Es una de las eternas batallas de los proveedores tecnológicos: el adecuado equilibrio que debe existir entre legislación que garantiza la protección de datos, las exigencias de las empresas y el desarrollo tecnológico. En el caso español, la legislación, muy restrictiva, puede plantear algún desequilibrio: ¿cree que las leyes de protección de datos están adaptadas a la realidad tecnológica española y, por ende, a las exigencias de las empresas?
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