La capacidad no entiende de género. Ni tampoco la naturaleza de las disciplinas académicas. Sin embargo, a pesar de que más de la mitad de los estudiantes universitarios en España son mujeres (58 %), su presencia en grados técnicos como las ingenierías apenas llega al 26 %. Helena Herrero, presidenta de HP en España y Portugal, insiste en que hay que dar mucha más visibilidad a los modelos femeninos que han apostado por carreras STEM. Ella, química de formación, reconoce que se sigue juzgando las capacidades de las mujeres en ciertas materias, “como si el género fuese un condicionante a la hora de estudiar y asimilar las materias”. Herrero acude a los datos del informe PISA para asegurar que “cuando las oportunidades son idénticas, las mujeres tienen las mismas posibilidades de lograr resultados académicos idénticos a los hombres”.
Sin duda, la popularización de las carreras STEM entre las mujeres es uno de los factores que pueden promover la igualdad. Herrero adjunta la promoción de políticas de conciliación y, sobre todo, comprender e interiorizar hasta qué punto es clave el talento femenino en el éxito de las empresas. “Un equipo experimentado, diverso y comprometido con su trabajo resulta uno de los grandes activos”.
El pasado 22 de febrero se celebró el día de la igualdad salarial. En España, las trabajadoras cobran un 22,9 % menos que los hombres. A su juicio, ¿qué iniciativas concretas deberían ponerse en marcha para conseguir una igualdad en este aspecto?
Para poder romper de una vez los desajustes salariales existentes entre hombres y mujeres debemos luchar contra los prejuicios culturales que obstaculizan ese camino. Hay varios factores que pueden ayudarnos a conseguir ese equilibrio más justo. Por un lado, es prioritario que sigamos impulsando las vocaciones y la formación de las mujeres en carreras STEM y fomentar la promoción de los puestos intermedios en la organización, favoreciendo su incorporación a puestos de dirección. Por otro lado, necesitamos que las compañías refuercen sus procesos de contratación y desarrollen programas orientados a facilitar la conciliación familiar. Por suerte, la tecnología juega un papel fundamental a la hora de ayudarnos a conciliar la vida profesional y la familiar.
También es necesario comprender e interiorizar hasta qué punto es clave el talento femenino en el éxito de nuestras empresas. Un equipo experimentado, diverso y comprometido con su trabajo resulta uno de los grandes activos de la empresa. Por eso, es necesario fomentar los equipos de trabajo plurales en los que se fomente la diversidad de opiniones y se trabaje en común para resolver los problemas. Crear un entorno heterogéneo es un factor fundamental para promover la creatividad y un factor imprescindible para competir en un mercado como el actual.
Según un reciente estudio publicado en “Psychological Science”, los países con mayor igualdad de género tienen una proporción menor de mujeres que cursan estudios STEM (que identifica a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) que aquellos países en los que se considera que no hay igualdad de género. ¿Qué valoración hace de esta realidad? ¿Cuáles cree que son las causas que la explican?
Lo que realmente nos indican los datos es que la capacidad no entiende de género. Según datos del informe PISA cuando las oportunidades son idénticas, las mujeres tienen las mismas posibilidades de lograr resultados académicos idénticos a los hombres. En nuestra sociedad suele suceder que muchas jóvenes se ven condicionadas desde su adolescencia a la hora de escoger sus estudios, debido a la falta de ejemplos que rompan los estereotipos.
Continuamente hemos visto cómo se han juzgado las capacidades de las mujeres en ciertas materias, como si el género fuese un condicionante a la hora de estudiar y asimilar las materias. En los países más desarrollados y con mayores niveles de igualdad, la falta de referentes femeninos actúa como un freno a la hora de incentivar las carreras STEM entre las mujeres. Mientras que los datos de países con mayores porcentajes de licenciadas en estas carreras coinciden con sociedades menos igualitarias, en países con menos recursos, donde el acceso a los estudios superiores no es comparable con el de los estados europeos y sobre todo dónde las mujeres no tienen las mismas opciones que un hombre para entrar en el mercado laboral.
La brecha de género STEM es un hecho en España: frente a un 18 % de niñas que muestra su preferencia por este tipo de disciplinas, se sitúa el 37 % de niños (en informática es incluso más elevado). ¿Cómo podría elevarse el porcentaje de vocaciones femeninas en este apartado? ¿Considera que acortar esta brecha en STEM es una iniciativa prioritaria para lograr la igualdad femenina?
A pesar de que más de la mitad de los estudiantes universitarios en España son mujeres (58 %), su presencia en grados técnicos como las ingenierías apenas llega al 26 %. Aún queda mucho trabajo por hacer a la hora de dar visibilidad a los modelos femeninos que han apostado por carreras STEM, especialmente cuando queremos impactar en niñas y jóvenes en edades tempranas. Las creencias y estereotipos sobre las capacidades de las mujeres para las carreras STEM incide negativamente en su elección haciendo creer que estos estudios son demasiado abstractos para las mujeres, que prefieren otros estudios con un mayor impacto social, como los del sector sanitario o la educación. Reforzar la confianza en sí mismas y en sus capacidades debe ser nuestra meta. No hay nada que no puedan lograr y debemos ser los primeros en enseñárselo en la infancia.
El porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC apenas alcanza el 20 % en España. ¿Ve factible elevarlo en los próximos años? ¿Cuáles son las principales barreras que lo impiden?
Realmente creo que las mujeres lo tenemos más difícil que los hombres, sobre todo a la hora de llegar a puestos directivos. Aunque se ha avanzado, todavía queda mucho por hacer. En muchas ocasiones, las mujeres tenemos que hacer más para probar nuestro lugar que los hombres y nos encontramos con el freno de una política de conciliación insuficiente. Educación, formación y concienciación son factores claves de cara a seguir creciendo en igualdad de género en el entorno profesional. Es vital continuar estimulando el interés de las niñas y jóvenes por las carreras STEM para construir juntos un futuro de igualdad. Hay que romper con los estereotipos que crean barreras y generan una percepción social entre los propios adolescentes y sus entornos que no es real y que contribuye muy poco a fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.
Desde nuestra organización estamos continuamente luchando por ayudar a desarrollar la vocación por la tecnología entre nuestros jóvenes, con especial foco entre las mujeres. Y creo firmemente que debemos hacerlo, influyendo en todos los agentes que intervienen en su proceso educativo, empezando por el entorno familiar.
A nivel general, y observando el papel de la mujer en la sociedad española, ¿cuáles han sido las mejoras que se han conseguido en los últimos años y cuál es, a su juicio, el mayor reto que queda por alcanzar?
El ritmo de crecimiento de las mujeres en el mundo laboral de las últimas décadas no ha sido malo, pero es insuficiente. Entre los años 1990 y 2015, el ritmo de crecimiento del número de mujeres en el mundo laboral en España fue el más rápido de toda Europa Occidental: del 42 al 69 %. Pero aun así tardaríamos de 10 a 20 años en alcanzar los niveles de los países europeos más avanzados.
Ahora mismo las mujeres representan el 19 % de los consejos de administración y sólo el 11 % de los comités ejecutivos. Además, las mujeres suelen ascender a puestos de responsabilidad en áreas de apoyo y no tanto a las de gestión de cuenta de resultados. Es curioso que, en la alta dirección, el 94% de los consejeros delegados de las empresas del Ibex 35 proviene de puestos de gestión de cuenta de resultados.
Es muy importante que aquellas mujeres que han llegado a puestos directivos sigan ayudando a que la equidad en el terreno empresarial sea una realidad. La presencia de mujeres ayuda a abrir la mente y a demostrar la validez de la mujer en puestos de responsabilidad de este tipo. Por mi parte, intento participar en multitud de iniciativas y actividades vinculadas a ayudar a que mejore el papel de la mujer en la empresa.
Desde HP cuidamos mucho que haya políticas que favorezcan la igualdad. Consideramos que siempre debe haber una mujer en la terna final de candidatos a la hora de cubrir un puesto, un plan a tres años de mentoring y coaching que equipare las opciones de acceso para puestos de alta dirección dentro de la compañía.
Hemos creado un programa de diversidad con distintos planes de acción, entre los que se encuentra la plataforma de mujeres WomeNet. Entre otros objetivos, esta iniciativa busca actuar como foro donde compartir informaciones y experiencias relativos a mujeres y empresa, fomentar la visibilidad de las mujeres directivas a través de acciones de comunicación interna y su participación como miembros activos de asociaciones o fundaciones que trabajen para impulsar la presencia de la mujer en puestos directivos.