La sostenibilidad sigue calando en el sector tecnológico. Muestra de ello es la reflexión de Miguel del Moral, director de canal de España, Portugal y Francia de Vertiv, que cree que resulta obsoleto asegurar que aquella empresa que no se suba en el barco de la sostenibilidad se quedará fuera del mercado. Ya parece estar claro: “La sostenibilidad debe estar en el centro de la estrategia de negocio de nuestros partners”. Un camino que el ecosistema puede recorrer con Vertiv. “Nos sentimos protagonistas en el mercado de la sostenibilidad y de la eficiencia energética. Nuestros productos, ya sean de alimentación eléctrica, de refrigeración o de gestión de la infraestructura, ofrecen mejoras en el consumo energético, con un menor gasto de agua, y permiten ocupar un menor espacio a la tecnología”.
Cuestión de todos
En un estudio de Accenture de finales de 2022, realizado a 2.000 grandes empresas públicas y privadas de todo el mundo, se reflejaba el incremento del compromiso de las empresas con la eficiencia: el 83 % de las empresas españolas consultadas tenía como objetivo cero emisiones netas, un 33 % más que en 2021. “El quid de la cuestión es que la sostenibilidad es tarea de todos”, resume del Moral. “Se trata de un objetivo que alcanza a la sociedad civil, a la empresa privada y a la Administración pública; son los tres ejes, activos, que se articulan para conseguir los retos que presenta la sostenibilidad”.
Una ola de concienciación que empezó en las grandes compañías y “que está arrastrando a todas”. La necesidad de que todos los colectivos se impliquen en este reto es el punto clave. “Primero, la concienciación; y, luego, la actuación y el compromiso de todas las empresas”. El gran reto que tiene España es “amoldar la economía a los retos que plantea la sostenibilidad. Ese es el quid de la cuestión”.
Centro de datos
Un sector que está realmente comprometido con la sostenibilidad es el de los centros de datos. Hace un par de años Vertiv lanzó una guía para ayudar a este sector, el cual demanda el 1 % de la electricidad mundial, a reducir su impacto medioambiental a través de la reducción de las emisiones de carbono y el uso del agua. “El sector de los centros de datos, mucho más que otros, es punta de lanza en materia de sostenibilidad”.
“Debemos responder a las necesidades energéticas de la IA pero, de igual modo, nos ayuda a desarrollar propuestas de mejora eficiente”
La juventud del sector en España permite que los grandes centros de datos sean nativos sostenibles. “Cuando se gestaron ya había un claro compromiso en cuanto a sostenibilidad. Todos están trabajando para conseguir una mayor eficiencia energética y están investigando nuevas fórmulas, trabajando, por ejemplo, en entornos de microrredes o con pilas de combustible. También están viendo cómo aprovechar el calor sobrante. En definitiva, están trabajando en todas las direcciones para ser más sostenibles y dejar una huella prácticamente nula”. Una labor en la que, completa, “es clave la coordinación entre entes privados y públicos”.
El concurso de la IA
Una de las tecnologías por las que Vertiv apuesta es la refrigeración líquida. “Es una respuesta a una necesidad tecnológica que tienen los centros de alta computación y, sobre todo, al uso intensivo de la inteligencia artificial”.
La infraestructura sobre la que reposa la inteligencia artificial exige nuevas capacidades. “Ya no trabajamos con CPU: estamos empezando a trabajar con GPU que requieren unos consumos energéticos muy altos”, recuerda. “Refrigerar un armario con un consumo de 40 o 50 kilovatios exige otro tipo de tecnología. Con la refrigeración por aire no es suficiente, lo que exige implantar una refrigeración líquida o, incluso, combinar el aire y el líquido”.
El futuro marca niveles de consumo energético mucho mayores: Nvidia ya ha anunciado una nueva GPU con un consumo por rack de 600 kilovatios. “Es increíble la velocidad con la que se está incrementando el consumo energético; lo que exige tecnologías con una eficiencia mucho más alta. Es el caso de la refrigeración por líquido, que ofrece un rendimiento mucho más alto. También se trabaja con otras como la de puertas frías, la inmersión o la inyección directa al chip”.
“El gran reto que tiene España es amoldar la economía a los retos que plantea la sostenibilidad”
La inteligencia artificial “juega” un doble papel: exige nuevas prestaciones a la infraestructura y, a la vez, su uso da respuesta a algunos retos. Una completa paradoja. “Los proveedores debemos responder a sus necesidades energéticas pero, de igual modo, esta tecnología nos ayuda a desarrollar propuestas de mejora en términos de sostenibilidad”, analiza. En el caso de Vertiv ya están aplicando la inteligencia artificial en algunos servicios alrededor de los centros de datos, para una mejor toma de decisiones en relación al uso de la infraestructura.
Los centros de datos, en la Unión Europea
En Europa, el sector de los centros de datos tiene un acuerdo firmado a través del cual se compromete a alcanzar la neutralidad de carbono a través de fuentes de energía 100 % renovables en 2030. “Es bastante ambicioso”, asegura. “En un principio, la Unión Europea, cuando trataba temas de sostenibilidad, solo ponía el foco en los equipos de consumo y en el reciclado de los mismos. Posteriormente percibió que los centros de datos y la economía digital, incluyendo las telecomunicaciones y los nodos de redes, suponían un consumo energético suficientemente importante para tenerlos en consideración”, explica.
La última novedad es la Directiva Europea de Eficiencia Energética (UE) 2023/1791, que se ha visto complementada por el Reglamento Delegado (UE) 2024/1364, y que establece nuevas obligaciones para los centros de datos, con el objetivo de reducir el consumo energético y avanzar aún más en la sostenibilidad en el sector.
Una directiva que establece, por ejemplo, que aquellos centros de datos con una potencia igual o superior a 500 kW deberán reportar anualmente datos claves sobre su rendimiento energético. Unos informes que deben incluir indicadores como el consumo total de energía, la eficacia del uso de la energía (PUE), el uso de agua (WUE), el factor de reutilización de energía (ERF), el factor de energía renovable (REF) y el uso de calor residual y de energía renovable. En el caso de las instalaciones con una potencia total superior a 1 MW, deben aprovechar el calor residual para calefacción u otras aplicaciones de recuperación de energía, a menos que puedan demostrar que no es técnica o económicamente viable.
“Todos los centros de datos van a tener que forzarse en virtualizar servidores o en sacar mejores prestaciones a sus equipos de refrigeración utilizando tecnologías más avanzadas. Se les está empujando a conseguir una mayor eficiencia”, analiza. “De cualquier manera, la palabra sostenibilidad ya está en su ADN”.