres que llega a puestos más altos es menor. El futuro está en la tecnología y muchas mujeres apuestan por ella pero la falta de mujeres que aspiren a unirse al sector tecnológico provoca que haya una proporción menor de mujeres interesadas en estudiar alguna carrera STEM.
La brecha de género STEM es un hecho en España: frente a un 18 % de niñas que muestra su preferencia por este tipo de disciplinas, se sitúa el 37 % de niños (en informática es incluso más elevado). ¿Cómo podría elevarse el porcentaje de vocaciones femeninas en este apartado? ¿Considera que acortar esta brecha en STEM es una iniciativa prioritaria para lograr la igualdad femenina?
Para elevar el porcentaje de vocaciones femeninas, hay que actuar desde edades más tempranas, acercando la tecnología a los colegios, algo que ya se está haciendo y que seguro que dará sus frutos. Es importante aumentar las acciones en las que se refuerce la confianza y dar formación de género a los estudiantes, para que llegue el día en el que el género no sea un aspecto a valorar a la hora de realizar un proceso de selección.
Las profesiones STEM tienen muchos puntos positivos. El principal es que hoy en día, y de cara al futuro, las profesiones relacionadas con la tecnología son las más demandadas, y por tanto serán siempre la mejor valoradas. Las nuevas tecnologías están acaparando cada vez más el mercado laboral y, por esa razón, las mujeres deben ganar terreno en este ámbito. Por otro lado, la tecnología ya está muy presente en nuestras vidas, y las mujeres debemos seguir el rumbo de la innovación, para poder estar a la altura de lo que demanda el mercado.
El pasado 22 de febrero se celebró el día de la igualdad salarial. En España, las trabajadoras cobran un 22,9 % menos que los hombres. A su juicio, ¿qué iniciativas concretas deberían ponerse en marcha para conseguir una igualdad en este aspecto?
Contar con personas de diferente género mejora la productividad y la competitividad de las empresas así como las condiciones de trabajo. Para que esto se cumpla, se deberían poner en marcha diferentes acciones como, por ejemplo, establecer un programa de conciliación laboral y familiar con toda la plantilla o una flexibilidad horaria, tanto para hombres como para mujeres. Lo importante es tener empleados cualificados para un puesto y con la experiencia requerida, independientemente del género y de que todos cobren en función del cargo que ocupen, ya sean mujeres u hombres.
El porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC apenas alcanza el 20 % en España. ¿Ve factible elevarlo en los próximos años? ¿Cuáles son las principales barreras que lo impiden?
Actualmente uno de cada tres empleados de Lenovo es mujer y nos gustaría animar a muchas más mujeres para equiparar la tasa de hombres y mujeres al máximo. Lenovo trabaja de forma activa para aumentar la tasa de participación de las mujeres en el mercado profesional de las TIC conociendo de cerca todas las ideas e iniciativas que se desarrollan mundialmente para favorecer esta situación.
Aunque este dato sigue creciendo, lo que nos hace falta es dar visibilidad a las mujeres que ocupan altos cargos directivos en este sector. Es verdad que hay un estereotipo del papel de la mujer y de un número alto de hombres que estudian este tipo de carreras, pero afortunadamente esto está cambiando y cada vez hay más igualdad en este aspecto.
La barrera que existe es principalmente cultural y confío en que con el tiempo se vaya eliminando. Las empresas ya están incluyendo a las mujeres en sus cúpulas directivas, y eso, estoy segura, de que será cada vez más habitual con el tiempo.
A nivel general, y observando el papel de la mujer en la sociedad española, ¿cuáles han sido las mejoras que se han conseguido en los últimos años y cuál es, a su juicio, el mayor reto que queda por alcanzar?
Las carreras y profesiones relacionadas con la tecnología son las que más futuro tienen ahora mismo por ello las mujeres deben ganar terreno en este ámbito. Se han visto mejoras, sobre todo en compañías grandes como Lenovo, que apuestan por la diversidad y además, la sociedad está evolucionando pero todavía queda mucho camino por recorrer.