Carolina Moreno, vicepresidenta de ventas para EMEA y directora general para el sur de Europa de Liferay, señala que una de las barreras más importantes para el ascenso de las mujeres a puestos directivos sigue siendo la conciliación. A su juicio, el teletrabajo puede ayudar a conseguirla, pero no es suficiente. “El teletrabajo es una de las vías o caminos para lograr la igualdad, pero no por sí solo. Cobra sentido si lo acompañamos de políticas y medidas que realmente favorezcan el acceso de la mujer a los puestos de más alto nivel, sin tener que sacrificar todas sus responsabilidades personales”.
La educación es otro factor determinante para que las mujeres puedan desarrollar su carrera con libertad en función de sus capacidades y preferencias sin ningún perjuicio de género. “Cuando hablamos de educación, me gustaría pensar que educamos tanto a los niños como a las niñas del presente para verse como personas con las mismas oportunidades y derechos de elegir su futuro”, resalta Moreno.
Según los datos del informe “Women In Business 2021″ elaborado por Grant Thornton la cifra de mujeres directivas en España se sitúa en el 34 % por segundo año consecutivo. Un estancamiento que se produce tras una evolución positiva en los últimos dos años, en los que pasó del 27 al 30 % en 2019 y del 30 al 34 % en 2020. ¿Qué explica este estancamiento? ¿Qué barreras persisten para conseguir el acceso de las mujeres a más puestos directivos?
Este último año ha sido muy convulso para toda la sociedad, modificando los hábitos del día a día dentro de los núcleos familiares donde la mujer tiene un rol más destacado
Es cierto que en años anteriores habíamos visto que este informe arrojaba datos de crecimiento porcentuales muy interesantes y que ahora en 2020 se percibe un estancamiento en las cifras. Es posible que esté relacionado con la propia coyuntura económica y social que estamos atravesando. Pensemos que las empresas han vivido un entorno de incertidumbre sobre los comportamientos del mercado y las potenciales segundas, terceras olas que hemos visto ocurrir. Todos los sectores de actividad han tenido una tendencia a la reducción de costes y mayor prudencia en sus inversiones tanto en la segunda mitad del 2020 como 2021. Esta pausa en la actividad ha podido impactar en ese estancamiento. Por otro lado, una de las barreras más importantes a la hora de lograr el acceso de las mujeres a puestos directivos se halla en el ámbito de la propia conciliación laboral y personal. Este último año ha sido muy convulso para toda la sociedad, modificando los hábitos del día a día dentro de los núcleos familiares donde la mujer tiene un rol más destacado. Sería interesante ver, no sólo si hay nuevos perfiles femeninos en puestos directivos (nueva captación de directivas), si no también si el estancamiento está provocado por directivas que han dejado sus puestos (bajas) debido a la dificultad de compatibilizar altas cargas de trabajo remoto con muchas más responsabilidades familiares.
Adicionalmente, me gustaría destacar también otro informe como el Bloomber Gender-Equality Index de 2021, un índice de referencia que mide la igualdad de género a través de parámetros como el liderazgo, el talento femenino o la igualdad de la remuneración. Es reseñable que este año se han incluido a una veintena de empresas españolas de un total de 380 compañías de decenas de sectores y países de todo el mundo y, sobre todo, que la compañía que ha obtenido la mejor puntuación ha sido española, con un 41,6 % de mujeres en posiciones directivas en la actualidad y con un 42,8 % de mujeres en el consejo de administración.
Este es un ejemplo extraordinario para animar a todos y a todas a seguir trabajando los aspectos necesarios (cultura inclusiva, marca pro-mujer, etc) que favorezcan el rol de las mujeres dentro del mundo empresarial y a seguir incrementando su presencia a nivel directivo.
Echando un vistazo al sector TIC, menos del 30 % de sus profesionales son mujeres en España. Según un estudio de Kaspersky, el 41 % de estas mujeres españolas cree que los efectos de la pandemia de la covid-19 ha supuesto un retraso en su desarrollo profesional. Incluso 4 de cada 10 reconoce que ha hecho un gran esfuerzo por conciliar el trabajo y la vida familiar desde marzo de 2020. ¿Cuál es su visión de lo que ha pasado en España en el último año? El teletrabajo, ¿no debería ser una de las vías para alcanzar la igualdad por sus ventajas para conciliar?
El teletrabajo cobra sentido si lo acompañamos de políticas y medidas que realmente favorezcan el acceso de la mujer a los puestos de más alto nivel
Efectivamente, el teletrabajo es una de las vías o caminos para lograr la igualdad, pero no por sí solo. Cobra sentido si lo acompañamos de políticas y medidas que realmente favorezcan el acceso de la mujer a los puestos de más alto nivel, sin tener que sacrificar todas sus responsabilidades personales. Esto implica una real flexibilidad de horarios y un trabajo por objetivos más que por volumen de horas en ciertas franjas horarias. Considero necesaria una apuesta clara por parte de las empresas para lograrlo, fomentando la inclusión y la participación de la mujer a todos los niveles, con proyectos concretos y realistas que impulsen la igualdad de oportunidades.
El segmento TIC, lógicamente, debe trabajar para que cada vez sean más las niñas que amen las STEM. Sin embargo, ¿no debería ser lo más importante desvincular la educación de los prejuicios de género, asegurando que las niñas eligieran con libertad, sea STEM o no STEM su elección? Para la lucha por conseguir la igualdad, ¿sería más importante, por ejemplo, conseguir la paridad en el Consejo de Administración de una empresa TIC (o en un banco) que en la RAE o al frente de un periódico?
La mujer debe elegir su camino profesional con libertad, acorde a sus capacidades, su talento y su decisión o inclinación personal. La dificultad se halla, desde mi punto de vista, en que en este proceso los prejuicios de género se cuelan de forma subrepticia y, por eso, es tan importante la educación para eliminarlos. La presencia de modelos es necesario para que las niñas piensen: “Sí, yo puedo ser directora de un periódico, presidenta de un país o científica, porque veo mujeres que lo son y me gusta su biografía, lo que han conseguido y la energía positiva que proyectan”. Sin embargo, si esos modelos no existen (en muchos puestos siguen sin existir) o han tenido que sortear todo tipo de sacrificios y obstáculos para llegar a estas posiciones, el desaliento aparece y el incentivo de “yo también puedo serlo” disminuye o desaparece. Cuando hablamos de educación, me gustaría pensar que educamos tanto a los niños como a las niñas del presente para verse como personas con las mismas oportunidades y derechos de elegir su futuro, donde ven una carrera para ellos donde serán retribuidos y promocionados acorde a su valía y su contribución, sin importar su sexo. Por eso también es importante que haya igualdad tanto en el consejo de administración de una empresa TIC como en la RAE o en un periódico. Porque el pensamiento será diverso, plural y las balanzas se acabarán equilibrando, tanto en disciplinas STEM como en cualquier otra trayectoria profesional.