Más actividad en el mercado. Mario García, director general de Check Point, asegura que hay más alegría y, por tanto, mayores oportunidades de negocio en el área de la seguridad. Con una estrategia en la que la seguridad está definida por el software, la marca sigue abriéndose paso en todos los mercados desde que a finales del año pasado también empezaron a introducirse en el segmento de las pymes. Tampoco olvida el avance en la nube aunque, por el momento, la mayor parte de su negocio transcurre de manera tradicional.
La compañía acaba de cerrar su primer semestre fiscal. En el primer trimestre se creció un 6 % a nivel mundial. Ya sé que no dan datos concretos del mercado español, pero en la medida de lo posible, ¿qué balance se puede hacer del negocio en nuestro país?
En España nos ha ido bien. Ha sido un primer semestre positivo. Se nota una mayor actividad, lo que se traduce en un mayor negocio. Además algunas compañías con las que trabajamos se están expandiendo por Latinoamérica, lo que también repercute de manera positiva en nuestros resultados.
¿Y en qué segmentos se ha apoyado esta buena sensación?
Ha sido generalizado. Hemos notado actividad en todas las áreas. Incluso en el sector público se ha notado una mejoría.
En la reunión que celebraron en Barcelona, Experience Check Point, el CEO de la compañía aseguró que la seguridad está en proceso de cambio y que la industria no está respondiendo lo suficientemente rápido a las amenazas de seguridad. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?
Es difícil transformar los negocios. En el caso concreto de Check Point, hemos anunciado nuevas tecnologías que, es cierto, luego no son adoptadas por el mercado a la velocidad adecuada; y que en algunos elementos podría derivar en una cierta desprotección. Hay ataques muy modernos, desarrollados con mucha inteligencia, a los que algunas empresas no pueden hacer frente de manera adecuada. No todo el mundo ha hecho las inversiones correctas.
20 años en el mercado lleva Check Point y el cambio en el modelo de amenazas ha sido enorme. Le he escuchado asegurar que la etapa del virus ha pasado, ¿cuáles son los mayores riesgos a los que se enfrenta la empresa?
Los riesgos son más globales y hay una mayor profesionalización de los ataques para obtener una información que después se puede vender. Es una industria que genera y explota el malware.
Además de estos ataques, ¿el empleado de la empresa sigue siendo la principal amenaza?
Efectivamente. Check Point cuenta con una campaña que incluye las tres dimensiones: personas, políticas y productos. Puedes tener unos productos maravillosos que no protegen de manera completa si no existe una política de seguridad adecuada y unos usuarios que sepan utilizarlos de manera correcta.
¿Cómo calificaría la situación de las empresas españolas en materia de seguridad?
Las diferencias, dependiendo de las empresas, son enormes. Hay compañías muy preparadas, con equipos de seguridad importantes, que llevan a cabo reuniones para luchar de manera conjunta contra el fraude. Y, al otro lado, existen empresas sin ninguna protección, que no toman las medidas adecuadas y que sin embargo tienen la falsa sensación de seguridad.
La apuesta de Check Point está basada en una seguridad definida por el software. ¿En qué cree que se diferencia de las estrategias de la competencia? El hardware, entonces, ¿a qué queda relegado?
La inteligencia real la proporciona el software. Lo que diferencia a Check Point es su concepción de que, primero, todo debe ser seguro. La seguridad va embebida en todos y cada uno de los aspectos que forman parte del producto.
El hardware, por su parte, tiene dos aspectos que cumplir. Primero, su misión vehicular; y además, debe reunir una serie de requisitos más específicos, como tiempo de disponibilidad, velocidad de computación, etc.; que un hardware de propósito general no puede cumplir. Por ello se requiere un hardware específico que sí cumpla con todos estos requisitos y que permita a la solución de seguridad contar con el rendimiento necesario para desarrollar toda su capacidad. Check Point cuenta con hardware propio que sí asegura este cumplimiento. Y esto no da más seguridad, sino que garantiza que ésta funcione. Poseemos, por tanto, una gama completa de soluciones.
Una de las últimas novedades es ThreatCloud IntelliStore, la primera tienda de inteligencia ante amenazas, ¿en qué consiste esta apuesta?
Más seguridad es bueno para todos. Existen una serie de fuentes de información de seguridad y de profesionales dedicados a estudiar la procedencia de todas las amenazas nuevas; a los que resulta difícil acceder. Existes armas en el lado de “los buenos” y una industria de seguridad que Check Point, con esta iniciativa, trata que sus clientes accedan a ella de manera mucho más sencilla para que mejoren su propia seguridad. Se mantienen alerta de los últimos datos y amenazas en materia de seguridad.
Cuando el perímetro se ha extendido tanto que ha llegado a los bolsillos de los usuarios, supone tanto un reto como una oportunidad para los proveedores de seguridad. El BYOD, del que tanto se habla, ¿es ya una realidad en nuestro país y, por tanto, un tirón actual para el negocio?
Absolutamente. Y sobre todo con los teléfonos inteligentes, apenas con los ordenadores portátiles. Se ha empezado a traducir en negocio aunque queda muchísimo por desarrollar. Algo tan básico como contar con una contraseña que diferencie, en el teléfono, la parte profesional de la personal, es mínimo el número de empleados que lo tiene. Se ha hecho el BYOD sin tener en cuenta ninguna protección básica ni siguiendo una mínima política de seguridad.
Otra de las áreas de oportunidad es el centro de datos, hacia el que todo el mundo se vuelve. Hace un par de meses lanzaba una nueva solución. ¿También es una de las más grandes oportunidades para Check Point?
Hay mucha actividad en el centro de datos en España repartida en torno a dos áreas: con las compañías propietarias de los centros de datos estudiando qué infraestructura pone a disposición de sus clientes y con las empresas usuarias, observando qué seguridad añaden a lo que les ofrece el centro de datos. Contar con un centro de datos seguro no elimina la responsabilidad de las empresas de asegurar que los datos alojados allí estén suficientemente protegidos. La autenticación no se debería delegar nunca. Nuestro modelo es muy flexible y las opciones que damos a los clientes son variadas.
A finales del pasado año, anunciaba el desembarco de la compañía en el mundo de las pymes, basado en una oferta ajustada, sobre todo, en el precio; un equipo dedicado y una estrategia de canal. ¿Cómo ha funcionado en estos seis primeros meses?
Hemos ido afinando la estrategia porque el mercado de la pyme es enorme pero tremendamente complicado porque es muy difícil acceder a ella. Hemos ajustado nuestra estrategia de canal con compañías muy bien situadas en determinadas regiones y a las que estamos proporcionando una plataforma de servicios de seguridad gestionada para que se la ofrezcan a los proveedores de la zona, que se acercan a las pymes con una oferta completa, en la que la tecnología es solo una parte. Junto a esta aproximación, estamos trabajando con los proveedores de servicio tradicionales para estudiar diferentes fórmulas de seguridad basadas en la nube que les permitan llegar a sus clientes y ofrecerles, junto a su oferta tradicional, una opción de seguridad.
La oferta para este mercado arrancó con un appliance; ahora se abre a la nube. ¿Es la mejor opción?
No todas las empresas tienen las mismas necesidades y más en el mercado de la pyme con tanta diversidad. Lo que hemos hecho ha sido completar nuestra oferta. Existen múltiples alternativas, entre ellas la nube.
Frente a otros proveedores de seguridad con un foco enorme en la nube, ¿cómo se observa esta para Check Point?
El negocio tradicional sigue siendo la parte del león de Check Point. Las grandes empresas, aunque han subido algo a la nube, no han delegado ningún sistema de seguridad. Colaboran, eso sí, con los proveedores locales para lograr una personalización completa de los servicios que requieren; algo, por cierto, que no ofrecen los proveedores internacionales.
La nube crece cada vez más, lo que no supone que todo vaya a ser nube. Hay empresas que nunca se van a llevar una serie de servicios fuera de sus sistemas.
Check Point cuenta con un canal tradicional y estable formado por alrededor de 100 compañías. Se está poniendo en marcha un programa de canal, que todavía tardará, pero, ¿qué novedades nos puede adelantar?
Pretendemos calificar a nuestros socios más que por el volumen puro de negocio por un alineamiento de su estrategia con la nuestra. Y en función de los parámetros que marcan el negocio (foco, exclusividad, proactividad para ganar nuevos clientes, etc.), categorizaremos a nuestros socios, invirtiendo en ellos. En función de las diferentes categorías, tendrán distintos términos y condiciones. Todo se hará en base a valores cualitativos más que cuantitativos. Quiero crecer con mis partners y eso requiere una estrategia de crecimiento concreta con cada uno de ellos. Se trata de dar una solución a cada uno.
¿Y el canal mayorista?¿Va a existir alguna novedad o algún cambio en la estructura?
Seguimos con los mismos. El segmento del mayorista es convulso, se ha reducido enormemente y algunos están transformándose en compañías diferentes. Y los detalles estratégicos van a marcar la diferencia. En nuestro caso, los mayoristas paneuropeos nos permiten tener una plataforma estable en la distribución, en la financiación, en la logística… que te permite contar con un negocio estable.
Tras estos seis primeros meses, positivos, ¿cómo se observa la otra parte del año?¿Se puede crecer?
Desde mitad del año pasado se nota una actividad mayor en segmentos como la industria y los servicios. También la Administración Pública está invirtiendo. Y en base a ello, soy optimista en el negocio.
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