Durante el primer semestre de 2020, los ataques globales de malware cayeron un 24 %. Un descenso que, sin embargo, no ha restado protagonismo al ransomware que ha crecido un 20 % en este primer tramo del año. Ambos datos se desprenden del tradicional informe que realiza SonicWall para observar el panorama de seguridad a nivel mundial.
El estudio del malware señala que en el primer semestre se ha pasado de los 4.800 millones de muestras de 2019 a los 3.200 millones de este ejercicio, lo que confirma, analiza el fabricante, la tendencia a la baja que empezó en el mes de noviembre de 2019. El panorama difiere dependiendo de las zonas: India registró el descenso más acusado, un 64 %. A continuación se sitúan Alemania, con una bajada del 60 %. También retrocede el malware en Estados Unidos (24 %) y Reino Unido (27 %).
Más allá del ransomware
La expansión de la pandemia de la covid-19 ha sido el gancho preferido por los ciberdelincuentes para el envío de sus correos maliciosos. SonicWall calcula un crecimiento del 7 % en los intentos de phishing relacionados con el virus durante los dos primeros trimestres de este año. El phishing experimentó sus picos más significativos el 24 de marzo, el 3 de abril y el 19 de junio.
El uso intensivo que se ha producido de Microsoft Office en estos meses también ha sido aprovechado por los ciberdelincuentes: los ataques de malware que se disfrazaban de tipos de archivos de esta suite aumentaron un 176 %. SonicWall ha descubierto que el 22 % de los archivos de Microsoft Office y el 11 % de los archivos PDF han constituido el 33 % de todo el malware. “Los ciberdelincuentes son demasiado sofisticados para utilizar variantes de malware conocidas, por lo que están reinventando y reescribiendo malware para derrotar los controles de seguridad como las tácticas tradicionales de sandboxing”, ha comentado Bill Conner, presidente y CEO de SonicWall. “Y está funcionando”.
La marca alerta que el auge del teletrabajo supone un riesgo añadido. También la creciente adopción de los dispositivos IoT como neveras, cámaras para bebés, timbres o consolas de juegos. La marca ha detectado un incremento del 50 % en los ataques de IoT, lo que refleja su uso creciente.