El gasto total en I+D+i que recogen los Presupuestos Generales del Estado 2017 crece menos que el PIB o el IPC, según alerta AMETIC. Las cifras publicadas en el apartado de la Política de Gasto de Investigación, Desarrollo e Innovación ascienden a 6.501 millones de euros, frente a los 6.429,6 millones del año 2016, lo que supone un incremento de 71,4 millones de euros, un 1,11 % más. Este incremento es menor del incremento del 4,1 % que se ha destacado oficialmente sobre I+D+I en los presupuestos.
Este incremento se sitúa por debajo de cifras como el crecimiento esperado del PIB (2,5 %) o la tasa de inflación que se maneja para este año, del 1,5 %. Este dato confirma el retroceso en la I+D+i por parte del Gobierno y su falta de apoyo a la innovación en un momento de recuperación económica, según señala la patronal tecnológica.
Otra dato negativo es que se da prioridad al préstamo frente a la subvención, que es la modalidad de ayuda que prefieren las empresas. En la partida del gasto en I+D+i civil, representa casi el 90 % del total del gasto en I+D+i, figura la cantidad de 6.029 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,1 % frente a los 5.793 millones de 2016 . Este incremento se correspondería con el 4,1 % anunciado; pero al desglosarla en dos partes se observa que la partida destinada a la subvención se sitúa en los 2.446 millones de euros, mientras que la del préstamo se cifra en 3.583 millones.
Estas cantidades suponen un 2,6 % menos en la partida de la subvención y un incremento del 9,2 % en la del préstamo.
En cuanto a los beneficios fiscales, el balance es negativo. El concepto de deducciones por actividades de investigación e innovación se ha recortado a la mitad, un 49,8 %, lo que merma las posibilidades de las empresas a la hora de apostar por la I+D+i.
«La falta de apuesta por la innovación y la insistencia en privilegiar el préstamo a costa de las subvenciones a la I+D+i no permiten valorar positivamente estos presupuestos», indican fuentes de AMETIC. «A diferencia de los países más avanzados, la innovación no se sitúa entre las prioridades para afirmar la competitividad del país y la continuidad del crecimiento», añaden.