Ya nadie discute que los modelos híbridos marcarán el futuro en la manera en la que las empresas organicen sus recursos tecnológicos. Y marcan, incluso, el presente. Unos modelos en los que deberán estar adecuadamente hermanados las cargas y los recursos albergados en las casas de los clientes con los despliegues en las diferentes nubes públicas, en un entorno multinube en el que la transparencia de costes, la seguridad y la eficiencia marquen el paso. Un entorno en el que conviven proveedores como OVHcloud, junto a fabricantes como Sangfor y VMware; y mayoristas como V-Valley.
Con la complicada coyuntura económica, la migración al cloud se ha convertido en un paso obligado, siendo la seguridad, el cumplimiento normativo y la soberanía de los datos las principales preocupaciones para los responsables de las organizaciones.
En España, según IDC el mercado relacionado con la nube alcanzó el pasado año en España un crecimiento del 14 %, un poco por debajo de las previsiones previstas, que hablaban de un 20 %. Precisamente este baremo de ascenso es el que se espera que tenga el mercado español en la nube en los próximos años.