El comercio online no para de crecer en nuestro país. En el primer trimestre de este año, su facturación alcanzó los 6.756,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 25 % respecto al año anterior, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). A pesar de este incremento, impulsado también por las compras a través del móvil, las tiendas físicas no han perdido atractivo para los consumidores que buscan asesoría y una nueva experiencia en el espacio físico.
El comprador de productos tecnológicos demanda más información antes de comprarlos, prefiere probarlos e incluso busca en la tienda física un espacio de aprendizaje. Esta demanda del nuevo consumidor requiere que el retailer conecte su tienda física y online para mejorar la atención a sus clientes. ¿Está de acuerdo? ¿Es necesario conectar la tienda física y la online?