El conocimiento y el entusiasmo de los usuarios sobre la inteligencia artificial son “sorprendentemente altos”. Así lo afirma un estudio de Boston Consulting Group (BCG), en el que también se destaca que existe cierta cautela sobre cómo va a afectar esta tecnología en el día a día de los consumidores.
Aunque la percepción y el uso varían según el país, el género, o la edad, “la inteligencia artificial, y sus implicaciones, gozan de un nivel de apreciación superior al que pensamos”, destaca Aparna Bharadwa, líder global de BCG Global Advantage.
Según el informe, más de 80 % de los usuarios conoce en qué consiste la inteligencia artificial generativa y una cuarta parte ya está utilizando esta tecnología. Un 75 % ya ha utilizado en alguna ocasión la inteligencia artificial generativa (GenAI). El salto generacional es una de las grandes barreras a la hora de conocer esta tecnología, con un porcentaje del 86 % de los menores de 35 años, frente al 32 % de los mayores. En cuanto al uso, también existe una gran diferencia: 80 % versus 20 %.
A pesar de los innumerables beneficios que aporta la IA, un 28 % se muestra indeciso acerca de los mismos. El 33 % se encuentra preocupado por cómo puede afectar en términos de seguridad de los datos y su uso ético, y un 30 % por la posible eliminación de puestos de trabajo en determinados sectores. El 10 % de los consumidores expresó su preocupación por el impacto medioambiental de la GenAI. Eso sí, para el 39 % su impacto en la vida cotidiana será positivo y un 32 % cree que, gracias a ella, se realizarán importantes avances médicos y científicos.
El estudio también analiza cuál es la percepción de la GenAI desde el punto de vista de los empleados. En este sentido, un 70 % se muestra “entusiasmado”, un 60 % cree que contribuirá al aprendizaje y la educación y un 55 % prevé un aumento de la eficiencia en su puesto laboral.
Más de la mitad de los empleados cree que su puesto de trabajo no va a ser sustituido por la inteligencia artificial, y sólo un 19 % manifiesta preocupación en este sentido. No obstante, cabe destacar que esta percepción varía en función del rol de cada persona. Los que desempeñan funciones de apoyo intensivas en procesos y oficinas (como marketing y comunicaciones, y finanzas y contabilidad) se sienten más amenazados por la IA, mientras que los que desempeñan funciones intensivas en relaciones (como asistentas domésticas/niñeras, profesores, médicos, enfermeras y farmacéuticos) se sienten menos amenazados.
“Los resultados de la encuesta deberían ser una llamada de atención para los líderes empresariales, subrayando la necesidad de que la IA responsable informe todo lo que hacen. Si los consumidores y los empleados tienen preocupaciones en torno a la privacidad de los datos y el uso ético de GenAI, no adoptarán la tecnología”, finaliza Aparna Bharadwa.