A pesar de los resultados agridulces que supuso la iniciativa Escuela 2.0, el segmento de la educación sigue siendo una de las áreas con más perspectivas de negocio. La contracción de los presupuestos públicos no ha cerrado las oportunidades de negocio, que ahora se abren en los ámbitos privados y que deben concretarse en proyectos globales, mucho más allá del mero suministro de hardware. Además de los equipos, fundamentales, se abre ahora al universo del software, las comunicaciones y los servicios.
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