La semana pasada entró en vigor el «Escudo de Privacidad entre la Unión Europea y Estados Unidos», que ofrece un nuevo marco para proteger los derechos de los ciudadanos europeos cuyos datos se transfieren a los Estados Unidos. Este nuevo marco, fruto del acuerdo alcanzando entre la Comisión Europea y el Gobierno de los Estados Unidos el pasado mes de febrero, regula las obligaciones de las empresas que trabajan con los datos. Según contempla el acuerdo, el departamento de Comercio de los Estados Unidos llevará a cabo actualizaciones y revisiones periódicas de las empresas participantes, con el fin de garantizar que sigan las normas que ellas mismas han suscrito. Si las empresas no cumplen en la práctica, se enfrentan a sanciones y a ser retiradas de la lista.
Los Estados Unidos también se han comprometido velar por la privacidad de los datos, descartando la vigilancia masiva de los datos transferidos y, además, ha dado a la UE garantías de que el acceso de las autoridades públicas a los datos estará sujeta a la ley, subrayando que la recopilación de los datos en bloque solo podrá utilizarse en condiciones específicas determinadas. Y, por primera vez, cualquier persona en la UE podrá interponer recursos en este apartado.
La Comisión Europea y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos llevarán a cabo un seguimiento del funcionamiento del Escudo de la privacidad con una revisión cada año. A priori se establecen más garantías para proteger los datos de los ciudadanos, pero algunas organizaciones han criticado el acuerdo señalando que las medidas son insuficientes. Este acuerdo, ¿es positivo para los ciudadanos de la Unión Europea?¿Solventa los problemas relacionados con la protección de datos? [poll id=»129″]