Maite Ramos, directora general de NetApp Iberia, destaca que, aunque la representación femenina en el sector TIC ha mejorado, sigue siendo insuficiente. Solo el 38 % de las empresas TIC emplea mujeres, y la demanda de talento cualificado continúa superando la oferta. Ramos apunta que las barreras desde edades tempranas, como la falta de referentes femeninos en disciplinas STEM, afectan la decisión de muchas jóvenes de seguir carreras tecnológicas, lo que impacta directamente en la brecha de género del sector.
En NetApp se están implementando medidas como políticas de conciliación, programas de mentoría y el impulso del liderazgo femenino para reducir esta brecha. Ramos subraya que, además de ofrecer más oportunidades de acceso, es crucial transformar la cultura empresarial para que las mujeres puedan desarrollarse plenamente. En el contexto de la inteligencia artificial, destaca que la baja participación femenina en su desarrollo puede perpetuar sesgos y afectar la calidad de las soluciones tecnológicas.
La brecha salarial en España se ha ido reduciendo en los últimos años. Según datos de Funcas, se ha reducido 10 puntos en una década, pasando del 18,7 % en 2012 al 8,7 % en 2022. Sin embargo, esta brecha salarial es sensible a la edad: entre los menores de 25 año las mujeres ganan por hora, en promedio, más que los hombres, pero en el grupo entre los 55 y 64 años la brecha es mayor y alcanza el 13,5 %. En el sector TIC, ¿se ha producido una evolución similar? ¿La brecha salarial se ha reducido en esta proporción?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en 2023 el 16 % de las empresas españolas disponía de especialistas TIC. De ellas, el 38 % emplean a mujeres, pero solo un 8 % cuenta con al menos el 50 % de sus profesionales mujeres. Y, paradójicamente, la demanda de talento cualificado sigue creciendo a un ritmo que las empresas tienen dificultades para cubrir. Esta situación no solo afecta a las profesionales del sector, sino que tiene implicaciones más amplias, ya que la tecnología no es solo una industria más, sino un motor clave para el desarrollo del futuro en todos los ámbitos.
«Es necesario transformar la cultura empresarial para garantizar que las mujeres no solo entren en el sector, sino que puedan desarrollarse plenamente en él»
Uno de los principales obstáculos es que, desde edades tempranas, muchas niñas encuentran barreras en las disciplinas STEM. La falta de referentes femeninos, la percepción errónea de que tienen menor capacidad en estas áreas o que los exámenes les generan más ansiedad –a pesar de que obtienen resultados similares a los de sus compañeros varones–, llevan a que muchas se alejen de estas carreras. Como resultado, en España, solo 8 de cada 100 estudiantes de carreras científicas y tecnológicas son mujeres. Esta situación impacta directamente en la brecha de género en las empresas del sector, donde menos del 30% de los trabajadores STEM son mujeres a nivel global.
En NetApp, somos conscientes de que abordar este problema no es solo una cuestión de equidad, sino también una necesidad para el crecimiento y la innovación. Sabemos que la diversidad de perspectivas fortalece la toma de decisiones y permite desarrollar soluciones más inclusivas y eficientes. Nosotros hemos implementado medidas concretas para reducir esta brecha dentro de nuestra organización: promovemos la conciliación laboral con políticas de flexibilidad, impulsamos programas de mentoría y desarrollo de liderazgo femenino, y ofrecemos formación en diversidad e inclusión a nuestros equipos directivos.
El sector tecnológico también tiene la responsabilidad de liderar este cambio. No basta con abrir más oportunidades de acceso, sino que es necesario transformar la cultura empresarial para garantizar que las mujeres no solo entren en el sector, sino que puedan desarrollarse plenamente en él.
La inteligencia artificial transformará el mercado de trabajo y es un fenómeno que ya se está notando; pero los últimos estudios reflejan que se está ampliando la brecha de género. Sólo un 22 % de las mujeres está participando activamente en su desarrollo, según los datos del Foro Mundial de la Unesco. ¿Qué medidas deberían ponerse en marcha para impulsar la presencia de la mujer en este terreno y evitar que la IA suponga un nuevo escollo para el desarrollo profesional de la mujer?
Es innegable que la inteligencia artificial está transformando el mercado laboral, pero preocupa que también esté ampliando la brecha de género en el sector tecnológico. Si solo el 22 % de las mujeres participa activamente en su desarrollo, no estamos solo ante un problema de equidad, sino también de calidad. La IA se nutre de datos y, si esos datos reflejan únicamente una visión parcial de la sociedad, los sesgos se perpetúan. Ya lo estamos viendo con algoritmos que toman decisiones de contratación o servicios que, sin darse cuenta, excluyen o desfavorecen a ciertos grupos.
«Si solo el 22 % de las mujeres participa activamente en el desarrollo de la IA, no estamos solo ante un problema de equidad, sino también de calidad»
Hay que actuar en varios niveles. Además de aumentar la representación femenina en tecnología, también es clave que puedan avanzar y ocupar posiciones estratégicas. Muchas veces, las mujeres se encuentran con barreras invisibles que les impiden crecer dentro de las organizaciones, ya sea por falta de acceso a roles de liderazgo o porque se las encasilla en áreas de soporte en lugar de en el desarrollo tecnológico.
En NetApp trabajamos activamente en esto a través de Women in Technology, un grupo que no solo busca impulsar el desarrollo profesional de las mujeres, sino también sensibilizar a toda la organización sobre la importancia de la diversidad. Un entorno más inclusivo no solo beneficia a las mujeres, sino que hace que la empresa sea más innovadora y competitiva. También es clave contar con aliados, tanto hombres como mujeres, que entiendan que la equidad es una responsabilidad compartida.
En los últimos 25 años, la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en el sector TIC ha pasado del 5 % en 2000 al 19 % en la actualidad. A pesar de este avance, las mujeres siguen afrontando numerosos desafíos para superar el techo de cristal. Desde su experiencia personal, ¿cuáles han sido los principales retos a los que ha tenido que hacer frente y cómo los ha superado? ¿Qué consejos daría a las jóvenes que desean desarrollar su carrera en el sector TIC y alcanzar posiciones de liderazgo?
El avance en la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en el sector TIC es innegable, pero el ritmo sigue siendo lento. Pasar del 5 % en el año 2000 al 19 % en la actualidad es una mejora, pero sigue estando lejos de lo que debería ser. Y la realidad es que muchas mujeres siguen enfrentando barreras invisibles para llegar a esos puestos.
Uno de los mayores desafíos sigue siendo la falta de referentes. Cuando no ves mujeres en posiciones de liderazgo en tecnología, cuesta imaginarse ahí. Durante años, el sector ha estado dominado por hombres y eso ha generado dinámicas que pueden hacer que el camino sea más difícil para las mujeres, ya sea por sesgos inconscientes o por la falta de apoyo en ciertas etapas de la carrera profesional.
«Uno de los mayores desafíos sigue siendo la falta de referentes»
Para las jóvenes que quieren desarrollar su carrera en este sector y alcanzar posiciones de liderazgo, hay tres cosas clave que les diría. Primero, que confíen en su talento. La tecnología necesita diferentes perspectivas, y su voz y sus ideas son muy valiosas. Segundo, que busquen una red de apoyo, ya sea dentro de su empresa o a través de comunidades profesionales. Contar con mentores, tanto hombres como mujeres, puede marcar una gran diferencia. Y tercero, que no duden en alzar la voz y tomar espacio. El sector está cambiando, pero ese cambio solo será real si más mujeres se atreven a estar ahí, a ocupar roles estratégicos y a transformar la industria desde dentro.