En cualquiera de los escenarios que apliquen las empresas para permitir el teletrabajo aparece la impresión. “Están viendo que trabajar de manera remota es una realidad y no solo para sus profesionales actuales sino también para los que se incorporen en un futuro a sus plantillas”, asegura José Ramón Sanz, responsable de marketing de producto en Brother. Un panorama en que las soluciones de impresión se tornan imprescindibles. “Son necesarias”, asegura.
La marca defiende una filosofía de impresión distribuida, en la que los teletrabajadores, manteniendo incólume su productividad, disfruten de equipos bajo un modelo gestionado, seguro y compatible con las políticas de la empresa. “El canal tiene que aprovechar esta oportunidad que se le abre con este nuevo modelo de trabajo”.
Panorama de mercado
La situación excepcional que vive España también ha afectado al mercado de la impresión. Tras un primer trimestre, positivo en casi todas las categorías de producto, la adopción masiva y urgente del teletrabajo provocó la compra de equipos de impresión para dar respuesta a las necesidades de los trabajadores.
Sanz explica que en el segundo trimestre hubo dos fases diferenciadas. En la primera, la compra se centró en soluciones baratas, que dieran una respuesta rápida a las necesidades urgentes de impresión y digitalización. A mediados de abril, se observa un cambio en la política de compras de las empresas que empiezan a decantarse por equipos más profesionales, con un precio medio más alto. Una tendencia que, asegura Sanz, se ha mantenido en los meses posteriores. “Se trata de dispositivos identificados con gamas SoHo (Small Office, Home Office) que integran conexión con las redes corporativas, con acceso al cloud y compatibles con las medidas de seguridad”, explica.
Negocio de Brother
El negocio de Brother ha corrido parejo a este panorama de mercado. Sanz desvela que tras un buen primer trimestre (que cerró el año fiscal de la marca que finalizó el pasado 31 de marzo), se asistió en el segundo trimestre a un crecimiento explosivo de todos los productos SoHo, lo que compensó el decrecimiento de los dispositivos pensados para el mercado de las pymes. Sin embargo, la vuelta a la normalidad durante el mes de junio, con la apertura de muchas oficinas, ha permitido una recuperación de este segmento profesional.
De cara al último tramo del año, Sanz reconoce que es muy complicado hacer previsiones aunque asegura que la impresión permanecerá como un bien tecnológico. “Los volúmenes de impresión van a estar muy relacionados con la actividad económica”, recuerda. La pyme invertirá en dispositivos con capacidad de digitalización y de conexión con los sistemas de la empresa. “Asistiremos también a un mayor peso del etiquetado y de la identificación en las empresas, gracias a las normativas que se irán desarrollando”.
Para dar respuesta a las necesidades de las empresas en este entorno del teletrabajo, Brother presentó el pasado mes de junio una solución de impresión gestionada, flexible, para empresas con empleados trabajando en este formato, basada en una plataforma de gestión en la nube que permite estar en contacto permanente con los equipos de impresión, aunque no estén conectados a la red. Dispone de una gestión automatizada de la logística de los consumibles y del mantenimiento, y los servicios postventa.