Tras un buen cierre de año fiscal, el pasado 31 de marzo, con crecimientos sólidos en todos los mercados en los que opera, Sophos cerró su primer semestre fiscal con un crecimiento cercano al 24 % en Iberia. Ricardo Maté, máximo responsable del negocio ibérico de la marca, repasa qué ha dado de sí este complicado año. El trabajo con su comunidad de partners, integrada por alrededor de 500 compañías, ha puesto el foco en la formación.
Sophos lanzó el pasado 1 de abril un nuevo programa de canal que premia especialmente a los partners que hagan uso de las soluciones de Next Generation de Sophos; y, por supuesto, a la comunidad que se ha formado en este complicado ejercicio.
Tras este difícil 2020, Maté explica que el perfil de “espectador” en el entorno de ciberseguridad se ha terminado. “La ciberseguridad se ha convertido en un deporte interactivo. Ya no basta con el despliegue de soluciones muy potentes”. Maté insiste en que hace falta “un sistema de ciberseguridad que asegure que los diferentes componentes se hablen entre sí, generando telemetría, y que aplique técnicas de inteligencia artificial que permitan evaluar el comportamiento de los dispositivos y de las personas, así como el histórico de información de cada uno de los accesos. Es la única manera para permitir que las empresas tomen decisiones y apliquen las respuestas de forma automática e inmediata”.
“La ciberseguridad se ha convertido en un deporte interactivo. Ya no basta con el despliegue de soluciones muy potentes”
Áreas claves en este 2020 han sido la protección en el área del trabajo remoto y la nube. “No quedó más remedio que lanzarse a operar y a mantener la actividad”, recuerda. “Todas las empresas desplegaron sistemas para permitir el teletrabajo y en la mayoría de los casos los mecanismos de protección no fueron los adecuados”.
En la nube, según el informe de Sophos acerca de la protección en este entorno, el 57 % de las empresas españolas con acceso a la nube pública reconocía que había sufrido un incidente de seguridad. Maté insiste en el uso de soluciones que permiten a las empresas saber qué activos tienen las empresas en la nube, si están protegidos y hacer un inventario. “La mayoría de las brechas de seguridad se ha producido como consecuencia de algún robo de identidades. Por lo tanto, todos los mecanismos de doble autenticación son imprescindibles, así como intensificar la protección de los usuarios administradores con mecanismos de seguridad más avanzados”.