La educación es el motor de cualquier sociedad que se precie. Un segmento que en los últimos años ha incorporado la tecnología a la hoja de ruta pedagógica de los centros, convirtiéndola en una herramienta para mejorar la impartición de materias y facilitar la tarea a los docentes. Se trata de un segmento, clave, que disfruta de un foco específico en muchos fabricantes, que llegan al mercado a través de un ecosistema especializado. Para ellos sí que la educación es Pacto de Estado en su negocio.
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Tras unos cuantos años de brega en el desarrollo de las TIC en el ámbito educativo y el impulso, indudable, que se ha dado a la digitalización en las aulas, la mejora ha sido notoria. El ecosistema de educación, además de extenso, es complejo, abarcando profesorado, padres, asociaciones y alumnos. Cada centro es un mundo, pero, tras estos años, el ecosistema TIC (fabricantes, mayoristas y partners) y, lo que es lo mismo, la tecnología, tiene un mayor peso en el desarrollo del proyecto educativo.