Tan imprescindible como, en ocasiones, imperceptible. Fiel cumplidor durante años de su función de asegurar el buen funcionamiento de las infraestructuras tecnológicas, no siempre el SAI vio reconocido su valor. Su llegada al centro de datos, que ya cuenta con tradición, no escapó a esta situación. Aún ahora el SAI sigue reivindicando un papel, clave, en este último entorno, ligado con la seguridad, la gestión y la protección de lo que allí se guarda.
A semejanza de lo que ocurrió en otros mercados el negocio relacionado con el SAI empezó a remontar a finales de 2013. Una reactivación que se consolidó el pasado año y que ha tenido su continuidad en el primer semestre de este 2015. Carles Agustí, IT channel manager de Salicru, apunta que, por un lado, se han vuelto a activar segmentos claves, como los negocios B2B y B2C; y por otro lado, las compañías españolas han desarrollado importantes proyectos en el extranjero “que han compensado la falta de inversiones en el mercado nacional”. En el caso de la compañía, esta reactivación del mercado ha tenido su reflejo en un crecimiento de doble dígito. “En los próximos meses la tendencia es continuar creciendo”.
Algunos proyectos que se habían paralizado se han vuelto a poner en marcha. José Alfonso Gil, presales support & marketing director de Emerson en España y Portugal, asegura que se han adjudicado obras importantes en el primer semestre de este año, lo que le permite calificar a este periodo como “una etapa de actividad tanto en ofertas como en adjudicaciones de proyectos”.
Unos proyectos que Juan Manuel López, PQ sales manager de Eaton, sitúa en entornos medianos y grandes ya que “el SAI enfocado al consumo se mantiene en los mismos porcentajes que el año pasado aunque con una situación de gran inestabilidad”.
El centro de datos
La ubicación del SAI en el centro de datos no es novedad. Como recuerda Miguel del Moral, director de distribución de Schneider Electric, hoy en día este tipo de sistemas cuenta con una alta tasa de penetración en este entorno, “lo que hace que el crecimiento sea muy lento y, por tanto, representa un incentivo para buscar otros mercados”. Un crecimiento que sí se ha dado en el primer semestre de este año. “No se prevén grandes crecimientos de mercado. Las empresas, en lugar de crear nuevos centros de datos, se están inclinando por la sustitución de equipos y por contratar servicios de mantenimiento”.
Muchas compañías han llevado a cabo una migración de sus infraestructuras hacia un modelo en la nube o externalizando los servicios, lo que ha provocado, en ocasiones. que la capacidad eléctrica se encuentre sobredimensionada. “Esta situación supone una oportunidad por la renovación de SAIs antiguos o equipos con niveles de carga muy bajos”, razona del Moral.
El segmento de los centros de datos no ha sido inmune a la crisis. “Existió una ralentización en el desarrollo de proyectos que ya estaban en marcha mientras que aquellos que comenzaban a plantearse se paralizaron drásticamente”, relata José Alfonso Gil. Una tendencia que se ha roto en este 2015 en el que los proyectos “han comenzado a moverse y poco a poco se van adjudicando obras y planteando nuevos”. El representante de Emerson recuerda la innovación tecnológica que ha alcanzado este entorno. “Se han realizado importantes mejoras en la mayoría de las secciones que componen el centro de datos. Los sistemas de alimentación ininterrumpida, las fuentes de alimentación, los racks y los sistemas de refrigeración de precisión han ampliado su oferta para adaptarse a las nuevas tendencias del sector y cubrir las necesidades que el mercado está demandando”.
El abanico de empresas que demanda SAIs de gama alta incluye desde los proveedores de hosting y de servicios de colocation hasta aquellas compañías, como bancos, centros comerciales o aseguradoras, que siguen apostando por disfrutar de su propio centro de datos. También se opta por los grandes SAIs en el desarrollo de procesos industriales que exigen continuidad.
Sin embargo, siendo España un país de pymes, el 60 % de la facturación de los SAIs dirigidos a los centros de datos corresponde a pequeños entornos que se mueven en capacidades entre 20 y 200 kVa ya que “en él se da una gran concienciación por conseguir la máxima disponibilidad eléctrica en sus instalaciones”, apunta Carles Agustí.
El software, vital
Un centro de datos en el que resulta vital que los administradores cuenten con la máxima información posible de lo que en él sucede. Para ello, hay que echar mano de herramientas de DCIM (Data Center Infrastructure Management) que localizan, visualizan, identifican y administran los recursos físicos y virtuales (lo que incluye servidores, almacenamiento, la energía y refrigeración, etc.) para gestionar los recursos del centro y permitir que sus responsables puedan definir objetivos de rendimiento. Implantar este tipo de herramientas supone lograr una mayor eficiencia energética —tanto en la parte de infraestructura TI como en facilities— y una mejora en la disponibilidad, eficiencia de cómputo y rentabilidad. Algunos cálculos aseguran que las empresas pueden ahorrar, por ejemplo, un 20 % en sus costes operativos y un 10 % en la factura energética o reducir un 50 % los tiempos de inactividad.
Miguel del Moral recuerda que la supervisión del SAI es crítica. “Tras facilitar la conectividad a través de diferentes medios, se ha evolucionado en la seguridad y en facilitar información que ayude en el mantenimiento”. En el caso de Schneider, han sido capaces de evolucionar su DCIM para que “con un paquete de software mínimo, sea muy sencillo y abierto integrar los SAIs además de otros elementos de la infraestructura”.
Salicru ha apostado por implementar las soluciones de conectividad, que incluyen disponibilidad de software y hardware en diferentes idiomas, la encriptación de la comunicación en entornos SNMP (protocolos de monitorización de los dispositivos de la red informática) o la gestión de servidores virtuales (tanto XEN como VMWare). Agustí también señala que uno de los últimos avances que ha introducido la marca es el uso de procesadores DSP (Digital Signal Processor). “Permiten cálculos complejos a velocidades muy altas, dando lugar a capacidades y velocidades de control mucho más elevadas que aportan mejores prestaciones en niveles de distorsión más bajos, niveles de regulación superiores y mayor eficiencia”.
La importancia del canal
Los socios que conforman el canal de distribución de los proveedores de SAIs también han debido evolucionar hacia el centro de datos. Carles Agustí recuerda que no sólo intervienen en la venta de equipos, sino también en su instalación, mantenimiento y formación de los usuarios de los mismos. “Cooperamos activamente tanto con las ingenierías que diseñan el proyecto como con los integradores que ejecutan la obra”. Salicru ofrece asesoramiento en el proceso de preventa a través de la red de puntos de servicio y soporte técnico que tiene desplegada en el mercado nacional.
El canal de distribución informático de Schneider Electric gira en torno a su programa de partners. “Uno de los principales objetivos es descubrir, formar y desarrollar partners capaces de estar presentes en cualquier etapa de un proyecto alrededor del centro de datos, alineando las necesidades del cliente con la experiencia de dichos partners”, apunta Miguel del Moral.
El programa cuenta con 4 niveles: Registered, Select, Premier y Elite. Los dos primeros escalones están centrados en la venta del producto y los dos siguientes en el desarrollo de soluciones completas en el entorno del centro de datos. En la actualidad cuentan con 25 partners Premier y 5 Elite. Junto a ellos, los mayoristas juegan un rol clave. “Realizan un extraordinario trabajo en el reclutamiento de nuevos partners y nos ayudan en la fase de detección de nuevas oportunidades”.
En el caso de Eaton, la implantación de soluciones complejas del centro de datos no se realizaba a través del canal. Sin embargo, Juan Manuel López explica que cada vez más el canal está incorporando divisiones de valor que “poco a poco serán capaces de proporcionar estas soluciones más complejas”. Lógicamente la formación a los socios se torna clave en este desarrollo. Junto a ello, López recuerda la inversión en planes de marketing, ventas y soporte para “dotarles de mejores herramientas de venta que les ofrezcan un mayor valor a su negocio”.
El SAI, ¿pilar del centro de datos?
Algunas consultoras calculan que el SAI representa en una instalación completa de un nuevo centro de datos entre un 3 % y un 5 % del total de la inversión. Siendo un elemento tan crítico y al que se “achaca” la falta de optimización energética, el dato resulta rácano. Miguel del Moral calcula, sin embargo, un mayor peso. “En instalaciones que requieren redundancia nuestra experiencia marca un porcentaje mayor en el peso del SAI, que se movería entre el 5 y el 15 %. “La inversión no se ha de limitar al conjunto del SAI; también se ha de extender a otros elementos de la instalación que faciliten su operación, mantenimiento y supervisión del mismo”.
Ante el hecho de que el 40 % de las pérdidas de datos en un centro se producen por fallos eléctricas parece absurdo que “solo el 5 % de de la inversión total esté dirigida a aquello que podría evitar en un 40 % potenciales períodos de inactividad, que a su vez derivan en una pérdida económica y de confianza en esa compañía”, razona del Moral. “No es suficiente disponer de un centro de datos o una sala de servidores si no se puede asegurar su buen funcionamiento”, remata. “Se valora la criticidad y el impacto en la eficiencia energética del SAI, sin embargo no se suelen valorar los atributos y prestaciones que permiten maximizar estos objetivos”.
Carles Agustí reconoce que el porcentaje es relativamente pequeño en el contexto de una infraestructura técnica tan compleja como un centro de datos. “Sin embargo”, puntualiza, “conviene tener en cuenta que la instalación de un SAI constituye un valor estratégico muy importante, decisivo, para evitar la pérdida de datos de estos centros, porque la seguridad y protección que aporta un SAI supone un ahorro considerable para las empresas de este sector. Es, por tanto, más una cuestión cualitativa que cuantitativa”.
Para Juan Manuel López, el SAI se concibe como una solución imprescindible en el centro de datos. “Tener una solución inadecuada crea puntos débiles que resultarán catastróficos debido a que provocará períodos de inactividad con un negativo impacto económico”. El representante de Eaton señala que en el caso, por ejemplo, de un centro de datos que soporta servicios a otras empresas, “no poder asegurar esos servicios durante algún período de tiempo significa una pérdida económica y de confianza en esa compañía, pudiendo llegar a producirse una enorme penalización”.