“Hay que aprender jugando”. Lo asegura Óscar Sanz, director de educación de Microsoft Ibérica, en lo que se constituye en el primero de los pilares que dan forma a la estrategia de Microsoft en el campo de la educación. “Las experiencias en el aula tienen que ser tan enriquecedoras como las que disfrutan los alumnos fuera de ellas”. Para Sanz, la creación de contenidos es un elemento que se ha elevado, en importancia, por encima del consumo. “La utilización de Skype en el aula, por ejemplo, puede convertirse en una herramienta de aprendizaje y de colaboración entre distintos centros y potenciar el bilingüismo”.
El segundo pilar de la estrategia es la orientación al futuro. “Hay que preparar a los alumnos para labores que aún no existen”, explicó. Se trata de formar en las competencias del siglo XXI en torno a áreas como la comunicación, la colaboración, la creatividad o el pensamiento crítico. “Y proporcionamos acceso gratuito al desarrollo del software”.
El tridente estratégico se ultima con la provisión de herramientas para que los alumnos sean capaces de “aprender cada uno a su propio ritmo”. Un área en el que el producto clave es Office 365.
Sanz no olvidó señalar las dos propuestas que califica de diferenciadoras para el desarrollo de este apartado. “Hemos puesto en manos de los centros educativos la misma tecnología que utilizan las empresas del Ibex35, sin coste”. Una tecnología que se identifica con el correo, Skype o OneNote, por ejemplo. Además la marca cuenta con un programa para introducir Windows 10 en este apartado, “con un precio muy competitivo, en los dispositivos de entrada, para facilitar el acceso de los estudiantes a este sistema”.
En el ala más tecnológica, la marca acercó sus últimos dispositivos dos en uno en materia hardware: la Surface 3 y la Surface Pro 3, que incluyen herramientas como Office 365, OneNote, Skype, Office Mix o Sway.