Hoy en día, existe una dependencia muy considerable entre el funcionamiento diario de las empresas y los servicios/aplicaciones digitales. Hasta hace bien poco, por ejemplo, servicios como el correo electrónico, eran considerados de baja criticidad. Sin embargo hoy en día, cuesta imaginarse una organización sin acceso al correo sin que se produzca una situación de cierta histeria colectiva. Y si hablamos de aplicaciones “core” de negocio, el problema se traduce en miles de euros de pérdidas.
En la mayoría de las grandes compañías se han tomado medidas, a través de la consolidación de sus servicios críticos en arquitecturas de alta disponibilidad y contingencia. Pero todavía existe una multitud de pymes que ahora empieza a poner entre sus prioridades en materia infraestructura, disponer de una solución de contingencia. Como integradores de infraestructura crítica en Brain2Store estamos desplegando soluciones de contingencia para cualquier tamaño de empresa con unos costes contenidos y una funcionalidad sencilla y flexible.
Soluciones
* En la nube. Como primera vía de solución, es posible enviar nuestros servicios a la nube. través de servicios verticales como Gmail, Office365, Salesforce,… para ofrecer aplicaciones concretas o bien a través de la contratación de recursos “Virtual DataCenter” para ubicar nuestros servicios y aplicaciones específicas, podemos proporcionar a todo nuestro parque de servicios de una disponibilidad tan alta como la que nos proponga o solicitemos al proveedor del servicio Cloud. Nuestra línea de productos y servicios para este modelo está bajo la marca de Brain2Cloud. * Infraestructura propia. Cuando no es posible la opción en la nube, la solución de contingencia debe diseñarse a partir de la infraestructura propia. Para ello, es básico disponer de una infraestructura de producción basada en virtualización. En Brain2Store, los proyectos de infraestructura están basados en VMware vSphere y NetApp FAS Series. Después, es fundamental la ubicación de un centro de respaldo. Se observan diversas opciones: hay empresas que disponen de varios centros y otras que prefieren contratar espacio en un datacenter mediante outsourcing de los sistemas secundarios e incluso, recurriendo a la nube. La virtualización de los servidores aporta encapsulación en forma de objeto de almacenamiento de cada servidor, lo que habilita su traslado y replicación. La plataforma de almacenamiento de NetApp es la encargada de realizar las replicaciones de forma óptima y sin impacto para los servicios. La virtualización del almacenamiento proporciona flexibilidad y facilidad para mostrar con la misma identidad el acceso unificado a los datos en un centro u otro, en función del estado de contingencia. Otro valor es la gestión propia del almacenamiento NetApp para garantizar la coherencia de los datos replicados en destino mediante sus funcionalidades nativas de SnapDrive y SnapManager. Posteriormente, en Brain2Store se ajusta, a cada cliente, los procedimientos de actuación, con lo que se tendría disponible la arquitectura de contingencia para todos los servicios virtuales. Los procedimientos que formarán parte del DRP marcarán el camino y nos permitirá determinar un RTO concreto. Para automatizar los procesos de entrada y salida de contingencia, muchos proyectos se completan con VMware SRM (Site Recovery Manager). Por último, en relación a los requerimientos de ancho de banda entre los centros, no es necesario disponer de líneas de comunicación espectaculares. En Brain2Store disponemos de casos de arquitecturas DR con líneas de 2Mbps. Adicionalmente, para mejorar el rendimiento de la WAN en las replicaciones suelen adoptarse tecnologías de aceleración como la de Riverbed. Tras observar cómo podemos abordar tecnológicamente una solución de contingencia, la cuestión que se plantea a continuación es la referente a los costes. A pesar de que éste es un factor variable, los fabricantes que participan en la solución de contingencia ofrecen paquetizaciones de software y modelos de entrada para establecer una plataforma secundaria a un coste asequible. Sin duda hay buenas razones para no desestimar un estudio de solución de contingencia por complejidad y coste.