Hace un par de años Schneider Electric ponía en marcha el programa Let’s Go Engineering, una iniciativa dirigida a despertar, a través de la formación, la curiosidad en torno a la ingeniería y la tecnología en las escuelas. Un programa, focalizado en la etapa de primaria, que tenía como íntimo propósito acabar con los estereotipos de género. Susanna Cabos, directora global de proyectos de satisfacción de cliente en la multinacional, descubre la meta última, plena de igualdad. “No queremos que todos sean ingenieros o ingenieras, queremos que, mañana, con información y formación, sean libres de escoger aquello que más desean”.
Desde su puesto de responsabilidad mundial, Susanna Cabos reflexiona también acerca del recorrido de la mujer hacia estas cumbres. Una de las principales barreras para que sigamos ganando espacio es la brecha de género que persiste en el reto de conseguir la conciliación. “Las mujeres siguen dedicando más tiempo a cuidar de los hijos, del hogar y de las personas dependientes”, insiste.
Según los datos del informe “Women in business 2021″ elaborado por Grant Thornton la cifra de mujeres directivas en España se sitúa en el 34 % por segundo año consecutivo. Un estancamiento que se produce tras una evolución positiva en los últimos dos años, en los que pasó del 27 al 30 % en 2019 y del 30 al 34 % en 2020. ¿Qué explica este estancamiento? ¿Qué barreras persisten para conseguir el acceso de las mujeres a más puestos directivos?
La brecha de género en lo que respecta a la conciliación persiste. Sin duda esa es una de las principales barreras. Las mujeres siguen dedicando más tiempo a cuidar de los hijos, el hogar y las personas dependientes. Y el confinamiento no ha mejorado esta situación. Además, todavía no son suficientes las organizaciones que incluyen acciones específicas para reducir esta brecha en sus planes estratégicos a medio y largo plazo. En el caso de Schneider Electric llevamos años haciéndolo y los resultados han sido claramente positivos. Actualmente, el 50 % del comité de dirección de la zona Iberia y más del 30 % de la plantilla están formados por mujeres.
Una de las principales barreras para que sigamos ganando espacio es la brecha de género que persiste en el reto de conseguir la conciliación
No menos importante es la escasez de redes de apoyo, un aspecto importante a la hora de facilitar el acceso a puestos de alta dirección en igualdad de condiciones. Muchas escuelas de negocios ya han identificado esta problemática y la han incluido en sus programas de dirección. En este sentido, en Schneider Electric lideramos con el ejemplo. Hace dos años creamos la comunidad We Mean Tech, hecha por y para mujeres con interés, estudios universitarios o roles STEM. Su función es impulsar la visibilidad de los perfiles femeninos que trabajan en estas áreas, dentro y fuera de la compañía, en España y en Portugal, creando un ecosistema que les permita compartir sus retos, difundir mejores prácticas y fomentar el networking.
Echando un vistazo al sector TIC, menos del 30 % de sus profesionales son mujeres en España. Según un estudio de Kaspersky, el 41 % de estas mujeres españolas cree que los efectos de la pandemia de la covid-19 ha supuesto un retraso en su desarrollo profesional. Incluso 4 de cada 10 reconoce que ha hecho un gran esfuerzo por conciliar el trabajo y la vida familiar desde marzo de 2020. ¿Cuál es su visión de lo que ha pasado en España en el último año? El teletrabajo, ¿no debería ser una de las vías para alcanzar la igualdad por sus ventajas para conciliar?
Ya antes de la pandemia las familias tenían dificultades para compaginar los horarios laborales con los de los centros educativos. Y con el cuidado de familiares dependientes pasaba lo mismo. Las estadísticas indican que son las mujeres las que asumen mayoritariamente estas responsabilidades. Durante el confinamiento más duro, con el cierre de las escuelas, esta situación se agravó. Un informe de UN Women indica que, en 2020, un 36 % de las mujeres se encargó de enseñar a los niños, mientras que este porcentaje, en el caso de los hombres, se redujo al 28 %, una tendencia que se repite en la limpieza del hogar, el cuidado de los hijos, la cocina y las compras.
Apostar por el teletrabajo es clave para alcanzar la igualdad
Dicho esto, para Schneider Electric apostar por el teletrabajo es clave para alcanzar la igualdad y hace más de una década que implementamos un modelo híbrido al que se acogen hoy un elevado porcentaje de empleados. Pero no me estoy refiriendo a ese modelo de teletrabajo que vivimos durante el confinamiento. Hemos de entender que esa era una situación excepcional y que las ventajas del auténtico teletrabajo en términos de conciliación y corresponsabilidad son enormes, tanto para hombres como para mujeres.
El segmento TIC, lógicamente, debe trabajar para que cada vez sean más las niñas que amen las STEM. Sin embargo, ¿no debería ser lo más importante desvincular la educación de los prejuicios de género, asegurando que las niñas eligieran con libertad, sea STEM o no STEM su elección? Para la lucha por conseguir la igualdad, ¿sería más importante, por ejemplo, conseguir la paridad en el Consejo de Administración de una empresa TIC (o en un banco) que en la RAE o al frente de un periódico?
Estoy totalmente de acuerdo. Por esta razón, en Schneider Electric hace dos años lanzamos el programa Let’s Go Engineering, una iniciativa integrada dentro de los programas educativos de la escuela, dirigido tanto a niños como a niñas de primaria, que pretende descubrirles los ámbitos de la ingeniería y la tecnología acercándoles el impacto que tienen en la vida de las personas y en el mundo en general. Así, nuestros voluntarios, acompañados de los profesores, despiertan la curiosidad de los estudiantes a través de juegos y talleres -ahora de forma virtual-, con un foco importante en los estereotipos de género. No queremos que todos sean ingenieros o ingenieras, queremos que, mañana, con información y formación, sean libres de escoger aquello que más desean.