Más de 120.000 profesionales inscritos, de ellos 2.700 procedentes de España (el doble que en ediciones anteriores), son los buenos números que exhibe la celebración del VMworld 2020, que este año, por la excepcional situación que vive el mundo por la expansión de la pandemia, se juega en el terreno virtual. Una cita en la que la marca está insistiendo en sus totems de negocio: multicloud, modernización de las aplicaciones, seguridad, la nueva generación de la infraestructura y las redes.
Las aplicaciones toman el mando
Sanjay Poonen, COO de VMware, hizo un repaso por cada una de las áreas, desvelando, una vez más, el foco de negocio que está desarrollando la marca en torno las aplicaciones. “Su migración y modernización se han convertido en una línea esencial”. Un área vinculada con el proyecto Tanzú, iniciado hace más de un año tras la compra de Pivotal.
Un asunto en el que María José Talavera, directora general de VMware en España y Portugal, también insistió en este foco. “Su desarrollo marca la innovación de las empresas. Las aplicaciones están directamente vinculadas con la experiencia de los clientes, lo que las entronca con el crecimiento de la rentabilidad de las empresas”. Sin embargo, según un estudio de Gartner, que trajo a colación Talavera, ni el 50 % de las compañías reconoce que son buenas en estas labores de innovación de las aplicaciones. “Es crítico el go to market de estas aplicaciones y la rapidez en desplegarlas”, alertó.
VMware liberó hace unas semanas la versión 7 de su producto estrella, vSphere, para permitir el manejo de las cargas, no solo en las máquinas virtuales, sino como contenedores. “VMware quiere liderar la conversación de kubernetes en el mercado”.
Multicloud, seguridad y redes
Los entornos multicloud siguen estando en el centro del negocio. El COO recordó la carga de innovación que ha impreso la compañía en este entorno a medida que las empresas han construido “sus propios entornos multicloud”. La marca mantiene alianzas con IBM (la primera compañía con la que se enredó), Oracle, Microsoft Azure, Google, Ali Baba y AWS (sin duda, la alianza con mayor recorrido del negocio). “Nuestra estrategia multicloud no reside en que las compañías tengan desplegadas sus cargas en diferentes nubes públicas y en sus propias instalaciones sino en poder moverlas, de unas a otras, en función de lo que necesiten”, recordó Talavera. En España la marca trabaja con un ecosistema de partners en el que conviven compañías con proyección internacional (Telefónica, Arsys, Media Cloud o HPE), junto a proveedores locales.
No olvidó Poonen referirse al área de la infraestructura, donde recordó el trabajo en torno a las aplicaciones de inteligencia artificial (segmento en el que entronca su alianza con NVIDIA). “Contamos con muchos clientes que están construyendo aplicaciones de inteligencia artificial en sectores como los del automóvil, la sanidad, la banca, etc.”. Un desarrollo de aplicaciones que requiere una nueva manera de entender la infraestructura, con asuntos como la eficiencia energética como clave. “Se trata de ejecutar una infraestructura inteligente para ayudar realmente a muchos de nuestros clientes”.
La ambición de VMware en el campo de la seguridad no faltó en el discurso del COO. “Realmente queremos convertirnos en uno de los principales proveedores de seguridad en el área del puesto de trabajo”, insistió, recordando que ya han integrado, de manera integral, a Carbon Black en todas sus soluciones de negocio. La marca apela al concepto de seguridad intrínseca, “una innovación que va a revolucionar el mercado de la seguridad”, explicó.
El pilar de las redes ha recibido un enorme impulso gracias a la reciente compra de VeloCloud, que permite a la empresa el desembarco en los entornos SD-WAN. “Ahora podemos virtualizar la red, desde el tradicional entorno del centro de datos, gracias a nuestro producto NSX, hasta el extremo”, recordó Talavera.
Panorama en España
Talavera reconoció que el despliegue del teletrabajo en España no ha conseguido ser completamente eficiente. “La pandemia puso de manifiesto las carencias que tenían las empresas españolas en este ámbito”, explicó. Unas carencias, que además de ser tecnológicas, tienen un mayor calado en el ámbito cultural. “Las empresas deben aprender a trabajar en remoto”. Talavera reconoció que hay empresas e instituciones públicas que sí se han erigido en referencia, como fue el caso de Cepsa o de algunos hospitales y áreas de atención primaria. Sin embargo, “ni la Administración Pública ni las empresas han aprobado en el despliegue”. De cualquier forma, confía en que en la segunda ola en los despliegues del teletrabajo que estamos viviendo en la actualidad “las empresas doten a sus empleados de todo lo que necesitan para llevar a cabo un trabajo en remoto”.
Talavera reconoció que algunas empresas e instituciones sí que optaron por despliegues en la nube pública. VMware logró algunas referencias en España de la mano de AWS. “La tecnología puede contribuir, sin duda, a construir un mundo mucho mejor”.