Las TIC llegaron al sector de la educación hace tiempo y lo hicieron para quedarse y transformar la manera de aprender. Sin embargo, tras años y diversos programas para implantarlas se sigue buscando la manera de encajarlas en el modelo educativo. La comunidad educativa sabe que son imprescindibles, pero el desconocimiento, las limitaciones presupuestarias y la falta de un modelo educativo claro y definido son las principales barreras para su implantación. AOC-MMD, D-Link, Lenovo, Meru Netwoks y Samsung son los proveedores que analizaron el estado de este mercado junto al director del IB Cañada Real de Galapagar.
El mercado de la tecnología para la educación sigue figurando entre las prioridades de los proveedores. Su importancia queda reflejada en el negocio que mueve anualmente que supone el 20 % de la inversión total en TIC, y en las ofertas específicas que destinan a este segmento, que a pesar de las dificultades económicas ha seguido invirtiendo.
2014 fue un año de avance para las TIC en la educación y este año se está manteniendo una tendencia positiva a pesar de la ralentización de algunos proyectos por ser un año de elecciones. Xavier Campos, business development manager de España y Portugal de D-Link, señala que “el año no ha empezado mal. Veníamos de una época de crisis, de recortes presupuestarios, y ahora estamos en época de elecciones y sufrimos retrasos, pero no nos podemos quejar. Tenemos proyectos e incluso algunos que empezaron en 2014 se están acabando de entregar”.
Lenovo también está viviendo un buen momento en el ámbito educativo, tras la apuesta que hizo la compañía por este negocio el año pasado y que ha convertido a España en uno de los países foco en este segmento, junto con Alemania y Reino Unido.
“El año pasado comenzó la apuesta fuerte de Lenovo por el mercado educativo y creamos un departamento específico de educación. Este año está funcionando muy bien. Hemos ganado proyectos importantes”, comenta Javier Álvarez, channel sales manager de Lenovo en España y Portugal.
Para Meru Networks lo más positivo es que la mejoría económica ha impulsado la renovación de la infraestructura. “Vemos más movimiento e interés en el sector de lo que veíamos antes”, recalca Maurice Dini, senior systems engineer de Meru Networks.
Agustín de los Frailes, country manager de AOC y MMD para Iberia, revela que el año pasado fue muy positivo para su compañía y, sobre todo, porque sus pantalla van unidas a los PC y se incrementaron las ventas de estos equipos. “Este año el primer semestre no ha sido tan fuerte como el año pasado, pero hay muchos proyectos que se harán en la segunda parte del año. Soy optimista”.
En cambio, Eduardo García, responsable de grandes cuentas de Samsung, no se muestra tan satisfecho con la evolución del año. “No va con las expectativas previstas. Llevamos tres años trabajando y las expectativas de este año se me han quedado cortas. El primer semestre no es el mejor momento; ahora en el segundo se deberían disparar las ventas”, añade.
Estrategia y tipo de proyectos
Este fabricante está desarrollando su estrategia en torno a la iniciativa Samsung School con la que pretende promover el cambio en el sistema educativo implantando un sistema basado en las aulas colaborativas similar al que se emplea en Corea del Sur. “Nuestro modelo se basa en la formación del profesorado y a partir de ahí empezamos a desarrollar el proyecto”, explica García.
La asesoría figura en las estrategias de los proveedores a la hora de plantear un proyecto, aunque no siempre se tienen en cuenta sus recomendaciones o quedan excluidas en los pliegos de los concursos públicos.
“En el apartado de pantallas no se nos está consultando mucho, sobre todo en la parte pública porque prima más el precio, el volumen y las subvenciones. Pensamos mucho a corto plazo y no pensamos tanto a largo plazo”, indica De los Frailes. Su percepción es que no se tienen en cuenta elementos de los equipos que pueden mejorar la calidad y el confort del trabajo del alumno, como las tecnologías que evitan los problemas visuales en el caso de sus pantallas, y que ofrecen una mayor productividad en la escuela que es el germen para generar más productividad en el ámbito del trabajo a largo plazo.
El responsable de Lenovo cree que los proyectos en la escuela pública se siguen basando en el precio, mientras que en la privada se está tratando de adecuar la tecnología a la educación.
Campos, de D-Link, mantiene una opinión similar. “Hay una limitación presupuestaria. En comunidades grandes donde se tienen que hacer despliegues masivos se puede entender que no se opte por la solución con las mejores prestaciones porque no tienen dinero para acometer ese despliegue. El sector privado es diferente. El colegio trata de vender su oferta tecnológica y pueden dedicar más recursos a esa tecnología puntera”.
A juicio de Dini, de Meru Networks, en el apartado de las redes queda mucho camino por recorrer porque no se tienen los conocimientos suficientes para adecuar la infraestructura al modelo educativo. “La capacidad que da la tecnología de la información en la educación es más potente que liberarse de un libro o generarlo en formato PDF. Hay una falta de conocimiento respecto a la infraestructura. No se prevé un modelo conjunto desde el punto de vista de modelo educativo, infraestructura y equipamiento”, subraya.
Educación pública
En este contexto, la inversión pública para este año se cifra en 1.200 millones lo que equivale a un gasto medio de 6.000 euros por alumno en los niveles de primaria y secundaria, según datos de los expertos. En el nivel de la educación universitaria, el gasto en la pública asciende a 200 euros y en la privada a 300 euros. Sin embargo, los proveedores creen que estas cifras no se ajustan a la realidad por los diferentes niveles de inversión en las comunidades autónomas.
En el apartado de las redes, los proyectos más habituales se circunscriben a cuatro cursos: dos de primaria y dos de secundaria. Además la evolución del wifi puede suponer un problema, ya que está implantada la tecnología 11n y con la llegada del nuevo estándar no todos los dispositivos soportan este ancho de banda.
Dini, de Meru Networks, cree que las comunidades más grandes invierten “con más descontrol y las más austeras hacen un estudio a largo plazo e invierten mejor”.
García, de Samsung, añade que “las distintas comunidades autónomas están abordando proyectos, pero están condicionadas a los fondos FEDER”.
Todos coinciden que para abordar un proyecto con éxito es necesario tener una infraestructura adecuada y en muchos casos se ha dejado en un segundo plano equivocadamente. “La primera parte es la dotación de infraestructura de comunicaciones. Sin ella la mejor solución no tiene sentido”, recalca García.
Las inversiones, además de estar supeditadas a los fondos FEDER y a su cuantía, también dependen del color político de la comunidad. Lenovo, como confirma Álvarez, ha vivido la paralización de dos proyectos por los cambios de gobiernos autonómicos, fruto de las pasadas elecciones autonómicas y municipales.
Los políticos, como coinciden los proveedores, dan prioridad a la cantidad porque es más sencillo de vender desde el punto de vista del marketing político, aunque en muchas ocasiones el volumen no se ajuste a las necesidades educativas.
El problema lo explica Dini señalando que «el modelo educativo sigue siendo clásico y estamos encajando la tecnología ahí donde cabe».
Álvarez abunda en esta idea y añade que «lo que está claro es que el modelo educativo tenemos que cambiarlo». La aportación de Lenovo en este proceso es diseñar una oferta específica para educación y un canal especializado capaz de llevar al centro la solución completa.
Los expertos consideran que para lograr un cambio de modelo y que se entienda cómo se puede utilizar la tecnología en la educación es necesaria la formación del profesorado e informar a los padres. De los Frailes, de AOD y MMD, señala que en definitiva «la tecnología hay que verla como un medio no como un fin. Hay que aprovecharla para conseguir un país mejor preparado y competitivo».
Además, para no depender de los vaivenes políticos, reclaman un pacto de estado. «La educación debería estar por encima de la política», insiste Álvarez.
Centros privados
En el sector privado la tecnología se vende como un elemento diferenciador y es un medio para atraer alumnos. La decisión sobre la tecnología que se implanta la toma el colegio directamente a través del propietario o del director. Los proveedores creen que les facilita su trabajo. «Tienen más libertad para tomar opciones diferentes. En el sector público está todo más acotado», indica Campos, de D-Link.
Álvarez, de Lenovo, cree que «el sector privado te permite un poco más de creatividad o vender cómo hay que adaptar la tecnología al tipo de modelo educativo que tenga cada centro concreto».
Dini, de Meru Netwoks, piensa que se escucha más a la asociación de padres de alumnos porque tienen más peso en estos centros.
Sin embargo, Juan María González, director del Instituto Bilingüe Cañada Real de Galapagar, discrepa de estas opiniones. A su juicio, no hay más libertad de elección en los centros privados, ya que «el propietario es el que fija la política». Los profesores de los centros privados están, en muchos casos, peor pagados y tienen que dar varias materias además de su especialidad.
En su centro, que es público, el claustro es «excepcional». Son especialistas y los que generan nuevas iniciativas, ademas se escucha al AMPA que, aunque no toma decisiones en los órganos colegiados, tiene una presencia importante.
Este centro también cuenta con varios recursos como las nubes digitales que proporciona el entorno de EducaMadrid que permiten que los profesores puedan elaborar contenidos digitales de acceso gratuito.
«La compra del dispositivo recae en la familia no en el centro porque es un bien que se lo va a quedar cuando el alumno acaba el bachillerato. El instituto gestiona los contenidos que maneja en determinadas franjas horarias», apunta González.
De los Frailes opina que el nivel de cada centro, ya sea público o privado, depende de las personas que lo gestionan. «Muchas veces hay más recursos en los públicos que en los privados que pueden tener otras prioridades que no sean la parte tecnológica».
Canal de distribución
A la hora de atender a los colegios privados cobra más importancia el papel del canal de distribución. García, de Samsung, explica que su nivel de exigencia es mayor. «No necesitamos un canal tecnólogo únicamente, sino que base su acercamiento a los colegios en los procedimientos y en el cambio de paradigma hacia la educación», subraya.
D-Link está optando por el canal que trabaja el segmento corporativo. Las razones para optar por estos distribuidores son su mayor nivel de cualificación. «Tienen nuestras certificaciones y, por lo tanto, tienen más conocimiento de las soluciones y capacidad para que funcionen correctamente», añade Campos.
Lenovo también es consciente de que los centros no demandan únicamente equipos y, por este motivo, apuesta por crear un canal capaz de «armar toda la propuesta: la parte de infraestructura, la parte de equipos que es la nuestra y la de financiación al centro», confirma Álvarez.
Para AOC y MMD también es muy importante la labor del canal a la hora de comercializar sus soluciones en el sector privado ya que estos profesionales están más cerca en el día a día del centro al ofrecerles mantenimiento y soporte. Su reto es que estos socios «conozcan qué tecnologías podemos ofrecer y qué ventajas», resalta de los Frailes.
“El canal es imprescindible porque la parte educativa los requiere”, apunta Dini. Este responsable pone de manifiesto que “en la parte pública falta seguimiento. Los pliegos son de implantación y al final recae en el profesorado que no tiene por qué saber”.
Este hecho lo corrobora González. En los centros hay una figura que se llama profesor TIC, pero es un profesor sin dedicación exclusiva y al final hay que recurrir a servicios de empresas externas.
La voz de la experiencia
Juan Manuel González, director del Instituto Bilingüe Cañada Real de Galapagar, comparte con los proveedores parte de su visión del uso de las TIC en la educación, aunque su experiencia y su foco como docente hacen que viva una realidad en la que el profesorado tiene que luchar con diversos factores para lograr implantar la tecnología en su actividad.
Está de acuerdo con los problemas que acarrea la politización en la educación, sobre todo en el sector público. “Es verdad que hay una fase de politización en la educación. Todos quieren convertirse en el adalid y buscar la panacea del modelo educativo”, indica. Los países que acaparan el éxito en los indicadores OCDE o informes PISA y que se suelen poner de ejemplo como los nórdicos tienen la ventaja de que la educación es un tema que ha pasado por un pacto de estado. Sin embargo, en nuestro país el próximo curso habrá dos leyes conviviendo: la antigua LOE y la nueva LOMCE. “Esto lo dice todo del sistema educativo español. El pacto de estado es el pilar y la cimentación; lo demás son miras cortoplacistas”, recalca.
González comparte la visión de los proveedores de que en cada comunidad se tienen diferentes criterios a la hora de adoptar las TIC lo que genera múltiples maneras de enfocar la tecnología en el aula. En la Comunidad de Madrid hace cinco años se puso en marcha el Proyecto MIES para mejorar la infraestructura tecnológica de los institutos de secundaria, lo que facilitó la introducción de la tecnología. González cree que fue un acierto, su instituto se adhirió a este plan y con este proyecto se consiguió renovar la infraestructura del 60 % de los centros. Estos pasos han sido necesarios para que la tecnología vaya calando en las aulas, pero el gran paso vendrá con el cambio de mentalidad del profesor para que se desarrolle un nuevo modelo. «Nos tenemos que formar, pero más que en el uso de la herramienta lo que hay que hacer es cambiar la mentalidad de un profesorado, como los de secundaria, que nos hemos formado en un sistema positivista absoluto”, detalla el profesor.
Frente a los modelos anglosajones nuestro sistema educativo positivista de datos, hace que las titulaciones universitarias por si mismas no sirvan y en la incorporación al mundo laboral el alumno tenga que volver a formarse. Por este motivo, se impone un cambio de mentalidad para implantar nuevos sistemas como el de las inteligencias múltiples de Gardner que permite diferenciar a los alumnos y trabajar en un sistema cooperativo.
“Es básico saber con qué tipo de alumnos contamos y esto nos llevaría a un aprendizaje cooperativo para trabajar en proyectos, que es la forma natural de trabajar del modelo educativo surcoreano o de los sistemas educativos noreuropeos”, indica. La teoría está clara, pero llevarlo a la práctica no es tan sencillo. “Tenemos un sociograma totalmente distinto al de los países europeos que no tienen la diversidad que tiene una escuela pública española, que es más mestiza de nacionalidades e intereses, pero se puede abordar y lo más importante es el cambio de mentalidad del docente”.
Para abordar este cambio, González cree que la mejor manera es demostrar que la tecnología funciona a la hora de educar. En su instituto se ha tenido que buscar financiación adicional para tener 40 aulas equipadas para pizarras digitales interactivas o proyectores pero el trabajo está dando sus frutos y se ha incrementado la demanda entre los profesores. “Desde que hemos implementado la herramienta la demanda es mayor. De un claustro de 52 profesores el 90 % demanda tener espacios con pizarras digitales y estamos en una fase para ver cómo podemos trabajar mejor en cooperativo y con inteligencias múltiples y en proyectos”.
Samsung School
La propuesta tecnológica de Samsung para la educación se agrupa bajo la denominación Samsung School que incluye un conjunto de soluciones de hardware y software para impulsar la colaboración y la participación en el proceso de aprendizaje. Según señala García, este modelo nació en Corea del Sur y se está tratando de implantar en España.
La compañía está trabajando con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con 14 comunidades autónomas y con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla para impulsar la transformación digital de las aulas. El proyecto Samsung Smart School se dirige mayoritariamente a los alumnos de 5º y 6º de Primaria. Esta iniciativa está implantada en 51 aulas y 1.500 estudiantes.
Samsung ha evaluado la percepción que tienen tanto los alumnos como los padres de las TIC en la educación entre los usuarios de sus soluciones y los resultados han sido positivos. El 85 % de las madres indica que el estudio es más entretenido; el 89 % de los padres indica que reduce el gasto de libros y un 73 % que mejora los resultados académicos. Y el 84 % de los alumnos dice que las clases son más entretenidas cuando están trabajando con un sistema colaborativo.