La transformación digital avanza a gran velocidad, y la inteligencia artificial está en el centro de esa aceleración. Lo que antes era algo diferencial, ahora es un requisito imprescindible. Las organizaciones no solo demandan profesionales capacitados, sino también partners capaces de ofrecer formación especializada, rápida y alineada con sus objetivos de negocio.
Si atendemos a los datos, según IDC, el mercado español de inteligencia artificial alcanzará 1.400 millones de euros en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 27 %. Statista, por su parte, espera que supere los 11.600 millones de euros en 2030, con un crecimiento anual compuesto del 28,7 %. En paralelo, el mercado español de formación online también está en expansión: se prevé que pase de 5.200 millones de dólares en 2024 a más de 16.700 millones en 2030, según Grand View Research.
La inteligencia artificial lidera la demanda formativa
En este contexto, la inteligencia artificial se ha convertido en el principal foco de interés formativo. Las empresas no solo quieren saber qué hace la IA, sino cómo aplicarla a sus procesos, cómo rentabilizar su inversión y cómo formar a sus equipos para usarla de forma eficaz.
“Sin duda, la mayor demanda formativa en estos momentos se concentra en torno a la inteligencia artificial, especialmente en soluciones como Microsoft Copilot, Copilot Chat y la IA aplicada a entornos empresariales”, afirma Ignacio González,
Pero, más allá del aprendizaje técnico, existe una preocupación estratégica: el miedo a quedarse atrás. “La percepción general es clara: nadie quiere quedarse atrás. La adopción e implementación efectiva de estas soluciones se está convirtiendo en una ventaja competitiva clave, y quienes no actúen con agilidad corren el riesgo de quedar fuera del mercado”, advierte González.
Uno de los grandes cambios que se avecinan es el uso de la IA no solo como tema de estudio, sino como parte activa del proceso formativo
IA como herramienta
Uno de los grandes cambios que se avecinan es el uso de la IA no solo como tema de estudio, sino como parte activa del proceso formativo. Plataformas educativas ya están comenzando a integrar asistentes basados en IA, generación automática de contenidos, sistemas de seguimiento personalizados y aprendizaje adaptativo.
“Debemos integrar la IA no solo como contenido, sino también como una herramienta que actúe como copiloto en nuestros modelos formativos, aportando diferenciación y valor añadido a nuestra metodología”, señala González.
La clave será desarrollar modelos flexibles, escalables y continuamente actualizados. Las empresas demandan formaciones más ágiles, centradas en casos de uso reales y con impacto tangible en el puesto de trabajo.
El canal, ¿listo para liderar el cambio?
Mientras tanto, el canal de distribución observa una demanda creciente de formación en plataformas de datos como Microsoft Fabric, así como en tecnologías más consolidadas como Azure, Power Platform o Microsoft Intune. Este interés refleja la necesidad de las empresas de gestionar y analizar grandes volúmenes de datos, automatizar procesos y garantizar la seguridad en entornos digitales cada vez más complejos.
En conjunto, estas áreas han registrado un crecimiento interanual cercano al 40 %, lo que obliga a los partners a ampliar su oferta formativa y reforzar su especialización para cubrir las nuevas competencias que requieren sus clientes.
La actualización constante y la capacidad para ofrecer soluciones integrales se convierten así en factores esenciales para mantener la competitividad en un mercado en rápida evolución. “Estamos convencidos de que los proyectos en los que hemos incorporado IA se convertirán en una palanca clave de crecimiento”, concluye González.