Deshacer los roles y los estereotipos generados en la infancia, tanto en el ámbito social-familiar como en el educativo, es una de las vías que Helena Herrero, presidenta de HP en España y Portugal, señala para que las niñas muestren una mayor atracción por las disciplinas STEM. Herrero recuerda que se las sigue considerando materias “para hombres” en las etapas educativas iniciales. “Es imprescindible desvincular la educación de estos prejuicios”, insiste. “Acabar con las ideas preconcebidas sobre los roles femeninos y masculinos es muy complicado”, reconoce. “Pero no imposible si se cuenta con el apoyo de las instituciones, del sector educativo y del entorno familiar”, muestra, intacto, su tradicional optimismo. Junto a este cambio de paradigma, la presidenta no olvida apelar a la necesaria visibilidad de referentes femeninos, tanto en el terreno educativo como en el social, que sirvan de inspiración a las nuevas generaciones.
El último informe “Mujeres en la economía digital en España 2018”, presentado por DigitalES, señalaba que solo el 2 % de las mujeres ocupadas trabajan en el sector tecnológico y digital, a pesar de que en los últimos años se están llevando desde las instituciones públicas y las empresas privadas diferentes iniciativas para eliminar esa barrera. A su juicio y desde su experiencia, ¿qué barreras se han eliminado y cuáles quedan por salvar para la total incorporación de la mujer al sector tecnológico?
El papel de la mujer en la sociedad está cambiando, cobrando cada vez mayor preponderancia la igualdad de género y la equiparación de oportunidades de acceso a la educación, al trabajo de calidad y a la posibilidad de optar a puestos de dirección. Si bien su entrada en el sector tecnológico está siendo más lenta en comparación con otros sectores industriales, las perspectivas de futuro son optimistas y ya existen ejemplos de mujeres que lideran empresas tecnológicas de primer nivel.
La sociedad y las propias empresas empiezan a plantearse la inclusión de la mujer como un imperativo social y de negocio, que favorece su incorporación al mercado laboral. Para HP es algo que forma ya parte de nuestro ADN desde que se fundó la compañía hace más de 80 años, convirtiéndonos en una organización donde las mujeres representan ya el 37 % de nuestra plantilla en todo el mundo y donde el 45 % de los miembros del comité de dirección en España son mujeres.
Además, en un contexto empresarial donde se quiere fomentar la paridad y aumentar la presencia femenina en el sector empresarial, en el caso particular del tecnológico exige un cambio cultural que elimine la etiqueta de la mujer de cuidadora y se fomente una conciliación compartida, evitándole el dilema de tener que elegir entre la maternidad y el desarrollo profesional. Merece una reflexión algunos datos que arroja el estudio “Maternidad y trayectoria profesional” del IESE, en el que se apunta que al 53 % de las mujeres españolas su decisión de ser madre les ha penalizado en su proyección profesional y un 57 % reconoce haber tenido que renunciar a un trabajo por no ser compatible con su maternidad.
Estas cifras ponen de manifiesto que para romper la brecha de género hay que atacar el origen del problema: deshacer los roles y los estereotipos generados en la infancia, tanto en el ámbito social-familiar como educativo. En el primero, educando en la corresponsabilidad para las tareas del hogar y la familia; en el segundo, eliminando la “masculinización” de la ciencia y la tecnología en todo el proceso educativo; y en ambos, impulsando referentes cotidianos con los que las niñas y las jóvenes puedan identificarse y aumentar su vocación técnico-científica.
A pesar de los esfuerzos que las compañías tecnológicas están haciendo en los últimos años para motivar el estudio de las carreras STEM entre las niñas, sigue sin dar los resultados esperados. ¿A qué es debido?
Principalmente porque acabar con ideas preconcebidas sobre los roles femeninos y masculinos es muy complicado, pero no imposible si se cuenta con el apoyo de las instituciones, del sector educativo y del entorno familiar. Para muestra un botón: hoy en día, hay numerosos estudios que demuestran que aproximadamente 9 de cada 10 niñas entre 6 y 8 años asocian la ingeniería con afinidades y destrezas masculinas. ¿No resulta este dato cuanto menos paradójico cuando se han derribado barreras en el acceso y en la libertad de elección?
Se sabe que la raíz del problema está en la forma en la que educamos a los niños y a las niñas y a las distintas expectativas que se les generan. Recientemente la expansión de estereotipos y sesgos en redes sociales también han contribuido a agravar la situación.
La consideración de disciplinas como las matemáticas, la robótica, etc. como complejas, y fundamentalmente “para hombres” en las etapas de infantil y primaria, apoyada, además, tradicionalmente por el entorno familiar, favorece que las niñas manifiesten cierto rechazo por asignaturas STEM. Para fomentar la presencia de las mujeres en estas carreras -hoy solo el 31,4 % de los matriculados son mujeres, de acuerdo con el Instituto de la Mujer- es imprescindible desvincular la educación de estos prejuicios.
Si no eliminamos todo rasgo relacionado con el género en estas materias y con las competencias profesionales asociadas, el esfuerzo que estamos haciendo de acercar la tecnología y la ciencia como algo divertido con el objetivo de alimentar el gusto e interés por estas asignaturas y despertar la vocación temprana en las niñas será en vano. Pero no sólo eso, también es necesario hacer un esfuerzo por visibilizar, tanto en el terreno educativo como en el social, referentes femeninos que sirvan de inspiración a las nuevas generaciones. En este sentido, el sector tecnológico en España es un buen ejemplo.
En el caso concreto de HP, ¿qué medidas tienen para impulsar la igualdad y promocionar la presencia femenina en puestos directivos?
HP se considera una empresa pionera en esta materia porque, ya hace 80 años, nuestros fundadores eran conscientes de que, si una empresa quiere crecer, ser global y aprovechar todas las oportunidades, tiene que reflejar la realidad social en la que opera. Durante estos años, hemos comprobado que los equipos diversos son más innovadores y creativos, que aportan experiencias, visiones y perspectivas diferentes que favorecen la resolución de problemas. Por esta razón, seguimos diseñando y lanzado programas que nos ayuden a aprovechar todo el talento disponible y hacer de la diversidad nuestra ventaja competitiva.
Las medidas de conciliación que hemos puesto en marcha y a las que seguimos dando continuidad incluyen incentivos como la flexibilidad horaria, la medición del trabajo por objetivos, la ayuda para la guardería o el servicio médico. También hemos ampliado el número de días de permiso retribuido de paternidad y maternidad, y ofrecemos medidas flexibles en el permiso de lactancia.
Esto nos ha permitido que, en el caso de España, donde la propia idiosincrasia cultural y estilo de vida frenan el avance de las mujeres en el terreno laboral, éstas representen el 36,5 % de los empleados de HP en España y Portugal, que el 25 % de los puestos ejecutivos lo ocupen mujeres y que este porcentaje suba hasta el 45 % en el Comité de Dirección en nuestro país.
Nos queda aún camino para la paridad, pero contamos con el talento y la visión de futuro necesarios para alcanzarla.