Aunque a algunas compañías se les olvide, en la esencia de los modelos híbridos habita la infraestructura, ese “hierro” al que se aferraban los tradicionales fabricantes de tecnología. Un componente que ya evitó la defenestración y que se ha convertido en confortable habitáculo para que reposen esos datos, esenciales, que se reparten en tantos entornos. NetApp, que defiende el viaje inteligente de su estrategia hacia la nube, no olvida el confort del familiar y tradicional centro de datos. No todo es hiperescalar y sus poderosas familias (FAS, E-Series, EF-Series o AFF) así lo demuestran. Un clan al que se ha unido la nueva familia ASA (All-Flash SAN Array) A-Series, diseñada para el almacenamiento en bloque, y compuesta por 5 miembros (ASA A150, ASA A250, ASA A400, ASA A800 y ASA A900). “Se trata de sistemas de almacenamiento flash específicos para SAN, pensados para servir a los entornos más críticos como las bases de datos o las aplicaciones de SAP, VMware u Oracle”, señaló Jaime Balañá, director técnico para Iberoamérica de NetApp. “Nuestra apuesta por el desarrollo del centro de datos está clara”, ratificó. “Aunque, lógicamente, deba estar conectado con la nube”.
En la lista de bondades de los equipos conviven las más tradicionales (se trata de un sistema basado en flash de alto rendimiento NVMe con protocolos NVMe/FC, NVMe/TCP, FC e iSCSI) con algunas otras que destacó Balañá como un 50 % menos de consumo energético y emisiones de carbono asociadas que algunas ofertas de la competencia o una garantía de disponibilidad de datos de 6 nueves (99,9999%). Como sucede con otras cabinas, se incluye Storage Lifecycle Program, que ofrece a los clientes actualizaciones no disruptivas a la última tecnología de sistemas de almacenamiento cada tres, cuatro o cinco años sin coste adicional.
Por supuesto, cuentan con autopista hacia la nube, con servicios como el backup, el desborde de datos o la migración de máquinas virtuales de VMware; lo que asegura su entendimiento con los hiperescalares.
Balañá destacó otra gran novedad, esta referida al sistema operativo ONTAP, que afecta al licenciamiento (ONTAP One). NetApp ha unificado en una única licencia todos los servicios que una empresa suscribe con la marca, lo que “simplifica la contratación y asegura un mejor coste”. Un modelo que está disponible para estos nuevos sistemas ASA pero también para los tradicionales FAS y los AFF.
Más protección contra el ransomware
En la lista de factores que marcan la regencia del dato en la estrategia de NetApp aparece, lógicamente, la seguridad. Consciente de que es tan importante, o más, que la sencillez de la gestión, la sostenibilidad y la eficiencia o el ahorro de costes, la marca acaba de anunciar una garantía de recuperación de ransomware, una de las lacras a las que se tienen que enfrentar las empresas. “Es la amenaza que más ha crecido en los últimos años con un coste para las empresas que se prevé que crezca desde los 20.000 millones de dólares que se marcó en 2021 hasta los 265.000 millones de dólares de 2031”, retrató.
El arma que usa la marca es ONTAP. Su sistema operativo bloquea automáticamente tipos de archivos maliciosos conocidos y a los administradores y usuarios que quieran realizar algún ataque gracias a la verificación multiadministrador (para ciertas funciones se exige más de un administrador).
También proporciona copias de los datos (snapshots) indelebles que no pueden ser eliminadas, ni siquiera por el administrador de almacenamiento. El sistema también detecta los ataques, toma snapshots adicionales de forma instantánea y recupera los datos en cuestión de minutos.
Ahora la marca ofrece una garantía de recuperación siempre y cuando los sistemas de la empresa hayan sido configurados con sus sistemas y se hayan contratado algunos servicios profesionales que se consideran “básicos” para llevar a buen puerto la garantía. Tiene una duración de 15 meses desde la entrega del último componente o de 12 meses desde que el área de servicios profesionales notifica que se ha completado la configuración.