Goza de buena salud. No exhibe los crecimientos de hace un lustro pero la virtualización, como inteligente tecnología que es, ha buscado “nuevos” caminos de desarrollo más allá del entorno en el que nació, vinculado al mundo de los servidores, y por ende también a las aplicaciones. Y ya no es solo la conquista del puesto de trabajo, donde han puesto diana muchos proveedores, sino también el almacenamiento, las redes y la seguridad. Los proveedores, y no sólo los “puros”, saben que es una buena fuente de rentabilidad y camino de negocio por las enormes posibilidades que abre en materia de productividad. Citrix, Dell, EMC y Kaspersky Lab se muestran optimistas ante esta tendencia conquistadora.
Sigue creciendo
En 2011 el mercado relacionado con la virtualización creció en España un 15 % y en 2012 se quedó en un solo dígito. En 2013, aunque los proveedores no proclamen cifras concretas, el segmento parece que aguantó el tipo y, de cara a este 2014, el optimismo marca la tendencia. “La virtualización es uno de los motores de crecimiento de la industria”, asegura Alejandro Giménez, CTO de EMC. Un motor que, a su juicio, tiene dos campos de desarrollo: por un lado, conseguir que aquello que ya esté virtualizado “sea más automático, más sencillo y más controlable”. Y por otro lado, el hecho de que esta tecnología se esté abriendo a otros mercados, como es el caso, por ejemplo, del almacenamiento definido por software; un campo en el que el proveedor lanzó soluciones el pasado año. “Hay una tendencia a hacerlo todo más virtual y más automático gracias a lo cual el control y la gestión cobran otra dimensión”, resume. “Lo que permite que la virtualización siga creciendo”.
En el caso de Citrix, como recuerda Alberto Yepes, responsable de systems integrators y mayoristas, “la virtualización está en nuestro ADN”. Su “pureza” en estas lides le permite seguir creciendo año a año. “Aunque es cierto que en los últimos años los crecimientos cuestan un poco más, especialmente en España por el tema de la crisis, seguimos creciendo ya que la virtualización solventa problemas que tienen las empresas”. Reconoce la apertura de la virtualización hacia otros segmentos y apunta que, al igual que esta tendencia es un punto de desarrollo también ha podido retrasar alguna inversión. “Algunas empresas, ante un abanico de posibilidades de virtualizar tan grande, se han preguntado: ¿y por dónde empiezo?”.
Hay empresas, como es el caso de Dell, muy activa en sus compras en los últimos tiempos, que han apuntado en estas operaciones hacia este segmento. Jorge Saénz, channel sales engineer, señala la adquisición de Quest Software como una buena muestra de ello. “Estamos en la era de la virtualización”, declara. Y además de los campos más “reconocidos” de expansión —almacenamiento, servidores o redes—, Saénz señala la convergencia como otro terreno para el entendimiento.
La seguridad también habla un lenguaje virtual. Pedro García-Villacañas, head of services and support de Kaspersky Lab en Iberia, recuerda que los proveedores de seguridad han creado, desde hace tiempo, productos específicos para el entorno virtual. “Hay una enorme demanda”, asegura. Y en expansión: García-Villacañas reconoce que mientras que el primer producto de la marca rusa estaba centrado en asegurar los entornos de aquellos proveedores con una mayor implantación, próximamente van a lanzar una solución válida “para proteger cualquier plataforma virtual de cualquier fabricante”.
Queda negocio alrededor del servidor
Al servidor, la tierra tradicional de desarrollo de la tecnología de virtualización, aún le queda mucho que decir en materia de negocio. Y aunque se calcule que el número de servidores virtualizados en España supere el 50 %, se abren importantes posibilidades de desarrollo. Alberto Yepes, de Citrix, recuerda la confusión que se produce cuando se habla virtualizar servidores y casi todo el mundo se refiere únicamente al hipervisor. “Eso ya está superado”, asegura. “Ya no se trata de virtualizar con un hipervisor y empezar a levantar máquinas. No es eso: se trata de virtualizar la infraestructura, los switches, etc.”.
La automatización es un camino con muchas posibilidades. “En la gestión, relacionada directamente con esta automatización, hay mucho camino de mejora”, asegura Jorge Saénz, de Dell. “Hoy por hoy no sólo observamos una gestión local sino también una gestión remota. Y estamos empezando no solo a gestionar mucho más sino a observar cómo aprovisionar las máquinas virtuales, los puestos de trabajo, etc.”.
Otra vía de crecimiento, que recuerda Alejandro Giménez, de EMC, es la integración con el resto de la infraestructura: la virtualización tiene que hablar con el almacenamiento, la seguridad, la red, etc. “Y en este entorno de la integración y del desarrollo de APIs (Interfaz de programación de aplicaciones) queda mucho camino por recorrer. Es una explosión que va a llegar hasta las nubes”.
El matrimonio con la seguridad
Como en todo buen matrimonio, seguridad y virtualización se retroalimentan: una sirve de factor de crecimiento para la otra y viceversa. Pedro García-Villacañas, de Kaspersky Lab, explica que los proveedores de seguridad se han ido adaptando a los tiempos, ajustando las prestaciones de sus versiones. En las primeras soluciones, reconoce, faltaba un punto de optimización porque no se tenía un conocimiento exhaustivo del medio. “Hemos aprendido mucho”, asegura. Al principio, no existían soluciones específicamente diseñadas para un entorno virtual, por lo que la protección asumía un carácter tradicional, lo que afectaba al rendimiento. Posteriormente, al detectar que era el agente incluido en la solución lo que reducía el rendimiento, se eliminó y se creó un appliance virtual desde el que se protegían todas las máquinas virtuales. “Pero el balance entre seguridad y rendimiento no era el mejor: se perdían componentes de protección”, relata. Todo esto se ha equilibrado en la próxima solución que Kaspersky Lab está a punto de lanzar. “Lleva un agente ligero que apenas afecta al rendimiento y que permite integrar todos los módulos de control de seguridad que están presentes en todos nuestros productos”, asegura. “En este entorno de la virtualización es fundamental el equilibrio entre la seguridad y el rendimiento”, remata.
Además de la solución, Jorge Saénz, de Dell, recuerda que la seguridad se compone de un conjunto de buenas prácticas, procedimientos y herramientas. Y, en línea con lo que desarrollaba el representante de Kaspersky Lab, reitera que resulta fundamental el redimensionamiento de los procedimientos con herramientas correctas para dar forma a una seguridad más apta. “En ocasiones, las soluciones de seguridad suponen más carga para la infraestructura, la red y el ancho de banda; se impone un equilibrio”.
La seguridad, además, debe hacer frente a la ampliación “infinito” del perímetro. “Antes cada empresa tenía bien definido un único perímetro y ahora éste se ha extendido de manera brutal: hay muchos perímetros corporativos y cada empleado, a su vez, tiene uno propio, alrededor de su terminal”, recuerda Pedro García-Villacañas, de Kaspersky Lab.
Una ampliación del perímetro experimentada al amparo de la movilidad. Alejandro Giménez, de EMC, recuerda que los datos están en continuo movimiento. “El perímetro se ha ampliado hasta el infinito porque está en tu bolsillo, lo que hace que se potencien nuevos tipos de seguridad cada vez más relacionados con la analítica: qué sucede a mi alrededor, qué intrusiones se están produciendo, etc.”.
Movilidad y BYOD
La movilidad se convierte en un impulso de la virtualización. Como plantea Alberto Yepes, de Citrix, ya no nos referimos a un puesto de trabajo físico “sino que éste persigue al usuario y se ubica donde esté”. El entorno ha cambiado completamente y cada usuario cuenta con, al menos, 3 tipos de dispositivos. “Y lo más importante, por ejemplo, en el teléfono inteligente no es que permite realizar llamadas telefónicas sino que hace posible que el usuario acceda a sus aplicaciones del trabajo o que la fuerza comercial de una empresa sea mucho más productiva”.
Una proliferación de dispositivos y una explosión de la movilidad que ha provocado la irrupción del famoso fenómeno del BYOD. “Cada vez es más frecuente en algunas empresas que los usuarios acerquen sus dispositivos personales al entorno profesional, lo que complica la gestión y la seguridad”, recuerda Yepes, de Citrix. “Por tanto, tras asegurar el dispositivo, es fundamental asegurar la aplicación. Las empresas quieren tener su propia tienda de aplicaciones: cada empleado tendrá su propio dispositivo pero deberá trabajar con las herramientas que le marca la empresa, que estarán perfectamente protegidas”.
Pedro García-Villacañas, de Kaspersky Lab, recuerda que además de proteger los datos no hay que olvidar asegurar el dispositivo. “Los dispositivos móviles son auténticos ordenadores y se conectan a la misma red; por lo que los riesgos son idénticos a los de cualquier equipo tradicional. Y por el tipo de dispositivo, por su personalidad móvil, se añaden otros riesgos (robo, pérdida, etc.), que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de desarrollar soluciones de seguridad”.
No se olvida el tema de la legislación. Pedro García-Villacañas recuerda que no todas las empresas están preparadas a nivel legal para proporcionar a sus empleados estos dispositivos para usos distintos. “Hay que dar muchos pasos todavía en este apartado de la legislación y las normativas para que todo esté suficientemente alienado”.
La especialización del canal
El camino del canal hacia la virtualización lo marca la especialización. Alberto Yepes, de Citrix, recuerda que en este mercado, al igual que sucede con otros, ya no quedan distribuidores fieles en un 100 %. “Cada vez hay más socios especialistas que cuando se dirigen al cliente no se refieren a soluciones de fabricantes concretos sino que hilan un discurso de tecnología. Ese es su valor: se convierten en consultores tecnológicos. Lo que implica añadir servicios y soporte, dos componentes esenciales”.
Una especialización que, como apunta Jorge Sáenz, de Dell, se reparte en torno a diferentes perfiles. “Es fundamental contar con partners que trabajen en diferentes nichos; unos son más fuertes en almacenamiento, otros en virtualización del puesto de trabajo, algunos en el desarrollo de la pyme, etc. Es imposible que un partner abarque todo”.
Aunque, como apunta Pedro García-Villacañas, de Kasperky Lab, resulta complicado encontrar a estos especialistas, “es a través de ellos como damos valor al cliente final”.
Alejandro Giménez, de EMC, reconoce que los proveedores no se lo ponen fácil al canal para que adquiera todo el conocimiento necesario para ser un especialista. “Avanzamos muy deprisa y a veces es complicado seguirnos”. El CTO asegura que la línea en la que más está trabajando EMC es en el desarrollo de las APIs. “Son ventanas abiertas a integrar productos de diferentes marcas destinadas a facilitar la vida del canal ya que le permite escoger piezas de distintos proveedores para desarrollar la solución que más se adecúe a los clientes”.
Mucho más allá del ahorro de costes…
A pesar de que la virtualización se ha vinculado, de manera tradicional, con el ahorro de costes y con la optimización de las infraestructuras de las empresas, los proveedores aseguran que también está íntimamente vinculada con aquellas inversiones relacionadas con la innovación y la productividad. Alejandro Giménez, de EMC, insiste en que “la virtualización abarca mucho más allá de un asunto de ahorro de costes”. Y hay claros ejemplos que la vinculan con otros asuntos. “Resulta clave en proyectos en los que una empresa tiene necesidad de desplegar una misma aplicación en muchos países a la vez, en un tiempo récord, con un parque integrado por un gran número de usuarios con perfiles absolutamente diferentes entre sí”. Giménez vincula estos desarrollos de manera directa con la innovación. “Entre otras muchas cosas, la virtualización proporciona una nueva manera de desplegar aplicaciones e infraestructura; en definitiva, permite una nueva manera de desplegar tecnología”.
Alberto Yepes, de Citrix, recuerda que su concurso ha ayudado a pintar un panorama empresarial actual muy diferente en el que el puesto de trabajo se ha transformado completamente. “Hace 10 años, por ejemplo, era impensable trabajar desde casa o acceder a nuestras aplicaciones desde cualquier lugar y en cualquier sitio, por ejemplo, y en una gran parte ha sido gracias al desarrollo de una tecnología como ésta”.
¿Siempre es rentable virtualizar el puesto de trabajo?
Vincular un proyecto de virtualización del puesto de trabajo al ahorro de costes no es siempre correcto. Alejandro Giménez, de EMC, reconoce que hay cierta confusión acerca de qué es o no es ahorrar costes. “Hay compañías, por ejemplo, que en un momento dado les interesa desplegar un número enorme de puestos de trabajo en un help desk que “desaparecen” cuando los empleados retornan a sus casas. En este proyecto lo prioritario no es el coste sino el despliegue rápido”, explica. “En otras compañías, sin embargo, se busca solo un ahorro de costes; y en otras una estandarización de la gestión”.
Prima, como es norma en casi todos los mercados, un estudio de las necesidades de las compañías. Alberto Yepes, de Citrix, sí reconoce que cuentan con empresas con miles y miles de usuarios con una virtualización pura del puesto de trabajo. Ahora bien, el éxito descansa en ver lo que requiere cada empresa. “Y muchas veces el ahorro de la compañía se identifica con la productividad mayor que se proporciona al empleado; por tanto, cuando haces un ROI con una empresa hay que estudiar perfil y número de usuarios”.
Jorge Saénz, de Dell, incluso recuerda que hay oportunidades cercanas: el fin de soporte a XP y la migración a Windows 7 ó 8. “Hay muchos clientes que no están preparados desde el punto de vista del conocimiento, del coste o de la eficiencia para saltar a las últimas versiones de Windows”, relata. “Y es posible permitir una migración a un puesto de trabajo existente —no a uno nuevo, más caro—, muy fácilmente, manteniendo el XP a través de la virtualización del puesto de trabajo”.
Al asalto del almacenamiento
El asalto al mercado del almacenamiento es una de las “nuevas” vías de desarrollo de la virtualización. Frente a las voces que apuntan que el almacenamiento definido por software es un concepto que presume de antigüedad, Alejandro Giménez, de EMC, asegura que representa un cambio radical. “Es posible desarrollar array virtuales que no requieren ningún tipo de hardware y que, generalmente, se apoyan en la infraestructura con la que cuenta el cliente. Con ello, se abre la posibilidad de virtualizar cualquier tipo de infraestructura”.
La virtualización en el segmento del almacenamiento abre retos que no aparecían en el entorno, más clásico, del servidor. Mientras que en éste último existía una mayor uniformidad, con un número de plataformas y de marcas más reducido, en el mundo del almacenamiento los proveedores se multiplican y existen muchos sistemas de acceso que son incompatibles entre sí, con sistemas operativos diversos. “El objetivo es ocultar toda esta complejidad a los usuarios a través de la virtualización, con un sólida política de servicios a medida de lo que necesita el cliente”, asegura Giménez, de EMC. “Dejando muy claro, cuánto cuesta y ofreciendo reportes que den datos sobre cómo se está realizando el consumo, qué usuarios lo están haciendo, etc.”.
Unas posibilidades que Jorge Sáenz, de Dell, recuerda que presentan al usuario las mismas prestaciones que una cabina potente de almacenamiento tradicional: estratificación de datos, replicación, etc. “Pero a un coste menor. Es más heterogéneo ya que es independiente del hardware”.
Y el futuro
El cuarteto de proveedores observa el futuro con optimismo. Alberto Yepes, de Citrix; y Pedro García-Villacañas, de Kaspersky Lab, señalan la movilidad como uno de los vectores de crecimiento. “Movilidad en mayúsculas”, aseguran. “En España el teletrabajo aún está muy poco desarrollado. A las empresas les queda mucho camino que recorrer para conceder a los empleados la máxima productividad”.
Junto a la movilidad, Jorge Saénz, de Dell, insiste en la gestión, la convergencia y la automatización. “Y el aprovisionamiento automático en todas las capas: almacenamiento, red, servidores, etc.”.
Finalmente, para Alejandro Giménez, de EMC, 2014 será el año del “software defined everything”. Un concepto de “software defined” que va más allá de la virtualización. “Implica automatizar lo que ya está virtualizado y virtualizar aquello que todavía no lo está, como es la red o el almacenamiento. Lo que nos queda es virtualizar muchos más componentes y aplicar a todos ellos la inteligencia que el software permite para poder hacer cosas nuevas”.