Aunque la mayoría de los consumidores defendemos, a capa y espada, nuestro derecho a la privacidad, una gran parte estaría dispuesto a vender algunos de sus datos a cambio de recibir una compensación. Por supuesto, monetaria. Esa es una de las más clarificadoras conclusiones que se extrae del estudio que han llevado a cabo Trend Micro, en colaboración con Ponemon Institute, a más 1.900 participantes europeos (entre ellos, España), estadounidenses y japoneses.
Y, ¿cuánto valdría el dato? Aunque el estudio refleja diferencias, en el análisis de cada zona, el valor medio de un dato se cifra en 19,60 dólares. Ahora bien, dependiendo del tipo varían desde una contraseña (cuyo precio serían 75,80 dólares) o sobre la salud (59,80 dólares); hasta los 29,20 en los que se valora el historial de crédito o los 20,60 dólares de los hábitos de compra. Los más “baratos”, el número de teléfono (5,90 dólares), el género (2,90 dólares) o el nombre (3,90 dólares). Larry Ponemon, presidente y fundador de Ponemon Institute, muestra su sorpresa por esta “venta”. «La mayoría de los consumidores estaría dispuesto a proporcionar a las empresas información como el género, el nombre, sus hábitos de compra e incluso su estado de salud y registro de contraseñas, si recibieran una compensación”.
Como conclusiones generales, una ligera mayoría de los consumidores cree que los beneficios que aporta el famoso Internet de las cosas son más mayores que los problemas de privacidad que acarrea. Sin embargo, el 75% siente que no tiene ningún control sobre su información personal.