72.000 millones de facturación. Esa es la cifra global de negocio que ha contabilizado Intel para el año fiscal que concluyó el pasado 31 de diciembre y que se convierte en la mayor lograda en su historia. Una cifra que supone un incremento del 2 % en relación a la del pasado año, apuntalada en los buenos resultados obtenidos en el trimestre con el que se cerró el ejercicio (la facturación superó los 20.000 millones de dólares lo que representa un aumento del 8 %), en el que los ingresos procedentes de los negocios no vinculados con el PC (centro de datos y áreas adyacentes) generaron más de la mitad de la facturación; siendo los impulsores del crecimiento.
“La transformación que estamos llevando a cabo en Intel desde hace tiempo se ha plasmado, de manera clara, en estos resultados”, analiza Norberto Mateos, country lead de Intel España. “Ha sido un buen año para el PC, que mantiene una buena salud, pero es mayor el crecimiento del negocio en el centro de datos y en las tecnologías adyacentes al mismo, como es el caso de la inteligencia artificial, el IoT o Mobileye”.
En el cuarto trimestre mientras que el negocio alrededor del PC crecía un 2 %, los ingresos procedentes de las unidades de negocio basadas en datos crecieron un 15 %, con el área del centro de datos como principal referente, con un ascenso del 19 % en la facturación y un 14 % en términos de rentabilidad. “Ha sido especialmente positivo el comportamiento del negocio relacionado con la infraestructura de la nube, que creció un 48 %”, especificó. “Hay áreas, como la memoria Optane o el desarrollo de tecnologías alrededor de Ethernet, que pueden pasar más inadvertidas, pero que, sin embargo, han elevado sus ingresos un 32 % y pesan, cada vez más, en el negocio”. En relación con las unidades de negocio adyacentes, sus ingresos se elevaron un 6 %, con el área que se identifica con Mobileye, con un ascenso del 31 % (ha sido clave la adopción de la tecnología ADAS) o el apartado del IoT, que crece un 13 %.
Unos resultados, por encima de las previsiones que manejaba Intel hace un año, y que han permitido a la empresa vaticinar que la facturación de 2020 puede señalar otro año récord (73.500 millones de dólares previstos, lo que supondría un ascenso del 2 %), con un volumen de negocio previsto en el primer trimestre de 19.000 millones de dólares, un 18 % más que en 2019. “Prevemos que el negocio del PC decrecerá un dígito a lo largo de este año; una situación que compensaremos con el crecimiento del área del centro de datos”. A este ritmo, el directivo desveló que el objetivo de la multinacional es alcanzar los 85.000 millones de dólares de facturación entre 2022 y 2023.
Mateos recordó que seguirá siendo clave en su estrategia el desarrollo de los procesadores Xeon, con Cascada Lake como “su más rápida rampa”; el foco continuado en la inteligencia artificial, gracias a la adquisición de Habana Labs o el aterrizaje de Tiger Lake que integrará una nueva arquitectura de GPU y una nueva generación de gráficos. Con ella, Intel entra de lleno en el desarrollo de este ultimo terreno. “Además, observando la diversificación de las arquitecturas que se está produciendo en el terreno de los procesadores, vamos a intentar simplificar estos procesos, facilitando la labor de los desarrolladores”. Una labor que fructifica en la beta de oneAPI.
Intel ha anunciado el incremento del 25 % en la capacidad de obleas, para soportar el previsible crecimiento de un dígito en la producción de PC. Mateos aludió también a la rápida transición que se está produciendo hacia los 10 nanómetros (se tiene previsto el lanzamiento de nueve productos a lo largo de este 2020).
España mantiene el tipo en el mercado del PC
Mateos analizó la situación del mercado del PC en España el pasado año, en el que en el segmento del consumo, según Gfk, acabó con unos números similares a 2018, tanto en el volumen de unidades como en facturación. Los portátiles, sin embargo, sí que crecieron un 1 % en el número de equipos despachados mientras que la facturación crecía un 2 %. Mateos reconoció que en este apartado de consumo, el negocio de Intel creció un 1 %, impulsado por el ascenso del 2 % que experimentaron las unidades de Core. El peso de Intel Core, dentro del mercado español, alcanzó el 71 %, tres puntos más que en 2018. “Nuestra gama de procesadores Intel Core representa el 86 % de nuestro volumen total, lo que supone un 5 % más que hace un año”, desveló.
En este mercado de consumo, los equipos thin&light ya suponen, según Gfk, el 32 % del área portátil. “Intel ha crecido un 46 % en el suministro de este tipo de equipos”, especificó. “El consumidor está dispuesto a pagar más por sus equipos, lo que explica el incremento del precio medio de un PC en España que ahora se sitúa en 635 euros, 5 euros más que hace un año”.
Especialmente orgulloso se mostró con el lanzamiento de la décima generación de Intel Core, con una rápida aceptación en España: en el último trimestre se vendieron casi 53.000 unidades, lo que supone un 14 % de la familia Core. “En diciembre este porcentaje alcanzó el 22 % de la producción de Core”, puntualizó. “Si lo comparamos, por ejemplo, con el lanzamiento de la octava generación, ésta supuso solo el 3 % de la familia Core en su primer trimestre en el mercado”.
Por último, aseguró que el gaming seguirá creciendo: ya supone el 13 % del mercado del PC (dos puntos más que hace un año, según Gfk). “En el caso de Intel el número de unidades comercializadas en este apartado se incrementó un 16 %”.
En el área del PC profesional, España se sitúa, junto a Alemania y Francia, en el país con un mejor comportamiento: según Context el mercado creció un 8 % en 2019 mientras que IDC lo sitúa en un 10 %.
De cara a 2020, Mateos recordó que se incrementará el número de equipos con “sello” Athena. “Hemos terminado el año con 25 plataformas certificadas y el objetivo es acabar 2020 con 50”.
Vistazo a 2020
Mateos es optimista de cara a 2020. En el área del centro de datos, la adopción del cloud seguirá tirando de este apartado. “Se calcula que en 2021 el 90 % de las empresas contará con una estrategia en este área”. También observa un enorme desarrollo en el segmento de la inteligencia artificial. “En 2022 el 75 % de las compañías habrá integrado esta tecnología en sus procesos”. Por último, aposto por el desarrollo del edge y, sobre todo, por el despliegue del 5G, “tanto en el ámbito de los usuarios como para las empresas”. A su juicio, “2020 será el año del 5G”.