En un momento en el que la Unión Europea está definiendo el marco que regulará su economía digital, la multinacional francesa OVHcloud ha llevado a cabo un evento centrado en la soberanía digital en Europa en la que el cloud es una de las tecnologías clave que permitirán llevar a cabo este desafío y Gaia-X una iniciativa que define estándares, modelos de referencia y regulaciones que todos los europeos tendrán que cumplir, ya que velan por cubrir todos los principios de portabilidad, interoperabilidad y soberanía, tal y como recordó Daniel Sáez, director de Inteligencia Estratégica y Competitiva del Instituto Tecnológico de Informática y miembro del Consejo de Dirección de Gaia-X.
Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España, resaltó el momento decisivo en el que se encuentra Europa para diseñar una estrategia digital común en la que la soberanía es un elemento clave porque, tal y como afirmó, “la carrera tecnológica es desde hace años una batalla estratégica que se juega en el campo de la geopolítica”. Un nuevo orden global marcado por diferentes modelos de desarrollo tecnológico en los que la tecnología en la nube cobra especial relevancia.
Los datos seguirán su crecimiento exponencial, recordó, ya que el 80 % de los que dispondremos en 2025 todavía no se han generado. “Y no podemos abordar una referencia digital europea sin entender que la soberanía digital es esencial, junto con un marco de gobernanza a nivel europeo garantista con los valores y derechos de la sociedad”.
Entre los modelos que imperan en el desarrollo tecnológico resaltó el de las grandes plataformas y corporaciones privadas que controlan la propiedad de los datos. El de la pertenencia de los datos a los gobiernos que ejercen el capitalismo. Y una tercera vía: el modelo europeo que debemos adoptar porque parte de la premisa de que los datos pertenecen a la sociedad y para el que el respeto a los derechos fundamentales y a las libertades básicas de las personas es fundamental. Capaz de garantizar una serie de límites y regulaciones.
Artigas reivindicó el espacio de soberanía de la UE. “Europa está llamada a recuperar la soberanía digital orientada a poner la nueva economía del dato al servicio de nuestras empresas y ciudadanos” con una pelea importante, la de los datos industriales.
En su opinión la clave está en poner a competidores europeos en el mercado mundial, protegiendo la circulación transfronteriza de los datos y aumentando la competitividad de las empresas europeas para fomentar nuestra soberanía digital y la protección de nuestros datos personales.
Discurso que coincide con el del embajador francés en nuestro país: Jean-Michel Casa, quien reveló dos directivas que quieren lanzarse próximamente desde el marco de la presidencia de la UE: la Directiva de Mercados Digitales, que regulará las grandes plataformas que controlan el acceso a los mercados digitales. “Esto obligará a seguir las normas de la competencia, abriendo una gama más amplia de servicios a los consumidores y liberando la innovación”, aseguró. Y la Ley de Servicios Digitales. Avances, en ambos casos, a los que identificó como “necesarios para recuperar el control de la gestión de nuestro espacio digital”.
Gaia-X en el centro
El embajador ha puesto en valor la iniciativa europea Gaia-X. Un proyecto que desde su concepción pretendió establecer estándares y herramientas para infraestructuras de datos soberanos para todos los países europeos.
Una iniciativa presentada en junio de 2020, nacida con el objetivo de fortalecer la soberanía tecnológica de Europa, reduciendo su dependencia de los proveedores estadounidenses y chinos. En este momento ya cuenta con más de 300 investigadores, empresas y proveedores. Y el nacimiento del hub español que ha visto la luz en Talavera de la Reina (Toledo).
Puntos clave
El punto clave en esa iniciativa pasa por fijar reglas de actuación en el mundo online tal y como se fijaron en su momento en el mundo offline para proteger a los ciudadanos, tal y como ha subrayado Alberto Gago, asesor de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España. Establece para retirar contenido online de plataformas y para luchar contra la desinformación, añadió. “estableciendo ciertas obligaciones sobre la transparencia de los parámetros de los algoritmos que modelan el contenido. Asegurar que las reglas de competencia se respeten en los mercados digitales, sobre todo por parte de empresas grandes que a veces tienen más poder que los propios estados. Que permitan la neutralidad y el acceso igualitario a esos mercados digitales”.
En este sentido España está muy focalizada en dos propuestas legislativas, ha declarado: la de inteligencia artificial y datos. En la IA con el objetivo de fomentar la innovación. Respecto a los datos a través de la soberanía de los datos como individuos pero también de las empresas.
Mathieu Weill, jefe del Servicio de Economía Digital Terrestre de Economía Francés, incidió en los dos pilares sobre los que se sustentará esta soberanía, el de la regulación y el de la innovación, sin el que no tendría sentido el primero. Una innovación de la mano de actores de primera línea en Europa, que brinden las soluciones pertinentes a ciudadanos y empresas porque, tal y como reivindicó: “no hay soberanía digital sin actores europeos digitales”. Y en este sentido “Gaia-X es esencial para reforzar la soberanía digital al contar con un abanico de opciones de proveedores entre los que elegir para la economía del dato”, dijo.
Michel Paulin, CEO de OVHcloud, puso el énfasis en la importancia de los datos, a los que denominó “un corazón vivo”. Incidió en el significado de soberanía, es decir, libertad de elegir, llegando a compararlo con un reto geopolítico, más allá del económico. Asegurando que nadie está por encima de las leyes. Todos tienen que respetarlas y a quien no lo haga hay que penalizarle.
Paulin ha sostenido que no es aceptable que en este momento tres actores tengan el 80 % de los datos del cloud en Europa. Desde OVH defienden la posición de player cloud abierto, reversible, transparente y respetuoso, protegiendo los datos.