El centro de datos de cuarta generación será una de las tendencias de 2018, así lo afirma Vertiv, compañía que potencia las aplicaciones en los centros de datos. En su opinión, el mismo integrará, de forma holística, las instalaciones centralizadas y el microcentro de datos, convirtiendo estas nuevas arquitecturas en algo más que simples redes distribuidas.
Otra de sus predicciones apunta a que un gran número de proveedores de servicio optarán por centrarse en la prestación de servicios, antes que en la construcción de centros de datos, para lo cual acudirán a proveedores de colocation. La razón de esto vendrá al no poder satisfacer la demanda, ante de la velocidad a la que la adopción de la nube se está llevando a cabo.
Y, como las mayores áreas de crecimiento en el mercado de los datacenters se encuentran en las instalaciones a hiperescala, con proveedores de colocation o de servicios en la nube y los microcentros de datos, los operadores de centros de datos tradicionales reconfigurarán sus instalaciones y recursos críticos para las operaciones locales.
Desde Vertiv también pronostican la llegada de la alta densidad de potencia de rack el año que viene, tras una década de espera, con la introducción de sistemas informáticos hiperconvergentes. Aunque advierten que su consolidación se producirá tras 2018.
El último pronóstico gira en torno al microcentro de datos porque, tal y como comentan desde la compañía, “a medida que un mayor número de empresas mueven sus recursos informáticos hacia el Edge, es necesario evaluar de forma crítica las instalaciones que albergan estos recursos y la propiedad de los datos incluidos en los mismos. Esto incluye el diseño físico y mecánico, la construcción y la seguridad de las instalaciones periféricas y complicadas cuestiones relacionadas con la titularidad de los datos”. Por ello, gobiernos y organismos normativos tendrán que tener en cuenta todo ello y actuar en consecuencia.