Samsung ha evaluado el impacto del uso de la tecnología en la escuela, fruto de la aplicación de su proyecto Smart School desarrollado durante el curso 2015-2016 en 29 centros de Educación Primaria de toda España, y el resultado es que el uso de las tabletas supone el comienzo de un cambio en la manera de aprender, que lleva aparejado una mayor creatividad y autonomía en este proceso.
El estudio «El impacto de la tecnología en el aprendizaje», realizado por Mar Camacho, doctora en Tecnología Educativa y especialista en la aplicación del mobile learning y las tecnologías emergentes como herramientas de aprendizaje, ha analizado el impacto que la tecnología tiene en el desarrollo de las competencias comunicativas y lingüísticas, las competencias digitales y la capacidad para «aprender a aprender».
La investigación se desarrolló con una metodología que incluía visitas in situ, entrevistas telefónicas y focus group a padres, alumnos y profesores del programa. Según apuntó Camacho, el análisis desde el punto de vista cualitativo refleja que el alumno identifica el uso de la tecnología como una manera de aprender jugando y de ser más autónomo en su aprendizaje; mientras que el profesorado señala que le proporciona nuevas estrategias didácticas y más opciones para desarrollar actividades colaborativas, aunque reconoce las dificultades a la hora de evaluar lo aprendido.
Entre las conclusiones del informe también figura que las tabletas son el motor del cambio educativo ya que se han introducido en todas las asignaturas del currículum. Las actividades que más valoran los estudiantes son las que resultan más dinámicas, interactivas e interdisciplinares como la utilización de las tabletas en las salidas al campo o en actividades audiovisuales.
En cuanto a otras consecuencias del uso de la tecnología en el aprendizaje, el estudio revela que fomenta la creatividad, la atención, la motivación y el desarrollo de las competencias claves como el sentido de la iniciativa, la capacidad para aprender, la competencia digital, etc.
Otro aspecto que ha favorecido el uso de las tabletas en el aula es la individualización del aprendizaje, respetando los propios ritmos de los alumnos y facilitando la colaboración.
El informe también dedica un apartado a las recomendaciones y aspectos a mejorar como la evaluación. Se reconoce que el aprendizaje activo, por proyectos, o creando productos grupales como resultado de lo aprendido es incompatible con los sistemas de evaluación tradicional.
Entre los aspectos a mejorar figuran la falta de cobertura y conectividad a Internet, los problemas técnicos puntuales o las carencias formativas en ciertos aspectos por parte del profesorado.
Este nuevo estudio, que se enmarca dentro del proyecto Smart School que la compañía puso en marcha hace tres años, pretende servir de ayuda para «todos los docentes y centros que quieran abordar la transformación digital de sus aulas, con recomendaciones prácticas, sobre la utilización de las herramientas tecnológicas en el proceso educativo», subrayó Francisco Hortigüela, director de relaciones institucionales, comunicación y ciudadanía corporativa de Samsung.