Si alguna enseñanza positiva ha traído este año marcado por la expansión de la covid-19 ha sido demostrar que la productividad y el compromiso con la empresa no se merman con el trabajo en remoto. Es un mensaje que no ha dejado de repetir María José Talavera, directora general de VMware en España y Portugal. “Una empresa moderna debe incluir en su estrategia de negocio la implantación de un puesto de trabajo inteligente, que sea seguro”. Una premisa que une inexorablemente a la protección y retención del talento. De cualquier edad y género, pero especialmente el joven. “Si no existe el desarrollo de un nuevo puesto de trabajo, las empresas perderán talento, sobre todo entre las nuevas generaciones”.
Aunque hay todavía mucho camino por recorrer, hay barreras que han empezado a escalarse. Así lo atestigua el último informe de Future Ready Workforce de VMware. En el mes de marzo, el 61 % de los empleados reconocía que no confiaba en su jefe y tan solo el 13 % iba altamente comprometidos a trabajar. Nueve meses después, un 28 % de los empleados ha incrementado sus ánimos y está más comprometido con la empresa. Incluso, un 63 % reconoce que ha mejorado las relaciones con los compañeros y con los jefes. “El teletrabajo va a despegar”, preconiza Silvia Leal, experta en liderazgo, futuro del empleo y tecnología. “Sin lugar a dudas, la mayoría de las personas son más productivas cuando desarrolla su trabajo en remoto”. A su juicio, las empresas optarán por un modelo híbrido. “Las personas que ejercen el liderazgo en las empresas deben utilizar esta herramienta para competir y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado”.
La mayoría de las personas son más productivas cuando desarrollan su trabajo en remoto
La seguridad es materia prioritaria en este entorno. Talavera insistió en que es el gran reto. “Muchos siguen pensando que la seguridad se circunscribe al centro de datos”, recuerda. “No es así; la seguridad debe extenderse hasta el extremo que marca el puesto de trabajo digital”.
Formación
La formación y las competencias digitales señalan otras áreas básicas. Según un estudio de la CEOE, el 86 % de las empresas españolas no cuenta con una estrategia de digitalización y solo el 2 % de las mismas mostraba preocupación ante esta carencia. “Ya había un gap digital”, advierte Leal. “Y no ha habido un momento mejor como el actual para reducirlo”. La experta recordó la importancia de la formación. “Formémonos”, recomendó. “Esta es la era del aprendizaje; aprovechémosla”.
Es el camino, sin duda, para que se encuentren a los profesionales que la empresa busca: en España el 41 % de los directivos asegura que no encuentra el perfil de profesional que necesita. Además, las compañías deben incorporar los medios tecnológicos y culturales para una vez encontrados, no dejarlos marchar. Y, con ellos, salvar otra barrera más, la de la preparación tecnológica ya que el 50 % de los empleados advirtió que su empresa no estaba preparada para el reto de la digitalización del puesto de trabajo. “Si incrementamos en un 10 % esta digitalización, el PIB de España se elevaría un 3,2 %, generando más de 250.000 puestos de trabajo”, recordó Leal. Un proceso que, puntualizó, no supone la destrucción de puestos de trabajo. “Cuánto más humanos seamos, más difíciles seremos de sustituir”