Guillermo Fernández, sales engineer southern Europe de WatchGuard, reflexiona que este tipo de ataques ha dejado claro las enormes dificultades que tienen las empresas para tener sus sistemas actualizados y para contar con planes de contingencia. “Las empresas están más expuestas que nunca a los riesgos de un ataque o de una brecha de seguridad”.
A su juicio, los ataques continuarán pero cree que con la nueva Regulación Europea de Protección de Datos (GDPR) y este tipo de ataques, “iremos viendo cómo las empresas irán progresivamente adoptando más medidas para proteger sus sistemas, pero será un proceso lento”. Puntualiza que muchas pequeñas y medianas empresas no lo consideran una prioridad. “No piensa que puedan ser blanco”. Desgraciadamente, “WannaCry ha mostrado el poder y la capacidad de este tipo de ataques informáticos en cuestión de horas, dejando patente que todos, cualquier negocio, organización o usuario de la red podemos ser víctimas”.
Fernández insiste en la concienciación pero también en que las empresas deben disponer de procesos internos que garanticen la actualización del software. “Hay que contar con herramientas de seguridad de múltiples capas que no sólo cuenten con herramientas preventivas, sino que también dispongan de soluciones avanzadas”. Lógicamente hay que abandonar la creencia de que un antivirus tradicional es suficiente. El responsable de seguridad asegura que el 30 % del malware detectado en el 2016 por los sistemas de WatchGuard era nuevo. “Solo con soluciones de análisis de comportamiento es posible detectar estas nuevas amenazas”.