Es el momento de migrar. 12 años después del lanzamiento del longevo Windows Server 2003 toca el recambio. Microsoft ha anunciado que dejará de desarrollar código o software para este sistema operativo el próximo 14 de julio, lo que implica que aunque no dejará de ofrecer soporte a aquellas empresas que así lo tengan contratado, los agujeros de seguridad serán enormes; amén de incompatibilidades, costes excesivos e imposibilidad de soportar las nuevas maneras de trabajar y… la nube. Las oportunidades que se abren para toda la industria son enormes. El reto principal será aprovecharlas.
Emilio Paz, responsable de Windows Server en Microsoft Ibérica, alerta de la necesidad de que las empresas que todavía cuentan con Windows Server 2003 se actualicen. Y de forma urgente. “Migrar un servidor lleva tiempo”, recordó. “Dependiendo del servidor llevará más o menos tiempo; lógicamente será más complicado para aquellos que alojen aplicaciones críticas como la tesorería, los recursos humanos o los pedidos”, enunció. “Vamos tarde si los clientes tienen que migrar aplicaciones”.
Según una encuesta reciente de la multinacional el 76% de los clientes españoles admitieron tener planes de migración en marcha. Paz cree que esta será más rápida de lo que ha sido el salto del XP, del que todavía queda un parque instalado del 10 %. “En un año apenas quedará ninguna instancia de Windows Server 2003; quizás algún servidor aislado instalado en alguna red pequeña”.
No está solo Microsoft para incitar a las empresas a la migración. Elena Sánchez, category manager para la división de HP Servers, también alerta que éstas deben empezar cuanto antes el proceso. “Ya sea a Windows Server 2012 R2 o a algunas aplicaciones a entornos en la nube como el que HP propone con HP Helion Managed Cloud, porque van a conseguir un TCO más bajo”.
Precisamente la migración a la nube es uno de los escenarios que se calculan favoritos. David Herranz, portfolio manager global strategic & intelectual property de Dell, asegura que estiman que un porcentaje significativo de los centros de datos se migrarán de forma parcial a la nube en sus distintas versiones. “Las razones son tanto tecnológicas como financieras ya que la inversión de una migración on-premise puede ser muy elevado”.
La complejidad de la migración no reside en el propio sistema operativo sino en las aplicaciones que los servidores están soportando. “Más del 75% de los proyectos de migración que abordamos empiezan por la migración y la consolidación del directorio activo”, asegura Herranz.
Lista de riesgos
La fecha límite para este camino de migración se sitúa el próximo 14 de julio, que es cuando acaba el soporte para Server 2003. Emilio Paz puntualiza los riesgos. “Aquellos clientes que cuenten con contrato de soporte se les va a seguir dando; ahora bien hay que dejar claro que Microsoft dejará de desarrollar código o software para este sistema operativo, por tanto no contará con más actualizaciones”. Existe la posibilidad de contratar el programa Custom Support de Microsoft y mantener los servidores corriendo con Windows Server 2003. El coste aproximado de dicho soporte rondaría los 5.000 dolares al año por servidor, más unos 50.000 dólares por cada parche de seguridad.
La lista de complicaciones es enorme: un sistema operativo que nació hace más de 12 años, eso sí al calor de Internet, no soporta muchas de las aplicaciones y de los dispositivos que marcan el día a día. “No se puede conectar a la nube híbrida”, remató Paz. “Las nuevas maneras de trabajar no pueden ser soportadas por este sistema operativo. No es capaz de soportar la carga de dispositivos y de datos actuales”. El cuadro médico se completa con los graves agujeros de seguridad que acarrea, incluyendo las formas de pago. “No tiene conexión segura a los servidores”.
Isabel Zárate, directora de Lenovo EBG para España y Portugal, recuerda que es posible que las empresas sujetas a regulaciones, como Sarbanes-Oxley (SOX), HIPAA y PCI, deban enfrentarse a sanciones y multas. “Además, las empresas que acepten tarjetas de crédito pueden perder sus privilegios si continúan ejecutando un sistema operativo que no ofrezca soporte técnico”.
También son posibles los fallos en las aplicaciones. “Si falla el sistema, es posible que las aplicaciones no se puedan recuperar”, advierte Zárate. “Los usuarios no tendrán acceso a las herramientas que necesitan para trabajar, lo que podría paralizar las operaciones empresariales”.
Y si se compara los gastos, la renovación gana por goleada. “Los servidores antiguos son más caros de mantener, fallan más a menudo, consumen más energía, generan más calor y ocupan más espacio que los modernos servidores”, relata la responsable de servidores de Lenovo.
Renovación “completa”
Microsoft calcula que el número de instancias con este sistema operativo obsoleto se sitúa en los 23,9 millones en el mundo. Una cifra que alcanza a todo tipo de empresas: el 58 % se calcula que están en las pymes, el 34 % en la gran empresa y el 8 % en la Administración Pública. “Un 50 % de las instancias están alojadas en un entorno físico y el otro 50 % en uno virtual” contabiliza Paz. En el estudio de las aplicaciones que alojan, el 76 % están funcionando en entornos críticos, con aplicaciones de negocio en marcha.
La oportunidad que se abre para Microsoft y, por ende, para todos sus socios es enorme. “Ya no solo para la renovación de esa base instalada sino también aquellos usuarios que busquen una solución completa”, asegura Elena Sánchez.
Para captar esta oportunidad, Microsoft ha puesto en marcha, junto a ellos, diferentes programas de renovación tecnológica. En el caso de Intel, por ejemplo, la iniciativa se hace junto a los motores Intel Xeon E5 v3. Agustín Gallego, director de alianzas de Intel, alude a argumentos de ahorro y de mejor rendimiento para las empresas que renueven su infraestructura. “El ahorro en cuanto a consumo energético, mantenimiento o costes de averías y administración es imposible de rebatir”. Gallego recordó que desde 2006 los motores Xeon de Intel “han multiplicado por 22 su rendimiento y por 26 su eficiencia energética”.
El hardware se torna fundamental en este proceso. Sin duda, renovar el sistema operativo abre una “migración” completa de toda la infraestructura. “Las funcionalidades de Windows Server 2012 R2 van unidas a que el rendimiento del hardware sea óptimo”, recuerda Elena Sánchez. “Se necesita una infraestructura de servidores, almacenamiento y redes que esté actualizada para soportar las cargas de trabajo y las operaciones de los centros de datos eficientes”. Los clientes deben observarlo como una oportunidad de aportar valor a la empresa, “de poner al día la infraestructura de los centros de datos, de avanzar en virtualización y automatización, de modernizar aplicaciones y de tener en cuenta entornos de nube privada o híbrida”, remata la responsable de servidores de HP.
El impulso principal que arrastre a la migración, y a pesar del empuje irresistible de la nube, van a ser las nuevas formas de trabajar. “La nube es una de las alternativas pero no la única”, especifica Emilio Paz.
¿Migrar a Linux?
Lógicamente, desde Microsoft, la opción prioritaria que recomiendan para la migración es Windows Server 2012 R2. Emilio Paz no contempla un cambio hacia otro sistema operativo que no sea Windows. “Resultaría muy caro y costoso que una empresa migrara hacia Linux, por ejemplo”.
Algunos socios, aunque contemplan cualquier posibilidad, reconocen el poder de la multinacional de software. “Cualquier cambio es una oportunidad para implementar nuevas plataformas, sin embargo estamos viendo que nuestros clientes están demandando estabilidad en las aplicaciones que corren sobre los servidores a migrar. Desde nuestra experiencia, los tres destinos más favorecidos con la migración están siendo WS2012 R2, Office 365 y Azure”, asegura el representante de Dell.
“El cliente es soberano”, asevera Elena Sánchez. “Como proveedor del portafolio más completo de productos y servicios de tecnología, HP ofrece a los clientes la posibilidad de elegir la mejor opción acorde a sus necesidades y presupuesto”.
No todos los proveedores recomiendan esa opción. IBM es una excepción ya que para la compañía, Linux es prioritario. Germán Sánchez, director de servidores de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, asegura que siempre que se produce una migración se abre una oportunidad para Linux. “En este momento el 70 % de las nuevas cargas cloud se despliegan en Linux”. El objetivo de la compañía es liderar el mercado de servidores Linux, “tal y como lo hicimos con Unix”. IBM ha invertido 1.000 millones de dólares el pasado año en el desarrollo de sistemas Linux y otras tecnologías de código abierto en su gama Power Systems. Además han abierto, a través de la OpenPower Foundation, focalizada 100 % en el mundo Linux, las especificaciones de la plataforma POWER, creando un entorno de innovación abierto y colaborativo para facilitar el desarrollo de nuevas soluciones especializadas Linux, lo que incluye “servidores a medida para grandes centros de datos, aceleradores de cargas como GPUs, FPGA o sistemas de I/O avanzados, optimización de appliances software o tecnologías avanzadas de explotación de hardware”.
El canal mayorista, a por la oportunidad
Los mayoristas también son conscientes de la oportunidad de negocio que se les presenta. Luis Salinas, division manager del área de software de Tech Data España, advierte de la necesidad de que los integradores puedan atender a las nuevas necesidades; un proceso en el que “el papel del mayorista es esencial”.
Desde hace meses los mayoristas están llevando a cabo campañas de comunicación a su base de distribuidores para que ésta lleve a cabo “una migración lógica, coherente y con unos servicios asociados”, continúa Salinas.
Las campañas son continúas. En el caso de Ingram Micro ha puesto en marcha una nueva plataforma de incentivos enfocada principalmente a las soluciones de cloud, Infinity Cloud, que contará con un espacio exclusivo para estas soluciones, con unos incentivos que pueden ayudar al partner, entre otras cosas, a poder aplicarlo en su propio equipo de ventas. “Estos cambios de infraestructuras tecnológicas son una enorme oportunidad de crecimiento para todos”, señala Jordi Muñoz, director de Advanced Solutions de Ingram Micro.
La oportunidad alcanza, no sólo al sistema operativo, sino a toda la infraestructura tecnológica. Verónica Herrera, BDM data center systems de Westcon, explica que no sólo esperan un incremento de ventas de servidores sino también el desarrollo de nuevos proyectos. “Ya no sólo para Windows Server sino también en torno a otras soluciones que pueden surgir como consecuencia de la migración”, puntualiza. “Es el caso, por ejemplo, de proyectos de backup, instalación de nuevas cabinas o renovaciones tecnológicas para que las empresas se beneficien de la nueva generación de servidores con mejores prestaciones”. En el caso de Westcon, además de la formación a los socios, también les ofrecen la posibilidad de realizar una campaña de telemarketing con sus clientes para analizar qué empresas necesitan realizar la migración y ayudarles en la generación de nuevas oportunidades.
Los esfuerzos de Avnet se centran en el desarrollo de soluciones de valor a través de una de sus marcas, Vision Solutions. Juan Arpón, sales & pre-sales vision solutions specialist de Avnet Iberia, explica que ofrecen soluciones de valor al cliente para realizar las migraciones con el menor tiempo de parada posible y reduciendo los riesgos de migración al mínimo. “Les brindamos la posibilidad de virtualizar los servidores en ese proceso de migración de sistema operativo, con el objetivo de reducir costes”.