Obsesionado con potenciar en sus clientes el conocimiento de las asignaturas que conforman, más allá de la obligada tecnología, la “carrera” de la transformación digital, Ingram Micro ha celebrado en Madrid la segunda edición de su Digital Summit. Alberto Pascual, director ejecutivo del mayorista, volvió a recordar, ante un auditorio integrado por representantes de su ecosistema (fabricantes y distribuidores), que la clave para asimilar este huracán digital “no es la tecnología; sino la estrategia y el cliente”.
Pascual insistió en el impacto, brutal, que tiene la transformación en los entornos empresariales, en la metodología que marca el trabajo y los procesos de negocio de las empresas, en la relación con los clientes y en las propias organizaciones. Una transformación que, recordó, la han provocado todas aquellas compañías que han sido capaces de hacer un uso “más inteligente de la tecnología”, lo que les ha permitido “atender mucho mejor, y de manera inmediata, las necesidades de los clientes”. Unas empresas que “han roto la cadena de valor”, sabiendo entender mejor a lo que ya se llama el súper consumidor identificado con una persona “siempre ocupada, social, móvil y capaz de manejar un enorme volumen de información”.
El canal, a su juicio, “debe ser un agente de cambio y de transformación en los clientes”. Se trata de que evolucione, desde su tradicional papel del consultor, “hacia una labor consultiva”.
Mucho por hacer
Según un estudio de IDC solo el 11 % de las organizaciones se encuentra en un proceso maduro de transformación digital. Un porcentaje, ciertamente escaso, frente al 52 % que, en mayor o menor medida, no tiene ninguna ruta digital diseñada. Junto a estos dos extremos, el 22 % de las empresas ha empezado a caminar pero solo son transmisoras de información y el 15 % restante siguen esta ola digital pero su innovación es escasa. Francisco Torres-Brizuela, director de canal, alianzas y cloud de NetApp, resaltó los buenos resultados que obtiene el grupo que da forma al visionario 11 %. “Han mejorado por seis su eficiencia operativa, han multiplicado por tres su beneficio y el número de nuevos clientes; y por dos sus ventas”.
Torres-Brizuela pintó el panorama en el que se mueve el canal. “El mundo es híbrido y multicloud”. Ahora bien, el camino es paulatino. “El primer paso que acometen las compañías es la externalización de su infraestructura, a lo que seguirá la contratación de aplicaciones en la nube como un servicio”, relató. Tras estos dos pasos, la senda continúa con un adecuado equilibrio entre el consumo de la nube pública con la privada que, a su juicio, “está cobrando protagonismo”, lo que conduce a la construcción de entornos privados. El paso definitivo es el “retorno” de las empresas al consumo de una infraestructura basada en unos microservicios en propiedad. “Los servicios que ofrecen las grandes nubes públicas serán alojados, en modo on-premise, por las empresas”.
El camino para el canal tampoco se torna corto en este huracán digital. Torres-Brizuela le recomendó “empezar por poco” con proyectos, por ejemplo, de migración a Flash de su infraestructura de almacenamiento o de ciertas aplicaciones. Ahora bien, “siempre con un plan que apunte al futuro”.
La transformación digital: la cosa va por “barrios” verticales
Como es lógico, la ola digital no sabe de sectores. “A cualquier vertical le va a llegar su disrupción”, recordó Antonio Conde, director de innovación y transformación digital en Cisco. “Se está innovando continuamente y a más velocidad”. El liderazgo en transformación digital lo tiene el sector bancario. “Somos una referencia a nivel mundial”, recordó.
La marca ha llevado a cabo un estudio para analizar el panorama empresarial frente a ese momento de disrupción que arroja el dato de que el 41 % de las empresas observa esta disrupción como un riesgo potencial de supervivencia. En la otra vertiente, el 31 % de las empresas está acometiendo un proceso serio y organizado de transformación digital. Echando un vistazo a los verticales, el estudio señala que son las empresas que se mueven en el entorno de los medios de comunicación y el entretenimiento los más avezados en estas lides transformadoras; junto a las telcos, el segmento financiero y el retail. En el lado de los rezagados, las empresas energéticas y las centradas en el ámbito de la salud ocupan los vagones de cola.
Conde destacó que no hay un único modelo para desarrollar la transformación digital en las empresas. “Desde aquellas cuyo valor reside en la plataforma que han desarrollado hasta otras que se han convertido en agregadoras para conseguir un menor coste que les permita competir con los nuevos jugadores; pasando por las que basan todo su poder en la experiencia del cliente”.
Cisco ha puesto en marcha en España una iniciativa, Digitaliza, cuyo desarrollo está marcado por la Agenda Digital que desarrolló el último gobierno de Rajoy (y que aún permanece). Observando las partidas presupuestarias, Cisco fijó su poder digitalizador en cuatro segmentos: industria 4.0, territorios inteligentes, infraestructuras criticas seguras e innovación y empleos digitales. Las tres primeras, que se llevan el 85 % de la inversión de Cisco, ya han permitido generar negocio; sin embargo, la última, relacionada con el talento, no pretende el retorno de la inversión. Conde explicó que se ha puesto en marcha un programa de formación gratuito destinado tanto a los parados como a las profesiones que pueden peligrar con esta ola digital. Una formación que se basa en las necesidades de los clientes de Cisco, a los que se interroga por los posibles huecos en sus plantillas; y que permiten el diseño de los cursos.