Fábricas propias, BIOS propietaria y fiabilidad. Recordó Maite Ramos, directora general de dynabook en España, el tridente de valor en el que se asienta la estrategia de la compañía. Tres años y medio después de que Sharp anunciara la compra del negocio del PC en Toshiba, el nombre de dynabook cobra entidad propia en el mercado. Sin perder su esencia originaria. “Somos una empresa de ingeniería”, insistió Ramos, apelando al grupo dueño de la marca (Foxcomm). Una compañía que, a pesar de los graves problemas de suministro que afectan a la industria tecnológica, puede ser motivo de alivio. “No hemos perdido la capacidad fabril e ingeniera de la antigua Toshiba; e incorporamos el respaldo fabril de Foxcomm, lo que puede darnos mayor capacidad de fabricación y de suministro”. Una ventaja que se une a la que les proporciona Sharp, para suministrar pantallas, otro de los componentes más afectados por la escasez.
Junto a esta dificultad de suministro, se unen los problemas en la cadena logística que en el caso de dynabook van a ser salvados por su opción por optar por el transporte en avión. “Entregamos en los plazos que prometemos”. Un suministro que les ha permitido, según los datos de la consultora Context, contar en el mes de octubre con una cuota de mercado del 16 % en el canal.
La seguridad es un componente clave en los dispositivos de cualquier calado. Dynabook cuenta con una BIOS propia, herencia de Toshiba, lo que asegura la protección de los equipos. Por último, la garantía. Ramos recordó la propuesta de ley del ministerio de consumo (aún sin aprobar) que obligará a los fabricantes a contar con piezas para cubrir 10 años de garantía. “Tenemos el menor índice de fallo de la industria”, aseguró.
La oferta de dynabook sigue repartida en 3 familias. La serie X, la de más alta gama, que ofrece una experiencia prémium; con equipos como el X30L, con apenas 900 gramos de peso; o el X30W, que permite el giro de 360 grados. La familia intermedia es la serie A, unos dispositivos que cubren perfectamente el nuevo entorno del teletrabajo; y la serie C, de entrada de gama, con equipos como el C50 y el C40.