La Unión Europea tiene para 2030 la ambición de ser digitalmente soberana y ejecutar políticas públicas en pro de un futuro digital centrado en las personas. Así lo refleja el documento elaborado por la Comisión Europea, denominado “Brújula digital 2030: el camino europeo para la década digital”, publicado el pasado mes de marzo en Bruselas, y que la asociación española para la digitalización, DigitalES, ha querido desgranar en una mesa de análisis. En esta jornada online han participado Raquel Jorge-Ricart, socióloga y politóloga especializada en prospectiva y política tecnológica y digital; Carlota Reynèrs, jefa de unidad en la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnologías de la Comisión Europea; Carlos Romero, consejero de transformación digital en la Representación Permanente de España ante la UE; y Víctor Calvo-Sotelo, director general de esta asociación.
Como explican desde DigitalES, esta hoja de ruta europea marca los objetivos de aquí a 2030 para acelerar la transformación digital. Para ese año, se prevé que al menos el 80% de todos los adultos debería tener competencias digitales básicas y debería haber 20 millones de especialistas en TIC en la UE, con un incremento de la presencia de las mujeres en estos puestos de trabajo.
Respecto a infraestructuras tecnológicas, se pretende que todos hogares de la UE tengan conectividad de gigabit y todas las zonas pobladas cuenten con redes 5G en ese año. En cuanto a las empresas, para 2030, tres de cada cuatro empresas deberían utilizar servicios de computación en nube, macrodatos e inteligencia artificial. Por su parte, más del 90% de las pymes debería alcanzar al menos un nivel básico de digitalización.
Asimismo, la Comisión establece que, para 2030, todos los servicios públicos clave deberían estar disponibles online. Por ejemplo, se plantea que todos los ciudadanos deberían tener acceso a su historial médico electrónico, y el 80% de los ciudadanos deberían utilizar una solución de identificación electrónica.
En la mesa de debate online, los ponentes han puesto sobre la mesa los principales desafíos que plantea la digitalización en la Unión Europea. Raquel Jorge-Ricart considera que entre los grandes retos a afrontar están la coordinación interinstitucional, la homogeneización de indicadores entre los países miembros, y la “necesidad de una diplomacia tecnológica para el posicionamiento de la UE en el exterior”. Por su parte, Carlota Reynèrs ha puntualizado que el liderazgo tecnológico de Europa implicará también acuerdos con socios más allá de nuestras fronteras.
En palabras de Carlos Romero, “el objetivo debe ser una Europa interconectada, interoperable y abierta”, quien ha destacado la participación activa de España en los debates y foros europeos para el impulso de la transformación digital. Según señala, España, junto con otros países han tenido un papel relevante en la incorporación por parte de la Comisión Europea de la protección de los derechos digitales como una de las prioridades para la próxima década.
Tal y como apuntan desde DigitalES, en los próximos meses se detallará la manera en la que se articulará la “Brújula Digital” y se incorporará al sector privado para que haga sus aportaciones. Desde DigitalES, Asociación Española para la Digitalización, consideran la Brújula Digital como un documento de gran valor y creen que es necesario “una España que impulse y acelere la consolidación de un Mercado Único Digital, como vía para generar competitividad, resiliencia y bienestar social”, en palabras de Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES.