La guerra comercial parece intensificarse, lo que traerá consecuencias significativas para las cadenas de suministro y los sistemas financieros, complicando la toma de decisiones tecnológicas. Así lo destaca Control Risk, quien considera que la política económica de China y las tensiones con EE. UU., especialmente en semiconductores, aumentarán la incertidumbre, afectando tanto a economías desarrolladas como emergentes.
Además, diversas consultoras han analizado el impacto de los aranceles en el sector tecnológico. Gartner advierte de que las tensiones comerciales pueden interrumpir las cadenas de suministro y afectar a la disponibilidad y a los costes de componentes clave. McKinsey, por su parte, resalta que los aranceles incrementarán los costes de producción para las empresas tecnológicas, que podrían trasladar estos aumentos a los consumidores y tener que reconfigurar sus cadenas de suministro, mientras que IDC señala que las políticas proteccionistas pueden ralentizar la adopción de nuevas tecnologías y limitar el acceso a mercados clave. Por último, Forrester considera que la guerra comercial podría alterar las estrategias de expansión global de las empresas tecnológicas.
Sectores más afectados
Los sectores más afectados incluyen semiconductores, electrónica de consumo y empresas TIC, que deberán evaluar el riesgo de posibles interrupciones en sus cadenas de suministro y la disponibilidad de componentes clave. Las empresas tecnológicas con una fuerte dependencia de China, como Apple, Nvidia, Intel o Qualcomm, se enfrentarán a mayores costes de fabricación, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores.
La guerra comercial podría acelerar la reubicación o diversificación de las cadenas de suministro
Además, grandes compañías de electrónica como Samsung, LG y Sony experimentarán un incremento en sus costes. En cuanto al comercio online, Amazon, al depender en gran medida de productos importados desde China, verá un aumento en los costes de estos productos, lo que impactará tanto en su rentabilidad como en la experiencia del cliente.
Por otro lado, empresas tecnológicas chinas como Huawei y ZTE afrontan desafíos significativos debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, lo que restringiría su acceso a componentes clave y elevaría los costes de producción, afectando la demanda y limitando su expansión global.
Para mitigar los efectos de la guerra comercial, las empresas tecnológicas están adoptando diversas estrategias como la reconfiguración de sus cadenas de suministro, la diversificación de mercados y la inversión en producción local.
Diversificación de las cadenas de suministro
El canal de distribución TI no será ajeno a las repercusiones de la guerra comercial. Según Rachel Brindley, directora senior de canales de Canalys, tanto los aranceles como las tensiones comerciales podrían acelerar la reubicación o diversificación de las cadenas de suministro. ¿Qué implica esto? Las empresas, especialmente las del sector tecnológico, podrían verse forzadas a modificar sus productos para ajustar el país de origen y así evitar los aranceles, lo que se traduciría en cambios significativos en sus operaciones y estructuras de producción. Además, algunas compañías tendrían que negociar con sus fabricantes chinos para absorber los costes adicionales derivados de estas tarifas.
Brindley señala que este proceso de reconfiguración podría ocasionar retrasos en los lanzamientos y entregas de productos, ya que las empresas deberán adaptarse a nuevos requisitos y ubicaciones de producción. Aunque esto podría reducir la dependencia de China, trasladar la producción a países como Vietnam, Guatemala o Puerto Rico no es una solución inmediata. Además, si se imponen aranceles en estos lugares, como podría suceder con Vietnam, se impulsaría una mayor diversificación en las cadenas de suministro.
¿Oportunidad para el canal?
A pesar de lo que pueda parecer, Brindley explica que el canal, especialmente el mayorista, se encuentra en una posición favorable para poder aprovechar las repercusiones de los aranceles. ¿Los motivos? En su opinión, la logística de la cadena de suministro será fundamental, y gestionarla eficazmente para proveedores y socios les brindará un nuevo enfoque.
Para mitigar la disrupción en la cadena de suministro y protegerse contra los aumentos de precios, los mayoristas podrían decidir mantener más inventarios. Sin embargo, tendrán que manejar con cuidado el equilibrio entre el riesgo de una menor demanda debido a los precios más altos y el riesgo de quedarse con exceso de stock o, incluso, ser presionados por los proveedores para absorber los costes adicionales.
El canal, especialmente el mayorista, se encuentra en una posición favorable para poder aprovechar las repercusiones de los aranceles
Las competencias clave de los mayoristas, especialmente en cuanto a capital y capacidades de crédito (considerando el alto coste del dinero en la actualidad), serán esenciales para respaldar a sus socios. Además, las fluctuaciones de las divisas, dadas las incertidumbres, también pueden beneficiar a los mayoristas, que podrán aprovechar su experiencia en este tipo de situaciones.
En cuanto a los partners, según un informe de Canalys, más del 40 % considera que los aranceles representan una buena noticia para sus negocios. El aumento de los precios podría traducirse en márgenes más altos y, probablemente, en un impulso de la demanda a corto plazo. Sin embargo, como advierte Brindley, es importante tener en cuenta que este efecto podría generar una nueva burbuja en la industria tecnológica.
El sentimiento sobre el impacto de los aranceles varía según la región. Los partners que no son de Estados Unidos son más optimistas, mientras que las opiniones están divididas entre los estadounidenses: el 18 % lo ve como positivo, pero el 20 % lo considera negativo, “probablemente debido al temor de que afecte la confianza empresarial y del consumidor”.
En definitiva, la guerra comercial y la imposición de aranceles pueden generar tanto oportunidades como desafíos para el canal de distribución, por lo que es esencial que los partners gestionen con cautela las fluctuaciones del mercado y anticipen las posibles repercusiones a largo plazo de estas tensiones comerciales.