Con el alma puesta en el open source, Red Hat ha cumplido sus bodas de plata enfocado al código abierto empresarial. Julia Bernal, country manager para España y Portugal de la marca, ha destacado el buen ritmo de la compañía a nivel global, con 68 trimestres de crecimiento continuado, un ritmo que España sigue al mismo compás. Crecimiento que no podría llevarse a cabo sin sus partners, vitales para la compañía, tal y como resalta Bernal: no en vano el 75 % de sus operaciones son indirectas, a través de sus socios.
La directiva ha reconocido que la fusión con IBM todavía no se he producido, por lo que siguen trabajando como viene siendo habitual desde hace 25 años con este partner. Bernal subrayó las diferentes bondades del open source, entre las que ha destacado su desarrollo colaborativo, que le aporta una mayor seguridad al ser constantemente examinado por un gran número de profesionales; o la atracción de talento que conlleva, con más de 23 millones de desarrolladores a su alrededor, aportando una gran innovación, por poner algunos ejemplos. “Red Hat se encuentra en medio de aquellos que desarrollan esta innovación y el mundo empresarial que quiere adoptarla de forma segura”, ha manifestado.
Bernal se ha mostrado optimista ante el futuro, tras los datos publicados en el estudio “Enterprise open source”, en el que se pone de relieve que el 69 % de las empresas consultadas considera estratégico el software de código abierto y el 20 % muy importante, Datos que van más allá al compararlo con el software tradicional: se alcanzará una paridad en el mundo empresarial en los próximos dos años en la adopción de ambos tipos de software. Todo ello le está haciendo conseguir un gran impacto en la transformación digital.
Una transformación digital que tiene en la nube uno de los elementos imprescindibles, con Linux como corazón de la misma, ha apuntado Julia Bernal. Corazón al que acompañan con Red Hat Enterprise Linux, con el que facilitan la portabilidad de aplicaciones, tanto en los entornos de nube como en los entornos on-premise. Porque, tal y como ha recordado, “las organizaciones quieren que sus aplicaciones funcionen de la misma manera, independientemente de dónde se estén ejecutando”. 9 de cada 10 nubes públicas han elegido por ello Línux.
En mayo la multinacional anunció Red Hat Enterprise Linux 8, a la que han incorporado inteligencia con el fin de detectar posibles problemas y poder solucionarlos antes de que ocurran.
¿El siguiente paso? Tener aplicaciones nativas desarrolladas en la nube. Por ello, Bernal ha recordado la disponibilidad de la nueva versión de su plataforma OpenShift “que lleva la gestión de la nube a una nueva dimensión”.