Se anunció, hace años, el reinado absoluto de la nube pero con el paso del tiempo, lo tradicional sigue defendiendo su sitio en la infraestructura de las compañías. VMware lo sabe y en su defensa, a ultranza, de las opciones híbridas, acompasa la estrategia a lo que se pinta en el mercado. “Jugamos un papel esencial para ayudar a las empresas a adoptar el viaje a la nube, que incluye, no lo olvidemos, una modernización de sus estructuras tradicionales”, explica María José Talavera, directora general de VMware en España y Portugal. Una estrategia, inteligentemente equilibrada, que da rendidas cuentas a los datos de un mercado en el que el 73 % de las cargas TI el pasado año descansaban en silos tradicionales. “Es lo que abre y cierra los negocios”, recuerda. En el lado de las cargas que habitan en las nubes, el 12 % llevaba en 2016 un sello privado y el 15 % público. Talavera no se esconde en el análisis. “La trasformación está siendo más lenta de lo que se preveía”. Lógico cuando en estos procesos transformadores las personas son elementos esenciales. “Esto no va solo de tecnología”, insiste.
La crónica de la nube, por tanto, ha retardado su absoluta tiranía. Según las consultoras, en 2030, lo tradicional seguirá resistiendo y ocupará en torno al 20 % de las cargas mientras que el sabor privado reinará en el 30 % y el resto, la mitad, descansará en lo público. Talavera no se impacienta: la inteligencia de VMware, encarnada en la virtualización, y apoyada en el capital intelectual, ya inició su propia crónica: conquistado el cómputo, en el que son los reyes, iniciaron la cruzada del resto de los elementos del centro de datos: primero, el almacenamiento; luego, la red. Y al final, la nube. O al principio. Talavera vuelve a la opción híbrida. “Ni todo va a ser público ni todo será privado”, insiste. “Lo híbrido marca la razón por cuestiones de coste, de estacionalidad de las cargas y por el peso de las regulaciones”, enumera. “Eso sí, una hibridez que debe hacerse a golpe de ratón”.
Un viaje a la nube en el que Talavera no olvidó referirse a uno de sus últimos vehículos para llevarlo a cabo: VMware Cloud Foundation que “permite el despliegue rápido de una nube, con todos los elementos necesarios para ello”. También recordó las dos importantes alianzas que se suscribieron el pasado año y que supusieron un punto de inflexión. El acuerdo con IBM, que le vincula a SoftLayer, y que les permite “la transferencia de cargas, con entradas y salidas a golpe de ratón” (de nuevo); y la firma con Amazon Web Services que previsiblemente llegará a Europa a principios de 2018.
Pero no todo es modernización del centro de datos, ni siquiera viaje a la nube. Talavera apeló a los otros dos elementos que también sustentan su estrategia: la transformación del puesto de trabajo (la marca ha publicado un exhaustivo estudio en este apartado) y la seguridad. A esta última se refirió con la profundidad estratégica que les permite el cambio de paradigma que se ha dado en este elemento que ya anida “en todos y cada uno de los elementos que conforman el centro de datos; llegando hasta el dispositivo”. Se trata, insistió, en “un modelo de seguridad end to end” que se torna mucho más crítica en los entornos digitales. “El riesgo del TI es el riesgo del negocio”, recordó.
En su deseo de seguir potenciando su oferta y completar su estrategia la marca acaba de anunciar la compra de VeloCloud, una compañía que viene a reforzar la cruzada virtualizada en el área de las comunicaciones fuera del centro de datos. “Y en los entornos SD-WAN”. Una adquisición que viene a poner el acento en el “ahorro de costes brutal que podemos obtener en el tráfico de red”. Aliado con NSX, además, “ayuda a extender las políticas de seguridad”.
Un doble dígito que da la razón
El mercado, y los resultados, han dado la razón a esta aplicación estratégica. La marca exhibe doble digito de crecimiento a nivel mundial en sus tres primeros trimestres transcurridos. España no va a la zaga. Va en cabeza. La máxima regente en España aseguró que “no solo tenemos ascensos de doble digito sino que nos movemos muy por encima del que marca la corporación”. Una marcha que cuenta con todo el petróleo necesario para continuar en 2018 cuando se materializará “la alianza con AWS en Europa, la compra de VeloCloud y la relación con Google”, enumeró. Un crecimiento que “no es una burbuja: es un ascenso sostenible que venimos manteniendo desde hace mucho tiempo”. No en vano, apostilló, VMware está instalada como la sexta compañía con más potencial de crecimiento, la primera con corazón TI, en el atractivo ranking que establece Fortune. “Nuestra capacidad bursátil se ha duplicado en los dos últimos años y rozamos los 52.000 millones de dólares”.