Personas, procesos y tecnología. Son los tres pilares, en ese orden, que Eva Sánchez-Caballero, responsable de desarrollo de negocio de Canon, perfila como los elementos básicos que debe contemplar cualquier estrategia de transformación del puesto de trabajo que se precie. “Se trata de un cambio cultural”, explica. “Por tanto hay que apoyarlo en las personas y en cómo quieren asumirlo”.
Aunque su imagen de marca resuena con imparable fuerza en los mercados relacionados con la imagen y la impresión, Canon es un fabricante que cuenta con una oferta, completa; lo que le ha permitido articular un discurso en el ámbito de la transformación del puesto de trabajo. “Ahora bien, más que transformación, en Canon preferimos hablar de evolución”, puntualiza. Una evolución que tiene a las personas en el centro de la misma. “Gestionar el cambio en las compañías es lo más complicado”, asegura. Sin duda, es la principal barrera para el desarrollo de estos proyectos transformadores. O, más bien evolutivos. “Desde el primer momento, hemos estado enfocados en la experiencia de las personas, bien sea ya el cliente de las compañías o los empleados que están en contacto con él”, explica. Ella marca el éxito o el fracaso de los proyectos. “Se da por ganado cuando los empleados lo entienden, lo asumen y lo apoya”, enumera. “En definitiva, cuando descubren qué van a ganar con él”. Para ello resulta fundamental diseñar un plan de comunicación y de gestión de los cambios que incluye el proceso.
La consultoría es básica. Asegura Sánchez-Caballero que para que las cosas funcionen hay que cuestionar la manera de hacerlas y analizar los procesos que están en marcha en las compañías. “En esta labor consultora, hemos percibido muchas veces que algunos de ellos son absolutamente innecesarios”, analiza. La evaluación continúa con la posibilidad de simplificarlos. Y, una vez determinado si es posible o no, el último paso es la automatización que es buena guía hacia la productividad.