Siete trimestres consecutivos de crecimiento han concluido en el arranque de este 2016. El mercado mundial de servidores, tras un buen año 2015, ha perdido el paso. Según Gartner, el pasado ejercicio este área creció un 10 % en sus ingresos y un 9,9 % en el número de unidades lanzadas en el mercado. El crecimiento de las grandes plataformas para construir las nubes públicas (con gigantes como Amazon, Facebook, Google o Microsoft al frente) y el ascenso de los servidores de gama baja (white boxes), que las abastecen, son dos buenas razones para explicar este impulso mundial. En España, sin datos concretos, los proveedores reconocen que la situación (aunque no las razones) fue pareja en 2015. Ahora, tras el traspiés del primer trimestre, queda por ver si es posible volver al crecimiento.
Además del abastecimiento de las grandes nubes, en 2015 se asistió a un descenso en las ventas de sistemas RISC/Itanium, a una renovación de los equipos y a un crecimiento en la venta de servidores x86, especialmente en el apartado de los blades que continúan siendo las estrellas en el apartado de los grandes centros de datos. Luis Palacios, director de centro de datos y virtualización en Cisco España, cree que el comportamiento en nuestro país fue similar, excepto en el desarrollo del negocio de los ODM, como es el caso de Quanta o Wistron, fabricantes de servidores de gamas bajas, “que apenas influyen en nuestro país y que sí afectan más a mercados como Asia por proximidad geográfica de este tipo de compañías”.
España, además, presenta su particular idiosincrasia. “El mercado de servidores es reflejo, en gran medida, del tejido de pymes de nuestro país”, recuerda Diego Gómez, product marketing manager de cloud y enterprise de Microsoft. Además de la amortización de las inversiones existentes, señala el fin de vida de algunos productos (no sólo Windows Server 2003 sino también SQL Server 2005) como factores que empujaron la renovación de la base instalada de servidores. “Con la migración de Windows Server 2003 se presentó el momento perfecto para que las organizaciones se plantearan qué modelo de gestión era el más adecuado para dar respuesta a sus necesidades, produciéndose una aceleración del salto al mundo cloud y el despliegue de nuevos escenarios móviles, de colaboración y productividad que no existían unos años atrás”.
Lógicamente, la renovación del parque existente, pasado ya el periodo de crisis más grave, también ha tirado de las ventas en España. “Muchas empresas han ampliado el uso de sus servidores por encima de la media de 3 años. Ahora con la recuperación del mercado y debido a la antigüedad del parque de IT se ha producido este repunte”, explica Luis Almendro, marketing manager de Huawei Enterprise.
No podía faltar el término de moda: la transformación digital. A él, y a la demanda creciente de soluciones analíticas y de computación cognitiva, apela Germán Sánchez, director de servidores de IBM en España, Portugal, Grecia e Israel. “Ahora que el ciclo de actualización ha llegado a su fin, el enfoque de mercado se está desplazando hacia la infraestructura definida por software, el entorno híbrido de gestión y la próxima generación de dominios de TI, como el Internet de las cosas, la robótica o la analítica cognitiva”. Y así va a continuar. “En esta nueva era digital se necesitan motores analíticos que presenten resultados en tiempo real, que den respuesta a las empresas en materia de movilidad y redes sociales y que, además, lleven a cabo todos estos procesos a través de una infraestructura segura, en la que se pueda confiar. Todo ello con la posibilidad de llevar los procesos a la nube híbrida, sinónimo de reducción de costes y dinamismo”, completa.
Unos buenos argumentos de expansión que parece que no han encontrado continuidad en el arranque de 2016. Según Gartner la facturación mundial de este mercado cayó un 2,3 % (en el caso de IDC los datos hablaban de una caída del 3,6 %). Eso sí, la venta de unidades, según Gartner, se elevaba en un 1,7 %. El responsable de IBM recuerda que las previsiones de IDC en la segunda mitad de 2016 señalan que “se revigorizará la expansión de las infraestructuras de nube hiperescala, con los centros de datos existentes completos y los nuevos centros de datos cloud que se están levantando en todo el mundo”.
¿Qué ha cambiado en los últimos tiempos?
Al igual que ha sucedido con otras industrias tecnológicas, el mercado de los servidores ha variado su fisonomía en los últimos tiempos. Sin lugar a dudas, la virtualización ha marcado tendencia, con el objetivo de reducir los costes de infraestructura, incrementar su eficiencia y adoptar el nuevo modelo de TI como servicio que facilita la nube. “El mayor cambio que está habiendo es el de la consolidación de la virtualización, y del aumento de densidad de la misma en máquinas existentes, sobre todo debido a la evolución de la infraestructura y a la disminución de costes”, reitera el responsable cloud de Microsoft.
Los proveedores están convencidos de que la inversión va a continuar. Tras un periodo en el que las empresas han preferido mantener los costes controlados, comprando solo los servidores requeridos para sostener las aplicaciones que ya tenían en funcionamiento, “ahora tienden de nuevo a realizar inversiones estratégicas en nuevos sistemas capaces de soportar futuras cargas de trabajo”, asegura Pablo Ráez, servers category manager de HPE. “La tendencia pasa por acelerar las cargas de trabajo en las bases de datos y aplicaciones de análisis. Además las nuevas tendencias como son big data, Internet de las cosas o SDI (Software-defined Infrastructure) requerirán más infraestructura en los próximos años”.
Un panorama el que Eulalia Flo, directora de sistemas empresariales de Dell, observa dos tendencias. Por un lado se sitúan las compañías, sobre todo las de tamaño mediano, “que deciden alquilar servidores dedicados a empresas de hosting en lugar de invertir”, y por otro lado, las grandes empresas que en los últimos tres años han decidido construir nuevos centros de datos. “La virtualización se está llevando a todo tipo de cargas de trabajo y todos los ámbitos, siendo el almacenamiento el paso actual y en las redes el cambio es todavía incipiente”.
Detección de oportunidad
A pesar del parón del primer trimestre, los proveedores confían en que el mercado de servidores siga desarrollándose en España, sobre todo tras la parada en las inversiones de los últimos años. Luis Palacios observa dos tendencias. Por un lado, seguirá creciendo la demanda de servidores unificados, preparados para la nube, “con un gran rendimiento, escalabilidad y eficiencia energética, y sobre todo capaces de reducir costes y automatizar las tareas, establecer un punto único de gestión para todos los equipos físicos y virtuales y que permitan liberar al departamento de TI de las tareas manuales”.
Junto a ellos, observa una importante demanda de las soluciones convergentes, capaces de responder a los entornos de big data y una proliferación de entornos de misión crítica. “Aquellos servidores que ejecutan aplicaciones esenciales que, en caso de fallo, tienen un impacto significativo en el negocio, lo que exige máquinas con un mayor procesamiento, memoria, capacidades de expansión y componentes redundantes”.
Un mercado que seguirá creciendo en volumen de negocio. Ahora bien, Óscar Jiménez, director de la división de data center group para Lenovo Iberia, indica que más que en el concepto de nuevas licencias, las oportunidades de negocio residirán en el mantenimiento de las infraestructuras. “Aún hay un gran número de pequeñas empresas que están en proceso de migrar a un marco más digital”. A su juicio, el proceso de virtualización está comenzando a saturarse, lo que traslada la oportunidad de negocio “al segmento del software y al mantenimiento de los servidores”.
Germán Sánchez vuelve a incidir en la transformación digital, en la que las empresas deben atender la demanda de un cliente permanentemente conectado y que hace sus compras online. “La mayor oportunidad de negocio está en acompañar a estas empresas en esta transformación digital dotándoles de sistemas flexibles y de soluciones analíticas”.
Por último, la explosión del fenómeno del Internet de las cosas supone otra vector de crecimiento, también para los servidores. Gartner sostiene que en 2016 el planeta estará utilizando 6.400 millones de dispositivos con conectividad, lo que representará un crecimiento del 30 % respecto a 2015 (5,5 millones de dispositivos se conectarán a Internet cada día). Se prevé que esta cifra alcance los 20.800 millones de dispositivos en 2020. “En un futuro, no solo asistiremos a la implementación de soluciones basadas en el Internet de las Cosas sino que una proporción cada vez mayor de estas soluciones contará con la capacidad de operar en la nube, lo que permitirá analizar los datos resultantes”, recuerda Antonino Albarrán, arquitecto de soluciones SDI para EMEA de Intel.
Sistemas x86 versus no x86
El panorama de máquinas pinta un escenario en el que los sistemas x86 presentan una mayor estabilidad, siendo los que más crecen, con los blades como los sistemas de referencia. Frente a ellos, es evidente el retroceso de los sistemas RISC (si atendemos al tipo de procesador) o los equipos Unix (teniendo en cuenta el sistema operativo). “La arquitectura x86 se está convirtiendo en el estándar de facto en el mercado de servidores, al poder soportar aplicaciones críticas y ofrecer un mejor precio-rendimiento, mayor flexibilidad y capacidades de virtualización”, analiza Luis Palacios.
A juicio de Lenovo, dueño de los sistemas 86 de IBM desde hace un par de temporadas, se trata de sistemas más efectivos. “Utilizan hasta el 80 % de los recursos del hardware, muy por encima del 15 % que presentan otros servidores”, asegura Óscar Jiménez que advierte de una cierta saturación en la venta de estos sistemas. “Por primera vez están reduciéndose las licencias de nuevo software aunque los ingresos sigan creciendo apoyándose en el mantenimiento”.
Respecto a sus áreas de utilización, los x86 están asaltando cualquier apartado. Antonino Albarrán asegura que las aplicaciones para servidor que más crecimiento están teniendo, como es el caso del Internet de las cosas, la nube, las infraestructuras definidas por software, el big data o la supercomputación se adaptan perfectamente a las características de los servidores con procesadores x86. “A medida que se lanzan nuevos procesadores x86 con mayor capacidad de computación y nuevas funcionalidades surgen nuevos modelos de uso asociados a esas aplicaciones que aprovechan ese incremento en prestaciones, alimentando el crecimiento”.
Incluso las plataformas x86 están asumiendo la carga crítica con la que antes “cargaban” los sistemas Unix. “Proporcionan los mismos niveles de rendimiento y disponibilidad que los sistemas Unix tradicionales”, asegura Pablo Ráez.
El empuje de los sistemas integrados
El desarrollo de los llamados sistemas integrados (donde conviven los sistemas convergentes y las más recientes opciones hiperconvergentes) afecta en gran medida al mercado de los servidores. Según IDC, el mercado mundial de sistemas integrados superó los 10.000 millones de dólares en 2015 (de un total de 55.000 millones), lo que supone casi el 20 % del mercado. Las previsiones en 2016 aseguran que se duplicará hasta los 19.500 millones (18.000 millones correspondientes a los sistemas convergentes y 1.500 millones a los hiperconvergentes). Por su parte, Technology Business Research estima que los sistemas hiperconvergentes representaron el 3,5 % del mercado total de sistemas integrados en 2014 y supondrán el 11,5 % en 2018, con una tasa de incremento interanual del 71,6 % frente al 18,4% de crecimiento interanual de sistemas convergentes. Luis Palacios estima que aunque en los próximos años los sistemas hiperconvergentes crecerán a un mayor ritmo “el volumen de negocio de los sistemas convergentes seguirá siendo mayor y representará una gran parte del mercado total de servidores”.
A juicio de Antonino Albarrán estos sistemas convergentes e hiperconvergentes son un buen ejemplo de la innovación que ha ocurrido en los últimos años alrededor de los sistemas x86, no solo con nuevos procesadores o fabricantes sino también con nuevos formatos de servidor. “Son un ejemplo de la aplicación de servidores x86 de propósito general a ámbitos nuevos en los que antes no estaban presentes, reemplazando en muchos casos las costosas cabinas de almacenamiento requeridas en los entornos de virtualización o en las redes definidas por software donde costosos equipos de comunicaciones pueden ser sustituidos por soluciones software corriendo en servidores x86”, relata.
Para algunos, la hiperconvergencia será una de las bases de crecimiento futuro. “Se va a ver impulsado por la gran demanda de entornos virtualizados tanto de servidores como de escritorios (VDI) así como de infraestructuras para nubes híbridas que son más rentables y fáciles de manejar”, remata Pablo Ráez.
El peso de los ODM… No tanto en España
Una de las particularidades del mercado de los servidores es el peso, creciente, que están teniendo los ODM debido al crecimiento de las grandes infraestructuras cloud. ¿Se tornarán en una amenaza para los proveedores tradicionales? Luis Palacios recuerda que los servidores de los ODM se ubican, principalmente, en la gama baja. “Carecen de componentes redundantes y de alta fiabilidad, de funcionalidades avanzadas y de componentes y gestión unificada”, enumera. “Suelen provocar cuellos de botella derivados de la virtualización masiva de servidores al crear mayor complejidad”, remata. A su juicio, estas nuevas ofertas deben analizarse siempre teniendo en cuenta, no solo el coste sino otros muchos parámetros. “Hay que ver si se trata de una verdadera innovación de sistemas o de una imitación, de analizar la inversión y trayectoria del fabricante en el mercado y observar su capacidad de soporte, de inversión en I+D, su relación con el canal o su oferta de servicios”.
Eulalia Flo defiende la capacidad de innovación de los proveedores tradicionales; a la que se une una oferta de servicios financieros que permite “adaptarnos a las necesidades de aprovisionamiento y a las tensiones de flujo de caja del negocio cloud”.
La responsable de Dell recuerda que los ODMs crecen de la mano de las grandes nubes públicas, que no están presentes en España, pero también de otros operadores “que necesitan gran capacidad de proceso y pueden permitirse tasas de fallo más altas”. Flo prevé que su presencia en España crecerá si aparecen nuevos jugadores en nuestro mercado. “En cierta manera sería un signo positivo de que la industria gana fuerza en nuestro país”.
La manera de competir con ellos pasa por “ofrecer un producto realmente competitivo, no solo en software sino también en infraestructura”, apunta Óscar Jiménez, director de la división de centro de datos de Lenovo Iberia.
El hueco de Linux
El peso de Linux dentro del espectro de servidores supone a nivel mundial un cuarto del mercado. Y dentro de las distribuciones, son Ubuntu y Debian las que suman más del 50% de la cuota de mercado de esta opción. “Linux se está convirtiendo en un actor muy importante del mercado de servidores: es parco en recursos, escueto en ocupación de disco y tan flexible y escalable como necesiten los profesionales de TI”, asegura Óscar Jiménez.
Una expansión que ha provocado que hasta Microsoft haya buscado zonas de confor comunes. “Linux es un excelente competidor en el ámbito de los sistemas operativos y las compañías son cada vez más heterogéneas”, reconoce Diego Gómez. Microsoft cuenta desde el año 2006 con una alianza con SuSE en el terreno de la monitorización y el soporte de máquinas Linux en los sistemas de Microsoft. “No hay que olvidar el soporte desde el día 1 de Linux en Azure IaaS o las herramientas de gestión de nube híbrida Operations Management Suite (OMS)”, completa.