Reducir la brecha de género en STEM es un paso muy importante para lograr una mayor igualdad entre hombres y mujeres. Así lo cree Carolina Moreno, directora general de Liferay para el sur de Europa, que insiste en que es necesario trabajar más desde la infancia para educar “en la capacidad, no en el género”.
Optimista, asegura que incrementar elevar el porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC. “Es un objetivo factible a corto y medio plazo”. Para ello es fundamental “concienciar y formar a las nuevas generaciones y exponerles claramente las opciones profesionales que existen en este apartado.
El pasado 22 de febrero se celebró el día de la igualdad salarial. En España, las trabajadoras cobran un 22,9 % menos que los hombres. A su juicio, ¿qué iniciativas concretas deberían ponerse en marcha para conseguir una igualdad en este aspecto?
La equidad salarial entre hombres y mujeres debería ser una prioridad para las empresas, y su regulación y control es una medida que está pidiendo toda la sociedad desde hace tiempo. En Liferay contamos con una historia de equidad salarial donde nos basamos en las categorías y valías personales, sin atender al género del empleado. Se trata de un área especialmente importante para nosotros y la revisamos de forma anual. Asimismo, consideramos que es importante, y más aún dentro de las empresas tecnológicas, que se dé un aumento en el número de perfiles femeninos en las plantillas. Esto es algo que ha venido sucediendo en Liferay en los últimos años y es, sin duda, un hecho del que nos sentimos muy orgullosos.
Según un reciente estudio publicado en “Psychological Science”, los países con mayor igualdad de género tienen una proporción menor de mujeres que cursan estudios STEM (que identifica a las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) que aquellos países en los que se considera que no hay igualdad de género. ¿Qué valoración hace de esta realidad? ¿Cuáles cree que son las causas que la explican?
Los investigadores achacan esta paradoja al hecho de que las carreras de STEM son generalmente mejor remuneradas y más seguras. En países con mayores oportunidades económicas, donde las mujeres no tienen la necesidad de decidir basándose únicamente en factores socioeconómicos, suelen tomar con mayor frecuencia otros caminos, aun siendo muy buenas en dichas materias. Sin embargo, en países donde las oportunidades son peores, optan mayormente por este tipo de estudios, quizá sacrificando otros gustos o intereses, como forma para alcanzar un mejor nivel de vida. Estas investigaciones son muy interesantes porque pueden ayudar a entender las razones más profundas que se esconden bajo esta realidad desigual y diseñar medidas específicas que ayuden a mejorarla.
La brecha de género STEM es un hecho en España: frente a un 18 % de niñas que muestra su preferencia por este tipo de disciplinas, se sitúa el 37 % de niños (en informática es incluso más elevado). ¿Cómo podría elevarse el porcentaje de vocaciones femeninas en este apartado? ¿Considera que acortar esta brecha en STEM es una iniciativa prioritaria para lograr la igualdad femenina?
Reducir la brecha de género en STEM significaría un paso muy importante para lograr una mayor igualdad entre hombres y mujeres ya que en los estereotipos profesionales se halla una de las principales barreras. En la educación que brindamos a los niños desde sus primeros años de vida existen desgraciadamente roles que se repiten constantemente (médicos, bomberos o científicos, casi siempre niños; enfermeras y profesoras, casi siempre niñas). Son sólo ejemplos pero manifiestan que es necesario trabajar más desde la infancia y ofrecer una educación donde prime la capacidad y la inteligencia de cada cual, por encima del género o de los estereotipos sociales que se hayan repetido tradicionalmente.
El porcentaje de mujeres que desarrollan su labor profesional en el segmento TIC apenas alcanza el 20 % en España. ¿Ve factible elevarlo en los próximos años? ¿Cuáles son las principales barreras que lo impiden?
Lo veo como un objetivo factible a corto y medio plazo. El segmento TI es cada vez más complejo, más enriquecedor y fascinante, abarca multitud de tareas, capacidades y aptitudes, por lo que estoy convencida que favorecerá que muchas mujeres se sientan cada vez más atraídas por él. Es importante que huyamos del cliché que vinculaba estas disciplinas únicamente a tareas como la programación o al mantenimiento de equipos informáticos; por eso es tan importante la información y formación de las nuevas generaciones. Si conseguimos concienciar y formar a las nuevas generaciones y exponerles claramente las opciones profesionales que existen, haremos posible una mayor entrada de mujeres en el segmento TIC.
A nivel general, y observando el papel de la mujer en la sociedad española, ¿cuáles han sido las mejoras que se han conseguido en los últimos años y cuál es, a su juicio, el mayor reto que queda por alcanzar?
Es obvio que las mujeres hemos dado un salto cualitativo en las últimas dos o tres generaciones. Uno de los mayores hitos ha sido la conquista del mundo laboral, algo que nos ha permitido salir del ámbito doméstico donde nos hallábamos encasilladas. Pero, ¿qué sucede con la conciliación? ¿Y con el reparto de tareas en el hogar? ¿Y con los salarios? Ahora el reto es mucho mayor. Llegar al mundo laboral no es una meta en sí misma, la meta es que hombres y mujeres compartan tareas, profesiones y roles indistintamente en la sociedad, siempre basándose en su valía personal, en sus capacidades y aptitudes, nunca en su género. El camino que nos queda por recorrer es, por tanto, muy largo aún; pero desde mi punto de vista, es ya imparable.