Maria José Talavera tomó las riendas de la filial ibérica de VMware hace casi una década. 10 años en los que el negocio en España se ha multiplicado por más de tres y en el que la empresa ha llevado a cabo una potente diversificación de su oferta, mucho más allá de la primigenia virtualización del cómputo. La trayectoria del crecimiento de España, por encima del que ha marcado la corporación en los últimos años, va a continuar en su presente año fiscal que concluirá a finales del próximo mes de enero. Talavera pronostica, en un año que califica de extraordinario, que el crecimiento podría moverse entre el 20 y el 25 %.
El próximo mes de marzo cumplirá 10 años dirigiendo la filial ibérica de VMware. ¿Qué ha permanecido de la compañía en esta década y qué aspectos han cambiado?
Hay un aspecto que ha permanecido, y que permanecerá siempre porque forma parte del ADN de la compañía, que es ofrecer a los clientes soberanía de elección. Hace 10 años VMware era una compañía básicamente mono producto y ya ofrecíamos esta libertad de elección en el hardware. Y eso se ha ido manteniendo en el tiempo y, a día de hoy, somos cloud agnósticos. Desarrollamos una estrategia multicloud, que ahora se observa anticipada y acertada en el tiempo. Hace años empezamos a hablar de la nube híbrida y a establecer alianzas con los mayores hiperescalares; alianzas basadas en tecnología que permiten a nuestros clientes disfrutar de esa soberanía en la elección de la cloud pública; asegurando la reversibilidad.
Aspectos que han cambiado en España es que hemos multiplicado por más de tres el negocio de hace diez años. 2021 va a ser un año extraordinario. Inauguramos hace tres años el Digital Sales Center en Barcelona, con más de 200 personas trabajando en él, y la adquisición de la empresa sevillana Bitnami también ha sumado más “población” a nuestra plantilla que se ha multiplicado en esta década: desde los apenas 40 empleados a los cerca de 400 en nómina en España (no todos ellos dedicados al negocio de nuestro país).
Otro aspecto que ha permanecido es el cuidado de nuestro ecosistema de partners. Contamos con partners globales, muy interesantes, para dar servicio a los clientes que también tienen este perfil global; y mantenemos una apuesta muy fuerte por partners locales, abiertos a las áreas de negocio que son más recientes para VMware. Hay que pensar globalmente y actuar de manera local. Ahora tenemos compañías especializadas en seguridad, en SD-WAN o en transformación del puesto de trabajo.
En esta década, la estrategia de la compañía se ha extendido, de una manera increíble, desde su tradicional dominio de la virtualización del cómputo hasta el puesto de trabajo, la seguridad, la red o el desarrollo de las aplicaciones. ¿En qué áreas diría que es ya clara la colonización y en cuáles es necesario un recorrido más largo?
En todo lo que tiene que ver con infraestructura de cloud, VMware Cloud Foundation, que aglutina la virtualización de cómputo, red y almacenamiento, somos los “incumbents”, contando con el mayor peso del mercado. En este apartado hemos demostrado nuestro valor: los grandes hiperescalares utilizan nuestra tecnología para hibridar sus nubes públicas con los centros de proceso de datos.
En el área del usuario final (end-user computing) no fuimos los primeros en acceder a este entorno y, aunque nos ha costado, hemos demostrado gracias a las alianzas con los hiperescales que somos capaces de habilitar puestos de trabajo virtuales rápidamente. Hemos tenido varios proyectos muy importantes durante la pandemia pero tenemos que seguir trabajando. Nuestra apuesta por este entorno es grandísima.
Hemos conseguido cambiar el paradigma de la seguridad. Antes ésta se entendía vinculada con muchos proveedores de nicho y nuestra apuesta es por una seguridad que acompañe a la carga de trabajo en todo su ciclo: desde el centro de proceso de datos hasta el dispositivo final. Con nuestro concepto de seguridad intrínseca hemos conseguido hacernos un nombre en el mercado. No somos una empresa de seguridad, pero la garantizamos como ninguna otra lo hace. Y simplificamos y reforzamos el escenario de la seguridad, ya que éste es mucho más seguro cuando la seguridad acompaña a la carga de trabajo.
Las áreas en las que estamos haciendo una inversión brutal es en el edge, donde aplica la seguridad; y en las aplicaciones cloud, sobre todo tras la adquisición de Pivotal. En este entorno conseguimos unir, de manera rápida, el mundo del desarrollo y el de la producción. El mundo está dirigido por las aplicaciones y la competitividad de un negocio depende en muchos casos de la rapidez con la que una empresa despliega sus aplicaciones.
Mi pronóstico es que acabaremos el año fiscal con un crecimiento entre el 20 y el 25 %
VMware ha crecido, a nivel mundial, un 9 % en el primero y en el segundo trimestre fiscal, con el SaaS y las suscripciones creciendo un 29 y un 23 %, respectivamente. Los resultados en nuestro país, ¿están parejos a esta realidad corporativa? ¿Cómo ha discurrido el tercer trimestre?
En España llevamos arrastrando un crecimiento de doble dígito en este año y el tercer trimestre, que acabamos de cerrar, ha sido espectacular; por lo que las expectativas que tenemos de cierre de año fiscal, a finales de enero, son muy buenas, por encima del doble dígito. Mi pronóstico es que acabaremos el año con un crecimiento entre el 20 y el 25 %. En lo que se refiere al SaaS, también estamos por encima de los crecimientos de la compañía. España siempre ha ido por encima del crecimiento medio de la compañía. Y este año está siendo especialmente bueno.
Llevamos un año en el que todo el mundo dice que el teletrabajo está para quedarse y en el que va a crecer su adopción. Lo que es cierto en que a mitad de este año había descendido su práctica, calculándose que solo el 11 % de la población trabajadora realiza su labor fuera de la oficina algún día, lo que apunta a que la implantación no va a cumplir con las expectativas del pasado año. ¿Cuál es su percepción? ¿Qué proyectos se han implantado en el último año?
Los proyectos más relevantes han sido en el ámbito de la sanidad pública, por la necesidad de asistencia sobre todo en la atención primaria.
Coincido contigo en que la sensación inicial de que todo iba a ser teletrabajo se está desinflando. Quizás porque en España somos mucho de impulsos. En el caso concreto de VMware, estamos implementando un modelo híbrido en el que dotamos a los empleados de las herramientas suficientes con las garantías de seguridad para llevarlo a cabo. Y no solo las tecnológicas, sino también las relacionadas con el cambio cultural. Estamos intentando que se aprenda a gestionar la agenda, tanto la personal como la profesional. El aspecto cultural es muy importante: las empresas serán menos competitivas y atractivas, de cara a sus empleados, en la medida en la que no faciliten esa hibridez.
Hay un aspecto que ha permanecido, y que permanecerá siempre porque forma parte del ADN de la compañía, que es ofrecer a los clientes soberanía de elección
Lógicamente, la estrategia de VMware es multicloud. Mantiene alianzas con IBM, Oracle, Microsoft Azure, Google, Ali Baba y AWS, sin duda, la alianza con mayor recorrido del negocio. Tengo la sensación de que, frente a lo que nos hacen creer de que es muy fácil mover cargas de una nube a otra, ¿no deben hacer frente las empresas a un panorama cada vez más complejo? ¿Cuál es el valor de VMware en este ámbito?
Les damos la posibilidad de una libre elección y que, además, pueda ser reversible. En estos momentos hay un debate muy fuerte entre retener el control de los sistemas o innovar. La nube pública es muy buena para innovar y para los despliegues rápidos que se retardarían si las empresas tuvieran que montarlos en un centro de proceso de datos. Pero es clave compaginar la retención del control con la capacidad de innovación. Para ello VMware ha hecho dos lanzamientos en esta línea. Por un lado, los Cloud Services para simplificar estas tareas de subir cargas a la nube pública, evaluando los costes que esta tarea tiene en relación a los entornos privados. Se trata de servicios modulares que aplican en cualquiera de las nubes públicas. Efectivamente este entorno tiene una complejidad tremenda, cada día más: el 70 % de las compañías trabaja, como mínimo, con dos nubes públicas y el 40 % con tres o más. Nosotros abogamos por no tener sistemas estancos, sino por que todo sea muchísimo más horizontal; referida esta horizontalidad a optar por la nube pública y también por el edge.
En España la marca trabaja con un ecosistema de partners en el que conviven compañías con proyección internacional (Telefónica, Arsys, Media Cloud o HPE), junto a proveedores locales. ¿Seguirá manteniéndose esta convivencia o las empresas locales tienen cada vez menos espacio?
En nuestra industria, al igual que en muchas otras, siempre hay en marcha un proceso de consolidación. Cada vez más quedan menos y más grandes. Sin embargo, junto a la ambición de emprender en determinados países y en nuevos proyectos, cada vez habrá más startups que tarde o temprano acabarán en uno de los grandes. Se requiere de esos proveedores pequeños porque son aliados muchísimo más flexibles y ágiles. Y de innovar y de hacer propuestas interesantes para los clientes; y muchas veces son comprados por las grandes compañías. Estoy convencida de que hay un proceso de consolidación que requiere que siga habiendo startups alrededor de la tecnología.
No somos una empresa de seguridad pero la garantizamos como ninguna otra lo hace
En los últimos tiempos, frente al mensaje de que las nubes públicas son la panacea, están cobrando más peso opciones híbridas, en las que, en entornos privados, las empresas disfrutan de las ventajas de la nube, en modelos de pago por uso. ¿Seguirán cobrando peso frente a los modelos 100 % nube pública? ¿Qué espacio cree que será el techo de la nube pública?
Todo esto tendrá un equilibrio que será un 50 % para cada entorno. Habrá empresas que opten por tener sus cargas completamente en la nube pública y habrá empresas que harán uso de ella en un porcentaje muy bajo. Por tanto, auguro ese reparto igualitario por varias razones. Hay un tema de regulación que impide que determinadas cargas o determinados datos salgan a la nube pública. Y también el coste. La nube pública no es más barata. De manera sostenida trasladar todos los sistemas, todas las cargas de trabajo de una compañía a la nube pública multiplica el coste sensiblemente.
Por último, y esto es una opinión muy personal, creo que el mundo va a impedir que todo se vaya a la nube pública ya que grandes creadores de nube pública hay, apenas, dos o tres compañías.
El centro de Barcelona, Digital Sales Center, ¿cuál el balance de estos tres años de recorrido?
Muy positivo. Es un centro que ha ido creciendo poco a poco, dando servicio a toda Europa y a una parte de Medio Oriente y de África. Es uno de los centros que nos va a ayudar en la transformación de la compañía hacia el SaaS. Además, es una apuesta por el talento, a través de la formación; un talento que luego acaba en las diferentes filiales de VMware. Es una especie de incubadora de talento para toda EMEA.
Desde el pasado 1 de noviembre, VMware se ha escindido de Dell Technologies. A pesar de que siempre se ha percibido que VMware era un verso libre, ¿qué ventajas supone esta recuperada independencia?
Desde el principio, desde su compra por EMC, VMware siempre ha operado como una estructura independiente. Antes de la adquisición por parte de Dell Technologies, para VMware esta compañía era un partner y así se ha mantenido durante todo el tiempo que hemos formado parte de su estructura. Ahora seguirá siendo un partner; por tanto, en lo que tiene que ver con el negocio conjunto, nada va a cambiar. VMware es agnóstico en términos de canal; trabajamos con todos los partners y, al final, es el cliente quién decide con quién trabaja, no de nosotros.
En lo que vamos a ganar significativamente es en agilidad. VMware ha evolucionado tremendamente en estos últimos años y que seamos completamente independientes, incluida la estructura de capital, nos va a permitir decidir con más agilidad dónde queremos invertir y hacia dónde queremos ir.
Es clave que las empresas compaginen la retención del control con la capacidad de innovación
El canal es clave. ¿Ha acompañado a VMware en este recorrido estratégico? ¿En qué áreas debería invertir?
El canal nos ha acompañado. No es el mismo canal que hace diez años. Nos ha acompañado y ha evolucionado. Ha habido nuevas incorporaciones y también existen compañías que han perdido peso. Para VMware el canal es fundamental porque nos ofrece una enorme capilaridad de la que carecemos.
El canal tiene que evolucionar, en mi opinión, hacia las aplicaciones cloud nativas y la digitalización del puesto de trabajo. Es donde más se debería desarrollar. En otras áreas, como es la infraestructura cloud, hay un mayor número de compañías trabajando y el valor añadido es menor. Es una oportunidad para crecer con VMware en aquellas áreas en las que no tenemos tanto peso. Son entornos en los que tendrán un mayor éxito.