No por conocido deja de ser una práctica masiva. Cualquier dispositivo corre el riesgo de convertirse en zombi y servir de vía para las prácticas ilícitas de los maleantes de la Red. Kaspersky Lab alerta de ello ya que, sin ser consciente de ello, los usuarios pueden formar parte de una botnet (una red infectada integrada por distintos dispositivos), administrada por un ciberdelincuente de manera completamente encubierta para cometer ciberdelitos. Dispositivos que pueden ser de cualquier clase o condición: ordenadores, teléfonos inteligentes, tabletas, enrutadores o juguetes inteligentes.
La práctica puede adquirir, incluso, una especialización. Algunos administradores de estas botnet desarrollan habilidades específicas, por ejemplo, en el soporte y la expansión, alquilándolas a otros delincuentes para que éstos las usen para sus fines. Colaboración en la delincuencia.
La forma más conocida de utilizar una botnet es organizar un ataque de denegación de servicio (DDoS): se sobrecarga un servidor, éste se colapsa, falla y deja de estar disponible para los usuarios. En 2016 los delincuentes bloquearon con esta práctica servicios como Twitter, Amazon, PayPal o Netflix, por ejemplo. Otro método es el spam. Si un ordenador se infecta, los ciberdelincuentes lo utilizan para enviar spam.
Una vez controlado, la lista de contactos no es lo único que roban los delincuentes. También pueden hacerse con el control de las contraseñas de la banca online o robar otros datos financieros.
Kaspersky Lab da una serie de consejos, básicos, para evitar que el usuario se convierta en un zombie. Cambiar las contraseñas de todos los dispositivos conectados es primordial. También realizar actualizaciones de firmware y de seguridad del sistema operativo y del software. No se debe utilizar la cuenta de administrador del ordenador y hay que mantener desactivado el acceso root de los dispositivos móviles. Siempre hay que cuidar qué se descarga y, sobre todo, tener protegido el dispositivo.