Adela de Toledo, country manager de Pure Storage Iberia, recuerda que el sector TIC sigue siendo “mayoritariamente masculino”, a pesar de los avances conseguidos en los últimos años. Valora de manera positiva la reducción de la brecha salarial, aunque cree que queda mucho por hacer para seguir recortando esta brecha e incentivar la contratación y promoción de la mujeres en roles de liderazgo.
“Es fundamental implementar medidas como una mayor transparencia salarial, incentivos a la contratación y promoción de mujeres en roles técnicos y de liderazgo, así como políticas de conciliación”, resalta de Toledo.
La directiva considera que la mujer tiene mucho que decir en el desarrollo de la inteligencia artificial y aunque los datos locales de su participación en este terreno son más alentadores que los globales, señala que “es necesario visibilizar referentes femeninos que inspiren a las nuevas generaciones a dedicarse a un área como es la IA. Y ofrecer programas de mentoría y formación”.
A lo largo de su carrera ha tenido que superar los perjuicios de género. Desde su experiencia aconseja a las jóvenes que quieren trabajar en el sector TIC confiar en su talento y deshacerse el síndrome de la impostora.
La brecha salarial en España se ha ido reduciendo en los últimos años. Según datos de Funcas, se ha reducido 10 puntos en una década, pasado del 18,7 % en 2012 al 8,7 % en 2022. Sin embargo, esta brecha salarial es sensible a la edad, entre los menores de 25 año las mujeres ganan por hora, en promedio, más que los hombres, pero en el grupo entre los 55 y 64 años la brecha es mayor y alcanza el 13,5 %. En el sector TIC, ¿se ha producido una evolución similar? ¿La brecha salarial se ha reducido en esta proporción?
Los datos que demuestran la reducción de la brecha salarial que se está produciendo en los últimos años en España son motivo de celebración. Sin embargo, aún queda camino por recorrer porque esta desigualdad sigue existiendo. En el caso concreto del sector TIC, también se han registrado avances, pero tenemos que reconocer que la brecha sigue siendo real. Hablamos de un sector en el que la presencia de mujeres es muy inferior a la de los hombres, un 29,8 % frente a un 70,2 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que se traduce en una menor representación femenina en posiciones de liderazgo y en áreas técnicas de alta remuneración.
Como en otros sectores empresariales, factores como la discriminación por edad o la falta de oportunidades de ascenso afectan más las mujeres, y esto también repercute negativamente en los salarios de las profesionales. Debemos seguir trabajando para continuar reduciendo esta brecha y para ello es fundamental implementar medidas como una mayor transparencia salarial, incentivos a la contratación y promoción de mujeres en roles técnicos y de liderazgo, así como políticas de conciliación que faciliten la captación retención del talento femenino en todas las etapas de su carrera profesional.
La inteligencia artificial transformará el mercado de trabajo y es un fenómeno que ya se está notando; pero los últimos estudios reflejan que se está ampliando la brecha de género. Sólo un 22 % de las mujeres está participando activamente en su desarrollo, según los datos del Foro Mundial de la Unesco. ¿Qué medidas deberían ponerse en marcha para impulsar la presencia de la mujer en este terreno y evitar que la IA suponga un nuevo escollo para el desarrollo profesional de la mujer?
A pesar de esta desigualdad a nivel global, los datos en España son esperanzadores. Según un estudio de Randstad presentado el pasado mes de diciembre, el 45,2 % de los profesionales cualificados en inteligencia artificial son mujeres. Sin embargo, sigue siendo necesario fomentar esa tendencia positiva para que la formación se convierta en dedicación y, de este modo, lograr reducir la brecha de género. Para lograrlo, es necesario la implicación tanto de instituciones públicas como privadas, su compromiso para aplicar medidas que fomenten la educación STEM desde edades tempranas, despertando el interés de las niñas por las materias científicas y tecnológicas. También es necesario visibilizar referentes femeninos que motiven e inspiren a las nuevas generaciones a dedicarse a un área como es la IA.
A nivel profesional, es fundamental ofrecer programas de mentoría y formación, un apoyo que garantiza el desarrollo y la especialización en el sector, además de apostar por el crecimiento y la retención del talento femenino. Y, por supuesto, son necesarias políticas de conciliación efectivas que faciliten el equilibrio entre la vida laboral y la personal permitiendo a las mujeres desarrollarse plenamente en sus carreras.
En los últimos 25 años, la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en el sector TIC ha pasado del 5 % en 2000 al 19 % en la actualidad. A pesar de este avance, las mujeres siguen afrontando numerosos desafíos para superar el techo de cristal. Desde su experiencia personal, ¿cuáles han sido los principales retos a los que ha tenido que hacer frente y cómo los ha superado? ¿Qué consejos daría a las jóvenes que desean desarrollar su carrera en el sector TIC y alcanzar posiciones de liderazgo?
A lo largo de mi carrera, uno de los principales retos a los que me he enfrentado ha sido la superación de los prejuicios de género. A pesar de los importantes avances logrados en materia de igualdad, el sector TIC sigue siendo mayoritariamente masculino. En este tipo de contextos en los que la representación femenina es menor, es común que las mujeres tengamos que demostrar constantemente la valía profesional.
Desafíos como la conciliación o la discriminación por edad son otros de los factores que impulsan la desigualdad y que también percibo. Para superarlos, es clave crear una red de apoyo profesional, así como apostar por la formación continua y la especialización en áreas estratégicas para fortalecer los conocimientos y habilidades profesionales.
A las jóvenes que quieren dedicarse al sector tecnológico les aconsejaría que confíen en su talento, se deshagan del síndrome de la impostora, y busquen oportunidades en organizaciones que impulsen la igualdad y valoren la diversidad. También es esencial que participen en programas de mentoría y networking, ya que el apoyo mutuo y la colaboración son herramientas clave para avanzar en una industria que evoluciona hacia la igualdad de género.