“El juego es una parte fundamental del uso que le damos al PC”. La sentencia, de Ignacio Jiménez, director del negocio del gaming de Intel en España, ha cobrado mucha más veracidad en el último año y medio, con un aumento de su práctica. Y, con ella, ha generado mucho más negocio: el precio medio de un PC diseñado para el juego ha subido 100 euros en el último año, lo que sitúa su valor en 1.136 euros; mucho más alto que un PC convencional. “Ha seguido creciendo en los últimos cuatro años”. El peso de estos equipos ha crecido en el mercado de consumo, suponiendo el 24 % de la demanda en el tercer trimestre de 2021.
Los 3,9 millones de personas que juegan en España señalan el segmento que más dinero está dispuesto a gastarse en sus equipos. Según el tradicional estudio de intención de compra que hizo Intel, en colaboración con GFK, el pasado mes de julio, 1,6 millones declararon su propósito de renovar su equipo, con una inversión media de 1.145 euros. “Estos usuarios compran porque quieren mejorar su equipo, no porque su PC no funcione”, señaló. Lo que más valoran son las características técnicas, “muy por encima del precio”. Dentro de la carta técnica, lo que más valoran es la CPU, la tarjeta gráfica, la RAM y el SSD, en ese orden.
La plataforma preferida para jugar sigue siendo el PC ya que absorbe el 45,6 % del tiempo del jugador. “Aunque los jugadores utilizan distintas plataformas, el PC lidera el uso”. Este año el 26,3 % de usuarios juega más de 10 horas a la semana y ha aumentado hasta el 56,9 % el porcentaje de jugadores más comprometidos con el juego (core gamers).
Segmento aspiracional
Es un segmento que gasta mucho y, lo que es más llamativo, es que asegura que debería haber gastado más. Jiménez alude a la intención de compra para explicarlo. “Preguntados por su inversión a los usuarios que gastaron más de 1.600 euros en su portátil y más del 55 % reconocieron que deberían haber gastado más. Y que así lo harán en su siguiente compra”. Es, califica, “un segmento claramente aspiracional, con un enorme compromiso con esta práctica”. Un rasgo que se denota también de sus preferencias: preguntados por qué procesador prefieren, el 46,3 % se decanta por Intel Core i9.
En relación a los canales para decidir la compra, llama la atención que entre los cinco primeros no aparece la web de los retailers. “Contamos con un mercado en crecimiento y aspiracional, con un gasto en ascenso; y los usuarios prefieren echar mano de las referencias y los amigos; o en observar las páginas de los fabricantes, por encima de la información de la web de los grandes retailers”.
Intel ARC
La apuesta de Intel por el mundo de las gráficas lleva el nombre de ARC. “Supone un cambio muy relevante en la arquitectura de las gráficas e identifica el compromiso, a largo plazo, por el desarrollo de este mercado”. Intel cuenta con una completa hoja de ruta de GPU en este mercado, de la que Alchemist es el primer paso. Aterrizará durante el primer trimestre de 2022. Después vendrán Battlemage, Celestial y Druid.