No solo daños sobre la reputación o los clientes, la fuga de datos provoca el despido de los empleados implicados en la misma. Así sucede en el 31,9 % de los casos detectados en España, que en el 50 % de los casos afecta a empleados senior de otros departamentos distintos a TI ya que el incidente puede afectar a cualquier tipo de trabajador.
Según un estudio de Kaspersky (“Del auge a la caída de los datos: riesgos y premios de proteger la información personal”), el 23,9 % de las empresas españolas sufrió una fuga de información que en el 52,2 % afectó a información personal de los clientes.
Las consecuencias son variadas después de una fuga de información: el 49,3 % de las compañías españolas tuvo que indemnizar a los clientes afectados, un 30,4 % tuvo problemas para conseguir nuevos clientes y otro 32,7 % pagó multas y otras penalizaciones.
Analizando el tipo de datos, el 89,8 % de las compañías españolas guarda información personal de sus clientes; junto al 86 % de sus empleados. El riesgo principal, según apunta la marca, es la fórmula que las empresas eligen para guardarlo: aproximadamente el 20 % de los datos de clientes se almacena fuera del perímetro corporativo, en la nube pública, los dispositivos BYOD y en aplicaciones SaaS, lo que implica mayor dificultad para protegerlos.
Ahora bien, el 86 % de las empresas cuenta con alguna solución para proteger los datos y política de cumplimiento; lo que, sin embargo, no asegura que los datos se tratarán de manera adecuada. Kaspersky insiste en que hay que mejorar la conciencia de ciberseguridad, no solo entre los empleados que forman parte del departamento TI como del resto.