La Unión Europea está aplicando nuevas políticas que buscan hacer de ésta el primer continente con neutralidad climática. Según destaca Context, estas políticas, entre las que se encuentra la directiva sobre el “derecho a reparar” (con la que se amplía el ciclo de vida de los productos haciendo más fácil y rentable su reparación), ya están repercutiendo en el sector informático.
Esta normativa representa una importante oportunidad para el canal de distribución, que puede ayudar a los fabricantes a cumplir con las obligaciones legislativas, mejorando, de este modo, sus propias credenciales ecológicas y ampliando sus oportunidades de crecimiento empresarial.
Context recuerda que el Parlamento Europeo aprobó la nueva directiva en abril. Ésta exige a los fabricantes ofrezcan servicios de reparación «oportunos y rentables» para artículos que incluyan algunos productos tecnológicos.
Así las cosas, estos tendrán que informar a los consumidores sobre sus derechos a reparación y deberán ofrecer un año más de garantía a cualquier artículo reparado en garantía (con ello se pretende incentivar a los consumidores para que opten por la reparación en lugar de la sustitución). También tendrán que reparar reparan artículos como los smartphones incluso después de que haya expirado la garantía.
Los consumidores, por su parte, pueden acceder a un dispositivo mientras se repara el suyo u obtener una unidad reacondicionada si no se puede reparar y disponen de un acceso a piezas de repuesto más sencillo y a herramientas e información sobre reparaciones, lo que les ayuda a evaluar y comparar los servicios de reparación.
Esta normativa es una pieza clave de los planes de transición ecológica de la Unión. La Comisión Europea afirma que la eliminación prematura de bienes de consumo produce 261 millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO2, consume 30 millones de toneladas de recursos y genera 35 millones de toneladas de residuos al año en la UE.
¿Cómo puede ayudar el canal de TI a los fabricantes a cumplir sus obligaciones? Context asegura que el rol que tienen que jugar tanto mayoristas como distribuidores se basa en cuatro áreas: ofrecer servicios de reparación en nombre de los fabricantes; proporcionar asistencia al cliente en torno a información relacionada con la reparación; ofrecer servicios de recogida, entrega y sustitución temporal; además de disponer y poner a disposición de sus clientes de piezas de repuesto y herramientas.